Este es el motivo por el que no comer hace que te enfades más

Los ingleses tienen palabras para todo. También para definir a las personas cuyo genio sale al sentir hambre. Hangry, palabra que hace referencia a este estado, es la combinación de hungry (hambriento) y angry (enfadado). La palabra perfecta para describir este sentimiento existe.

Y es que el humor de algunas personas decae cuando tienen hambre. La sensación de notarse vacío el estómago no es muy agradable. Tanto que es capaz de generar sentimientos negativos en esa persona que está sufriendo un apetito voraz. Aunque algunos alimentos pueden ayudarte a mejorar tu humor.

Las emociones que más suelen salir a la luz van desde la ira hasta la irritabilidad, según un estudio dirigido por académicos de diferentes universidades de Europa, publicado por PLOS ONE. Pero no es la única manera en la que afecta al estado de ánimo. Cuanto mayor es el hambre menor placer se siente.

Los investigadores han reunido a un total de 64 personas adultas provenientes de Europa Central. Durante un total de 21 días han estado informando sobre sus niveles de hambre, además de su estado anímico, a través de una aplicación móvil para realizar el seguimiento.

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Los participantes han tenido que actualizar su estado 5 veces al día para un control más exacto. De esta manera, los investigadores han podido recopilar datos que se han dado en los entornos cotidianos de esas personas, haciendo el estudio más cercano a la realidad. Los resultados han sido claros: el hambre ha sido asociada con una variación importante de la ira, la irritabilidad y el placer.

Un estudio publicado en la revista científica Emotionya lo había confirmado con anterioridad. Una de las posibles causas de sufrir un arrebato de furia es el hambre. La ausencia de alimentos es un instinto natural que indica la necesidad que tiene el cuerpo de comer.

Ahora seguro que te estás preguntando cómo controlar tu enfado cuando tienes hambre. Lo primero que deberías intentar hacer antes de sucumbir a la ira es mantener unos horarios estrictos de comida. De esta manera acostumbras a tu cuerpo a unos tiempos definidos en los que va a alimentarse. La ciencia ha señalado cuál es la mejor hora del día para comer.

Conocer las emociones que experimentas es también una buena forma de controlarse. Si eres consciente de tu hostilidad cuando pasas hambre es mucho más sencillo para ti cambiar el chip. Algunos expertos incluso recomiendan picar algo a media mañana si tienes alguna actividad importante que no quieras arruinar debido a tu hambre.