Netflix responde a las telecos en la guerra por los costes de la red: "Cobrarían dos veces por la misma infraestructura"

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Greg Peters, co-CEO de Netflix, durante su intervención en el Mobile World Congress.
Greg Peters, co-CEO de Netflix, durante su intervención en el Mobile World Congress.

Netflix

  • Greg Peters ha dejado claras cuáles serían las consecuencias que tendría sobre la plataforma una mayor presión fiscal derivada del uso de la infraestructura de telecomunicaciones sobre la oferta de la plataforma. Netflix ya tiene varios palos en las ruedas y no necesita que le metan uno más.
  • "El impuesto reduciría la inversión en contenidos, perjudicaría a la comunidad creativa, mermaría el atractivo de los paquetes de banda ancha de precio más elevado y perjudicaría a los consumidores", ha sentenciado el co-CEO de Netflix.

El futuro de internet pasa, estos días más que nunca, por el Mobile World Congress de Barcelona.

Ha quedado patente este martes en la keynote de Greg Peters, recientemente nombrado co-CEO de Netflix tras el paso atrás de Reed Hastings, que no ha desaprovechado la oportunidad para responder a las grandes compañías de telecomunicaciones. Telefónica, Vodafone u Orange han elevado el tono en la última semana para exigir a los gigantes de internet —como Netflix o Google— que asuman parte de la financiación de las nuevas redes por el uso que hacen de ellas.

Un reparto "más justo", en palabras de Pallete, que ya no es solo una mera queja de las operadoras de telecomunicaciones. La Comisión Europea ha entrado de lleno en el debate —que amenaza con convertirse en la gran guerra tecnológica del año— al abrir una consulta pública con el objetivo de evaluar si las grandes tecnológicas —en su mayoría estadounidenses— deben pagar de alguna manera infraestructuras como la fibra óptica o las nuevas generaciones de redes móviles 5G y 6G.

"Sé que a algunos les preocupa que esta demanda de los consumidores provoque un crecimiento insostenible del tráfico. Estas preocupaciones no son nuevas. Recuerdo haber tenido conversaciones similares con nuestros socios y reguladores aquí en Europa hace diez años. Sin embargo, la última década ha demostrado, y los líderes de las telecomunicaciones han reafirmado recientemente, que el creciente uso de Internet es una enorme oportunidad, reflejo de la creciente demanda de los servicios que todos prestamos", ha iniciado su discurso Peters.

Las operadoras apuntan al elevado coste que suponen las infraestructuras, pero Peters recuerda que ellos invierten a su manera en el ecosistema. "Netflix ha invertido más de 60.000 millones de dólares en contenidos en los últimos cinco años. Eso equivale equivalente aproximadamente el 50% de nuestros ingresos totales. "Es el papel que desempeñamos en la creación de un círculo virtuoso: mejores y más variados contenidos, lo que hace que más gente esté dispuesta a pagar por mejores servicios de banda ancha", ha subrayado.

Otro elefante en la habitación durante la presentación de Peters ha sido la cruzada contra las cuentas compartidas. En la compañía parece haber fe en que la solvencia tecnológica sea una de las armas que logre neutralizar la pésima acogida que ha tenido en los usuarios. “Los consumidores quieren grandes películas series y videojuegos, y están dispuestos a pagar por contenido de alta calidad en Internet para disfrutar del contenido que adoran”.

Una inversión en contenidos y tecnología de la que también se han aprovechado las operadoras

Netflix aterrizó en España ofertando suscripciones con acceso a contenidos 4K cuando había televisores en los hogares que pudieran sacar provecho a esa tecnología. Y la plataforma alega que son parte fundamental del progreso. Pero no solo en torno a los consumidores.

"Hemos invertido en infraestructuras de producción, como nuestros diez escenarios de sonido de última generación en nuestro centro de producción europeo de Madrid. Por eso hemos invertido en innovación tecnológica, como el primer sistema mundial de edición remota basado en la nube. Con estudios de edición físicos y conectados, situados estratégicamente junto a los platós de sonido".

Peters se ha referido explícitamente a Alex Pina, la mente española detrás de La Casa de Papel, cuya última producción —Berlín— es la punta de lanza de la vanguardia tecnológica en Netflix, gracias a un sistema de alta tecnología que permite editar en la nube con tomas en alta resolución y baja latencia entre editores situados en diversas partes del mundo.

