Una ejecutiva de Netflix revela por qué los eventos físicos sobre 'Bridgerton' son clave en la estrategia para estrechar lazos con sus fans y probar nuevos productos de consumo

Elaine Low,
En la imagen, una escena de la temporada 2 de 'Bridgerton'.
En la imagen, una escena de la temporada 2 de 'Bridgerton'.

Brillantes vestidos, guantes de ópera, abanicos y copas de vino. Un lacayo con peluca empolvada y frac dorado reparte la última edición del panfleto de chismes de Lady Whistledown. Los súbditos se presentan ante la reina, con largas reverencias, mientras un cuarteto de cuerda interpreta versiones clásicas de Ariana Grande y Olivia Rodrigo. 

Esta estrafalaria escena no está sacada de un capítulo de Netflix, sino de la vida real. 

De hecho, se vivió en el Hotel Millennium Biltmore, en el centro de Los Ángeles (EEUU), donde más de 100 personas se reunieron el pasado jueves para asistir a la noche de apertura del Baile de la Reina, un evento temático de Bridgertonpensado expresamente para los fans de la serie.

Este evento es el primero de una serie de bailes que tendrán lugar en todo el país y que tienen como objetivo no solo dar bombo al estreno de la segunda temporada de la serie de Shondaland, sino también atraer a su devoto fandom —grupo de aficionados a un producto cultural— más allá del sofá de su casa.

El arco de entrada cargado de glicinas del Baile de la Reina de 'Bridgerton' en el Hotel Millennium Biltmore de Los Ángeles.
El arco de entrada cargado de glicinas del Baile de la Reina de 'Bridgerton' en el Hotel Millennium Biltmore de Los Ángeles.

"Cuando empezamos a pensar en ampliar nuestras historias, nos dimos cuenta de que teníamos que encontrarnos con la gente donde estaba. Y, a veces, eso no es en una pantalla", explica la jefa de diseño y medios digitales de Shondaland, Sandie Bailey, que supervisa los productos de consumo en la productora de Shonda Rhimes.

Rhimes es conocida por haber creado los megaéxitos de ABCAnatomía de Grey y Scandal, pero desde que empezó a trabajar para Netflix en 2017, ella y su equipo se han adaptado a las largas esperas entre temporadas de atracones: 15 meses en el caso de Bridgerton.

"Experimentamos una pequeña muestra de esto en la televisión online cuando llega el verano y la gente se muere porque las series vuelvan en otoño", asegura Bailey a Business Insider

"Sin embargo, estas pausas más largas entre temporadas crean [una] oportunidad para hacer algo especial. Las experiencias nos permiten ofrecer a los fans formas muy atractivas de disfrutar de sus personajes favoritos y de los mundos en los que viven durante todo el año." 

En la pista de salida, un podcast de Bridgerton que se publicará después del estreno de la segunda temporada de la la serie (25 de marzo) o planes para fiestas de té con temática de Bridgerton, que "ofrecerán opciones clásicas y la oportunidad de probar el té Bridgerton, de mezcla personalizada, en algunos lugares", según la ejecutiva de Shondaland.

Un sofá rojo ofrece una oportunidad fotográfica ideal para Instagram.
Un sofá rojo ofrece una oportunidad fotográfica ideal para Instagram.

'Bridgerton' se alía con Tanqueray y Bloomingdale's

El Baile de la Reina está salpicado de oportunidades para recordar el Ton (la clase alta británica característica de la serie) mucho después de haberse ido del evento. 

El estudio de retratos permite hacer fotos al estilo de las pinturas de la época y las oportunidades de fotos para Instagram junto al sofá rojo o la propia entrada con glicinas son un ejemplo de herramientas de marketing perfectas para Netflix y Shondaland. 

En el bar, el Birds of a Featherington —un cóctel de 16 dólares (alrededor de 14 euros) a base de ginebra de naranja Tanqueray Sevilla, zumo de limón, té de jazmín, jarabe simple y menta— resulta ser la "mejor bebida que he tomado en mi vida", según confiesa Trishstina Wright, una fan de Bridgerton a la que le encantó la intensidad y la diversidad de la primera temporada (la serie también se ha asociado con Tanqueray en una campaña protagonizada por Joe Jonas). 

