Naturgy ha recortado 4.000 empleos en 3 años a través de desinversiones y bajas incentivadas

En los últimos 3 años Naturgy, la antigua Gas Natural, ha recortado 4.000 empleos, lo que ha implicado la salida del 27% de su fuerza laboral. Desde que la compañía presidida por Francisco Reynés puso en marcha su último plan estratégico en 2018, su plantilla se contrajo de 14.718 empleados a 10.799 trabajadores.

Naturgy ha realizado bajas incentivadas y una reducción natural a través de los procesos de venta de activos no estratégicos, según informó El Economista. El grupo ha rejuvenecido su plantilla en este proceso con la intención de lograr mayores eficiencias tras la integración de Unión Fenosa en la antigua Gas Natural.

Cuando se planteó su plan estratégico de 2018, el grupo energético se propuso recortar su plantilla en un 25% hasta 2022. Pero dos años antes de lo previsto, Naturgy ya ha cumplido su objetivo. Por otra parte, la compañía había trazado un plan de eficiencias con el que pretendía recudir costes en 500 millones de euros y ya alcanzó esta meta en el primer trimestre del año.

Ya en la anterior etapa del consejero delegado Rafael Villaseca se puso en marcha el proceso de venta de activos. Así es que desde 2017, la plantilla de Naturgy se ha recortado de 17.926 puestos de trabajo a 10.799 empleados actuales. La cifra supone una reducción de personal del 39%, en 7.127 personas.

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Este recorte de puestos de trabajo se ha realizado sin conflicto con los sindicatos y en aquellos mercados menos atractivos, como Sudáfrica, Kenia, Colombia o Italia. La empresa trabaja para lograr más eficiencias y crecer en renovables, así es que tiene en el punto de mira el cierre de las centrales de carbón mientras crece en tecnologías limpias en países de la OCDE como Australia. 

La compañía tiene previsto presentar un nuevo plan estratégico en las próximas semanas que pretende reforzar su apuesta por las energías renovables y la transición energética. Naturgy cierró los nueve primeros meses del año con beneficio neto de 490 millones de euros, un desplome del 45,6% respecto al mismo periodo del año anterior. La compañía capitaneada por Francisco Reynés mantiene sus objetivos para cierre del ejercicio pese al impacto del coronavirus y a un escenario energético es adverso marcado por la caída del precio de las materias primas.