Centro de producción de Netflix en Tres Cantos

"Hemos gastado más de 1.000 millones de dólares en Open Connect, nuestra propia red de distribución de contenidos que ofrecemos gratuitamente a los proveedores de servicios de Internet. Así, cuando nuestros abonados pulsan el botón de reproducción, en lugar de transmitir la película o el programa de televisión desde el otro extremo del mundo, lo hacen desde la vuelta de la esquina, lo que aumenta la eficacia de los operadores y garantiza a los consumidores una experiencia de alta calidad y sin retrasos", ha explicado Peters.

El co-CEO de Netflix igualmente ha subrayado los avances de la plataforma en la compresión de los archivos, lo que permite que las series viajen con la misma calidad ocupando menos espacio (y ancho de banda) a los hogares. "Entre 2015 y 2020, hemos sido capaces de reducir nuestras tasas de bits a la mitad. Todo esto se suma a los significativos aumentos de eficiencia que el sector de las telecomunicaciones ha sido capaz de lograr en sus propias redes".

"De acuerdo con las estimaciones, el tráfico ha aumentado un 30% anualmente. Resulta que Internet es muy popular. Y los proveedores de Internet han gestionado eficazmente este aumento del consumo y han mantenido estables sus costes", ha subrayado Peters.

"Una de las razones por las que Internet es tan popular es que los consumidores son libres de elegir el contenido que quieren ver y cuándo quieren verlo. Estamos aprovechando el poder de Internet para derribar las barreras entre los narradores y los aficionados de todo el mundo", ha destacado el directivo de Netflix.

Netflix sabe que la ausencia de restricciones a la libre circulación de contenidos en Internet cumple un papel fundamental en su cocina de fenómenos globales. “Menos barreras supone más fenómenos globales como El Juego del calamar”. La plataforma presume de un modelo de producción original de éxito que confía anime a otros agentes a invertir en fenómenos globales al que tengan acceso usuarios de todo el mundo, ya sea en Netflix, France Televisión, Globo, Telecinco, la BBC, Disney o Viaplay, indicó el propio ejecutivo. 

¿Una cuestión de dinero? Netflix apunta a su margen operativo, mucho menor que el de British Telecom o Deutsche Telekom

Netflix es consciente de que ir de la mano de las compañías de telecomunicaciones es clave en un entorno cada vez más saturado. Las ventajas de la agregación del lado del consumidor son evidentes. “Somos partners comerciales de más de 160 compañías de telecomunicaciones en todo el mundo, muchas de las cuales agregan Netflix directamente en sus ofertas comerciales. Los consumidores adoran estas ofertas que muestran a la perfección el valor que se puede crear a través de esta colaboración”. 

"El impuesto tendría un efecto adverso, reduciría la inversión en contenidos, perjudicaría a la comunidad creativa, mermaría el atractivo de los paquetes de banda ancha de precio más elevado y, en última instancia, perjudicaría a los consumidores", ha destacado Peters durante su intervención en el Mobile World Congress.

"Los proveedores de Internet afirman que estos impuestos sólo se aplicarán a Netflix. Pero esto cambiará inevitablemente con el tiempo, a medida que los operadores tradicionales pasen de la transmisión lineal al streaming", en referencia a canales de televisión tradicionales.

"Los clientes de banda ancha, que impulsan este mayor uso, ya pagan por el desarrollo de la red a través de sus cuotas mensuales. Exigir a las empresas de entretenimiento —tanto a las de streaming como a las de televisión tradicional— que paguen más por ello significaría que los proveedores de Internet estarían cobrando dos veces por la misma infraestructura", ha destacado Peters.

El directivo de Netflix ha destacado además que la Organización Europea de Consumidores (BEUC) ha afirmado que no existen indicios que esta posible nueva tasa "vaya a repercutir en los consumidores en forma de precios más bajos o mejores infraestructuras".

Además, Peters ha subrayado que los márgenes operativos de Netflixa quien vigila de cerca Wall Streetson significativamente inferiores a los de British Telecom o Deutsche Telekom. "Podríamos argumentar que los operadores de red deberían compensar a las empresas de entretenimiento por el coste de nuestros contenidos, exactamente como ocurría en el antiguo modelo de televisión de pago. Pero no pedimos eso".

"Creo que lo mejor es que las empresas de entretenimiento y los operadores se centren en lo que cada uno hace mejor: crear una marea creciente capaz de elevar todos los barcos. Para Netflix, eso significa seguir invirtiendo y mejorando la calidad y variedad de las historias que ofrecemos".

"En la próxima década, veremos cómo aumenta la competencia por la atención y el tiempo de la gente. El camino por recorrer será empinado", ha sentenciado Peters.

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