Por qué no deberías cenar justo antes de irte a dormir, según la ciencia

Seguro que se te viene a la mente el consejo más habitual para una buena digestión que dice que debes cenar pronto para dar tiempo al organismo a que procese la comida. A la vez, los expertos recomiendan que la cena sea ligera y no copiosa, pero también que incluya suficientes calorías para no interferir en el ciclo del sueño.  

Pero, ¿qué ocurre exactamente en el cuerpo cuando se ingieren alimentos justo antes de irse a dormir? Eat this, not that! ha recopilado algunos de los efectos que se producen en el organismo en este momento, según los expertos. 

Las fuentes consultadas por dicho medio explican que uno de los efectos más habituales después de comer de forma abundante antes de irse a la cama es la acidez de estómago, que puede derivar en problemas gastrointestinales más importantes. Esto se produce porque el ácido del estómago puede regresar de forma fácil al esófago al haber ingerido una gran cantidad de comida. 

A su vez, este hecho puede conllevar problemas en la deglución y de alteración del sueño. Los expertos recomiendan cenar al menos 3 horas antes de acostarse para poder evitar este efecto. 

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Relacionado con lo anterior, los nutricionistas señalan que otra posible consecuencia de ingerir demasiada cantidad de comida antes de dormir puede ser la dificultad para conciliar el sueño, especialmente si se han consumo alimentos picantes o pesados, ya que ambos aumentan el riesgo de acidez estomacal. 

No obstante, aunque parezca contradictorio, el mismo medio recuerda que no comer lo suficiente podría conseguir el mismo efecto: problemas para dormirse. Los expertos recomiendan no irse a la cama con hambre e ingerir algo antes de acostarse, preferiblemente un tentempié que ofrezca un equilibrio entre carbohidratos y proteínas.