Estos son los cambios que debes notificar siempre a la Seguridad Social para no perder la pensión de jubilación o recibir una multa

Una mujer ayudando a su padre con el ordenador
  • Si estás recibiendo una pensión de jubilación debes saber que algunas modificaciones deben ser notificadas a la Seguridad Social obligatoriamente. De lo contrario, perderás le derecho al cobro de la pensión.
  • A continuación, se detallan los cambios que debes notificar a la Seguridad Social para no perder la pensión.
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Todos aquellos que reciben una pensión de jubilación deben cumplir una serie de obligaciones con la Seguridad Social. Una de las más importantes es la de comunicar a este organismo ciertas modificaciones que se produzcan en sus datos personales.

El más común y obvio de ellos suele ser el del cambio de cuenta bancaria. Al tener una nueva se hace necesario notificar a la Seguridad Social estos datos para que empiecen a ingresar la pensión en la cuenta que corresponde.

Sin embargo, esta no es la única modificación que los pensionistas están obligados a comunicar a la Seguridad Social. Existen otras que pueden pasar desapercibidas pero que no son menos importantes. De hecho, no avisar sobre estos cambios es motivo de sanción: el interesado puede quedarse sin cobrar su pensión durante uno o varios meses, hasta que se solucione la incidencia.

Según detalla la propia Seguridad Social en su página web, los pensionistas están obligados a notificar los siguientes cambios en sus datos personales:

  • Cambio de domicilio: residencia habitual o fiscal
  • Inicio de actividades laborales
  • Cambios en la situación económica: rentas de trabajo, reconocimiento o cobro de otras prestaciones o pensiones nacionales o extranjeras u otro tipo de rentas
  • Cambios en la situación familiar: estado civil, nacimientos, defunciones...
  • Datos de una nueva cuenta bancaria en la que ingresar la cuantía que corresponde

Todas las modificaciones que se hagan en este sentido deben ser comunicadas a la Seguridad Social en un plazo máximo de 30 días desde que se hace efectivo el cambio.

Si el beneficiario se olvida o lo notifica en un plazo que supera el límite de 30 días, la Seguridad Social puede imponer sanciones. La más común es que se pierda el derecho a la pensión de forma cautelar, aunque puede recuperarse aportando la documentación necesaria o compareciendo ante la Seguridad Social antes de que transcurran 90 días desde la sanción.

Si la modificación que no se ha notificado se considera grave, por ejemplo en los casos en los que el pensionista ha reiniciado su actividad laboral y compagina el cobro de la pensión con un sueldo, la sanción puede llegar a ser importante.

Puedes llevar a cabo estas notificaciones a través de la sede electrónica de la Seguridad Social y también de forma presencial en una de las oficinas de este organismo, solicitando cita previa. Para hacerlo por internet necesitarás identificarte con un certificado digital o DNI electrónico

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