Wright compró sus entradas en septiembre después de que Instagram anunciara incesantemente el evento en su feed. 

Quién es quién en la guerra del 'streaming': Netflix, la que inventó el modelo que ahora todos copian

Netflix está todavía lejos de lograr la integración de experiencias y productos de consumo al nivel de Disney en su modelo de negocio, pero la popularidad de los eventos relacionados con Stranger Things y La Casa de Papel —y la fuerte preventa de las entradas de 49 a 108 dólares (entre 35 y 100 euros aproximadamente) para el Baile de la Reina, según Shondaland— indican que se está moviendo en la dirección correcta. 

La división de productos de consumo y experiencias de la plataforma, dirigida por el veterano de Nike Josh Simon, está creciendo a escala mundial. 

En su equipo está Greg Lombardo, que supervisa un grupo de eventos en vivo de 6 personas, según The New York Times; una fuente cercana a Netflix apunta que el equipo general de Simon es un "múltiplo significativo" de esa cifra. 

Los asistentes al baile reciben una edición del panfleto de chismes que escribe Lady Whistledown en 'Bridgerton'.
Los asistentes al baile reciben una edición del panfleto de chismes que escribe Lady Whistledown en 'Bridgerton'.

"Una forma de generar amor y compromiso de nuestros fans"

La creación de productos y experiencias para una serie o película de Netflix puede producirse en una fase temprana del proceso de desarrollo del proyecto, apunta Simon, citando una experiencia centrada en El ejército de los muertos de Zack Snyder, en la que el equipo del ejecutivo participó "desde los primeros días del desarrollo y la producción de la película". 

Con las temporadas 3 y 4 de Bridgerton ya aprobadas, el camino de Simon hacia la serie es "bastante visible", añade.

"Lo vemos como una forma de generar más amor y compromiso por parte de nuestros fans", asegura sobre los eventos de Netflix y los esfuerzos de comercialización. "Ese es el objetivo". 

Pero también hay oportunidades para generar ingresos: Netflix se ha aventurado en el comercio minorista, abriendo una tienda online y cerrando un acuerdo con Walmart para vender ropa de El Juego del Calamar, entre otros. 

Los invitados al Baile de la Reina fueron obsequiados con una serie de productos en una tienda de Modiste, entre los que se encontraban botes de té de la marca Bridgerton y sets de maquillaje de Pat McGrath Labs. 

Esta es la clave que alimenta el éxito de Netflix como compañía

La plataforma de streaming apuesta por que los fans paguen por los programas que les gustan. El Carrusel Bridgerton, una asociación con Bloomingdale's, incluye platos de Wedgewood y pendientes de Annette Ferdinandsen valorados en 2.335 dólares. 

Después de bailar con uno de los artistas una versión clásica de Break My Heart de Dua Lipa, la asistente Aneesa Rasool revela a Business Insider que había comprado su vestido, un voluminoso vestido de baile rosa con una larga cola, solo para el evento. 

"Me encantó la química entre los actores", dice. 

Pasar del "consumidor de televisión con cita previa" a un espectador más ocupado y selectivo

Tanto Simon como Bailey destacan la importancia del merchandising como extensión de la narrativa, especialmente a medida que los hábitos de consumo evolucionan. 

"Sentimos el cambio del consumidor tradicional de televisión con cita previa a un consumidor más ocupado que puede elegir su tiempo libre y las formas de gastar su dinero de forma inteligente", explica Bailey, haciendo un guiño tanto a los productos como a las experiencias. 

"Creemos que va a ser importante cambiar con ellos para atraer a la gente a los espacios a los que quieren dedicar su tiempo y sus recursos", añade.

Al final de la noche, una mujer se quedó en la tienda Bridgerton situada a la salida, donde se ofrece una sudadera con capucha de la serie para mujeres por 60 dólares y una camiseta negra unisex con la palabra Duke salpicada en el pecho en letras doradas. 

La sudadera con capucha era cara pero, ¿no estaría bien tener un recuerdo?.

Dudó antes de volverse hacia su amiga: "A la mierda, voy a comprarle a mi marido una camiseta de Duke". 

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