Nude Project, la empresa gestada por dos universitarios españoles y 600 euros de inversión que ahora vende 700 sudaderas cada hora

Con apenas 20 años y 600 euros de inversión, Bruno Casanovas y Alex Benlloch se adentraron en el mundo de la moda. Lo hacían con Nude Project y sin conocer el sector, pero sí sus códigos: colecciones cápsulas con un marcado estilo streetwear y una firme apuesta por las redes sociales. 

 La firma nacía en 2019 y lo hacía con un mensaje claro: "Creada por aristas y para artistas". La idea caló y desde entonces han vendido más de 40.000 prendas en más de 100 países. 

Otra de las claves que explican éxito del proyecto es su presencia en el mundo digital. En apenas unas horas, la marca consiguió alcanzar los 100.000 seguidores en Instagram. Ya van por más de 200.000. En TikTok ya aglutinan 165.000.

Con todo ello, la firma se ha consagrado como la marca española de comercio electrónico de mayor crecimiento en Europa. Ahora, el objetivo pasa por triplicar su facturación respecto a 2020, hasta los 2,5 millones de euros.

Redes sociales y residencias de estudiantes: el germen empresarial

Casanovas y Benlloch, los 2 fundadores de la enseña, gestaron Nude Project desde las habitaciones de sus respectivas residencias de estudiantes, una Madrid y otra en Barcelona. Y lo que es aún más llamativo: sin conocerse en persona. 

"La idea nace con 2 personas que se conocen a través de Instagram y que ven que tienen una pasión común por hacer las cosas de forma diferente en el mundo digital", relata Bellonch.

La marca arrancó con el diseño de camisetas y sudaderas para, en un principio, amigos. Pero la forma de comunicarlo lo cambió todo. 

"Sabíamos que queríamos hacer algo donde el contenido fuera el protagonista. Queríamos compartir un estilo de vida que a nosotros nos apasionaba y que enlazaba la cultura streetwear, hip-hop y artista", explica Casanovas. 

Ambos jóvenes coinciden en el uso de plataformas como reflejo de sus personalidades, pero también como el empuje necesario para conectar con el cliente. "Nude Project fue antes comunidad que marca", apuntan. 

Sin apenas contactos en el mundo de la moda, Casanovas y Benlloch, han logrado que sus diseños ya los luzcan actores como Manu Ríos o cantantes Zzoilo o Don Patricio. 

"La clave ha sido rodearse de profesionales en diseño o compras provenientes de referentes del sector como es Inditex, y que han ayudado a llevar la marca al siguiente nivel", cuentan sus fundadores.

Instagram como revulsivo en plena pandemia

Las residencias universitarias y las redes sociales dieron paso a una realidad empresarial formada, ahora, por 11 personas, y que desde que echó a andar ha realizado cerca de 30.000 pedidos para más de 100 países.

Así, Nude Project vende sus productos de forma online, donde España supone el 50%. Ahora el objetivo pasa porque Europa suponga el 70% de las ventas en un par de años. En paralelo ya piensan en abrir un espacio físico. Eso sí, no antes del 2022.

Sin embargo, el camino para llegar hasta aquí no ha estado exento de contrariedades. Con solo un año de vida, la empresa tuvo que capear el impacto de la pandemia. 

"La demanda no dejaba de crecer, y lo más difícil fue la gestión del stock, con todos los problemas que el COVID-19 provocó a las fábricas", confiesa Benlloch. 

Ante esa coyuntura, los fundadores se centraron en trabajar su contenido en redes. El resultado llegó en forma de seguidores y, por suerte, en clientes. "Fue el push que necesitábamos para que el negocio se disparase. Le debemos mucho a Instagram", confiesan.

De esta forma, la pandemia supuso un punto de inflexión para la que empresa que cerró 2020 con una facturación de 600.000 euros. La previsión ahora es triplicar la cifra hasta llegar a los 2,5 millones al cierre del año.

Cómo vender 700 sudaderas en una hora

La firma diseña desde su showroom, en Barcelona, y produce en Turquía y Portugal. Casanovas explica que existe un compromiso por ofrecer más calidad en los materiales y en los detalles de cada pieza. La empresa trabaja con los mismos talleres que usan marcas punteras e internacionales como Balenciaga.

Pero si algo diferencia a la enseña de otras es su precisión a la hora de jugar con los tiempos y las cantidades.

A la pregunta de cómo lo hace, la respuesta es drops, un sistema de venta basado en limitar la distribución de las prendas. Esto es: pocas cantidades; repartidas en varias tandas; a la venta en pocos sitios y durante breve tiempo. 

"Creamos mucha expectación en redes sociales unos días antes, y eso hace que el día del lanzamiento a las 9 de la noche haya 4.000 personas en la web en vivo esperando al drop", explica Casanovas. 

Bajo esta idea, hace unas semanas la firma lanzaba una reedición de unas sudaderas y en tan solo una hora había vendido 700 unidades. En 14 habían agotado 2 de los 3 colores disponibles. Hace solo un año, cuentan, las producciones de tallaje y colores eran 5 veces menores. 

La clave, en cualquier caso, reside en la comunidad de seguidores que encuentran en Nude Project un punto de encuentro. "Hay gente que ha llegado a tatuarse frases de nuestras sudaderas", relatan con comicidad, pero también con un punto de incredulidad ante todo el camino andado y el que aún queda por recorrer.