Netflix apostó fuerte por la animación y contrató a los mejores talentos, pero no ha logrado ofrecer lo que los niños quieren
- Netflix apostó fuerte por la animación dirigida por creadores, pero este año ha dado marcha atrás. La empresa de streaming no comercializó lo suficiente su contenido infantil y no prestó atención a lo que les gusta a los niños, comentan los conocedores.
- Ahora busca franquicias y personajes probados, como Bebé jefazo.
- Comienza el día bien informado con la selección de noticias de Business Insider España: suscríbete gratis aquí.
En los últimos años, Netflix ha construido una fábrica de animación que era el sueño de cualquier creador. Contrató a los más grandes talentos como Craig McCracken y Alex Hirsch y produjo un flujo constante de nuevas películas y series de animación.
Formaba parte de un boom de la televisión infantil, alimentado por la multiplicación de los servicios de streaming que veían en los contenidos infantiles una forma de mantener a las familias suscritas, y amplificado por la pandemia, cuando los niños confinados en casa estaban más pegados a sus pantallas que nunca.
Pero a principios de este año, Netflix comenzó a cancelar proyectos de alto perfil, como Bebé antirracista, basado en el libro de Ibram X. Kendi, su adaptación de Bone de Jeff Smith, y Pearl de Meghan Markle. En abril, la empresa cortó los lazos con su jefe de animación, el célebre ilustrador Phil Rynda, y desde entonces ha despedido a docenas de empleados de animación.
Los recortes no se limitan a la animación, ya que Netflix se enfrenta a pérdidas de abonados por primera vez este año. Ha despedido a 450 personas y está tomando medidas para aumentar el número de suscriptores, introduciendo un plan más barato con publicidad y tratando de combatir el uso compartido de contraseñas.
Sus resultados del tercer trimestre, presentados el martes, provocaron suspiros de alivio entre quienes estaban preocupados por una mayor hemorragia, pero la guerra del streaming, cada vez más reñida, significa que cada terreno —televisión, cine, animación— es un campo de batalla.
Netflix no ha sido el único en reducir la animación infantil. HBO Max también ha eliminado programas este verano, mientras su matriz, Warner Bros. Discovery, se esforzaba por recortar 3.000 millones de dólares en gastos. WBD también ha decidido unir los estudios de Warner Bros. Animation y Cartoon Network bajo un mismo techo, lo que ha provocado preocupaciones sobre el futuro de Cartoon Network. Por su lado, Amazon se retiró de la programación infantil hace unos años.
En el ámbito de la animación para adultos, Netflix ha nombrado a un nuevo líder tras separarse del antiguo jefe de animación para adultos, Mike Moon, lo que indica que está buscando programas más populares.
Pero varias personas cercanas al negocio de animación infantil de Netflix, incluyendo antiguos empleados y socios productores de la plataforma, aseguran que la compañía cometió algunos errores evitables, como por ejemplo, dar a los creadores demasiada libertad, descuidar el marketing, malinterpretar el mercado de la televisión infantil, y caer presa de la arrogancia interna que ha llevado a tropiezos de negocios más amplios y desafíos culturales.
Netflix "engullía" a los creadores de éxito, pero no entendía realmente a los niños
Una de las críticas más comunes es que Netflix abordó la animación de la misma manera que otros géneros, es decir, gastando mucho en talento creativo y dando a esos creadores un amplio margen de maniobra, en contra del enfoque práctico que los estudios han adoptado tradicionalmente con la animación debido a su largo tiempo de desarrollo. Netflix adoptó programas originales impulsados por los creadores con personajes complejos, como la aventura Kid Cosmic y la serie de fantasía Más allá del jardín.
"Tenían grandes planes para hacer una tonelada de animación e iban a invertir mucho dinero en ello", comenta un antiguo ejecutivo de animación de Netflix. "Y engullían a cualquiera que produjera una serie que fuera un éxito".
Pero los programas dirigidos por creadores tuvieron dificultades para abrirse paso entre los 10 primeros de Netflix, puntualiza este ejecutivo. "Sentían que necesitaban alguna dirección. No creo que tuvieran una fórmula. La animación no funciona así. La animación es más reacia al riesgo porque requiere mucho tiempo: cada episodio tarda un año en hacerse. Y ni siquiera los más talentosos logran siempre éxitos". No ayudó que la pandemia llevara a los espectadores a buscar lo conocido.
Un alto ejecutivo de un estudio infantil y familiar cuestionó no solo el enfoque estratégico de Netflix respecto a los contenidos infantiles, sino también las decisiones editoriales de la cadena. "La [nueva] cosecha de material que tienen es [proyectos como] 'Pinocho' de Guillermo Del Toro", comenta esta persona. "¿Dónde están los pedos?", se pregunta.
Netflix ha tenido más éxito con la animación para adultos. Bojack Horseman, la comedia de Raphael Bob-Waksberg sobre un caballo deprimido que vive en Hollywood, duró 6 temporadas y ganó múltiples premios.
"Les fue bien con un público mayor. Pero no entendían a los niños y no entendían la animación", añade otro alto ejecutivo de programación de animación.
Netflix no ha querido hacer comentarios para este reportaje.
Netflix no comercializó sus originales infantiles y ahora busca cosas seguras, como la propiedad intelectual existente
Mientras que los incondicionales del contenido infantil, Disney y Nickelodeon, son máquinas de promoción, Netflix no es conocido por hacer mucho marketing. Promociona las series en su propio servicio y también se beneficia del boca a boca entre su base de espectadores. Pero nada de eso ayuda a los programas dirigidos a los niños pequeños, que son más propensos a ver algo que sus padres encuentran para ellos.
"Un verdadero éxito en el ámbito infantil necesita muchos años para crear una audiencia. Necesita como 5, 6 o 7 temporadas para conseguir realmente sus piernas de mar y luego ser capaz de vender mochilas en Walmart", compartía Cyma Zarghami, la expresidenta de Nickelodeon, con Business Insider a principios de este año.
En la lista de los 15 programas originales en streaming de Nielsen para 2021 no figuraba ningún título infantil o familiar; en la lista de programación adquirida, solo aparecía CoComelon, que se emite en Netflix y está realizada por Moonbug Entertainment.
En la actualidad, Netflix busca más éxitos seguros como Bebé jefazo y CoComelon, según personas cercanas a la situación. Como dice un cineasta de animación que vendió un programa a Netflix: "Quieren pintar por números. Dependen de los clics y de las visualizaciones, en lugar de arriesgarse como lo hacían hace un tiempo. Quieren carne enlatada".
Los programas con licencia basados en personajes conocidos, como CoComelón —que aumentó su audiencia en YouTube antes de que Netflix lo adquiriera—, vienen con una base de fans, el tipo de audiencia que es imposible que un programa nuevo consiga sin marketing y tiempo, dicen los conocedores.
De ahí el atractivo de Bebé jefazo, la comedia familiar de DreamWorks de 2017. Centrada en un bebé descarado al que pone voz Alec Baldwin, recibió pésimas críticas, pero fue un éxito de taquilla entre niños y familias. La serie de animación El Bebé Jefazo: vuelta al curro es técnicamente una serie original de Netflix, ya que se estrenó en el servicio de streaming, pero fue producida por DreamWorks y vendida a Netflix.
"Pagamos muy poco por Bebé Jefazo, y toneladas por estos originales", comenta con resignación el exejecutivo de animación. "Y ninguno de ellos está en el top 10".
Otros artículos interesantes:
Conoce cómo trabajamos en Business Insider.