Así es el nuevo complejo de edificios de Ámsterdam que recuerda al videojuego Minecraft
MVRDV.
- En sus 75.000 metros cuadrados habrá apartamentos residenciales, pero también oficinas, centros culturales, un centro recreativo, tiendas y un bar.
- La llegada del nuevo complejo Valley apunta a revertir una tendencia de precios disparados que se había asentado en la zona.
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El distrito de Zuidas, en Ámsterdam, se ha convertido en la nueva meca de negocios y finanzas de la ciudad más importante de los Países Bajos.
Lo que ha traído un importante desarrollo urbanístico significó el éxodo más o menos forzado de cientos de residentes, que no podían seguir pagando alquileres en un barrio con los precios disparados.
La llegada del nuevo complejo Valley apunta a revertir esa tendencia.
El proyecto diseñado por el estudio MVRDV propone construir tres torres de alturas variables, hasta un máximo de 100 metros, que combinarán los usos residenciales con laborales y de ocio.
Desde lejos, las torres parecen gigantescos píxeles como los del videojuego Minecraft. Es un diseño similar al que el estudio MVRDV había presentado para el bloque de viviendas RED7, de Moscú.
En sus 75.000 metros cuadrados habrá apartamentos residenciales, pero también oficinas, centros culturales, un centro recreativo, tiendas y un bar de acceso público que se ubicará en los dos pisos superiores de la torre más alta.
El conjunto se está construyendo desde 2015 y está cerca de finalizar. Contará con 200 apartamentos y siete plantas dedicadas a oficinas.
Desde la calle se desplegará un paseo peatonal que pasará por comercios, terrazas y jardines, y que conduce a un área central entre los pisos 4º y 5º denominado ‘el valle’, que rodea a la torre central.
En estas terrazas de acceso público el paisajista Piet Oudolf revistió todos los espacios con una abundante vegetación, que recuerde a un valle que está verde todo el año.
Las dos torres laterales, en una de sus fachadas, está recubierta de vidrios espejados, mientras que la central tiene diferentes volúmenes que señalan en todas la direcciones, como si fueran un montón de cajas apiladas.
La idea es que los 200 apartamentos reciban abundante luz solar, precisamente en una ciudad que durante otoño y sobre todo en invierno tiene muchas horas de oscuridad.
El diseño de esta particular fachada fue realizada con una herramienta paramétrica desarrollada con Arup Amsterdam, para combinar la recepción de luz solar en todos los ambientes con la privacidad requerida.
La variedad de diseños lleva a que no haya dos apartamentos iguales, “creando una amplia variedad de tipos de viviendas con planes únicos para sus residentes”, precisan en este estudio de arquitectura.
Otro de los conceptos en el diseño es el de la transición, no solo por ser un puente de unión entre las actividades comerciales y residenciales, sino por estar a mitad de camino entre las zonas verdes de Ámsterdam y el denso entorno urbano de este distrito de negocios.
A su vez, es un paso intermedio entre los edificios bajos del centro de la ciudad y los grandes volúmenes que se encuentran al sur de la metrópolis neerlandesa.
En tanto la fachada de vidrio se presenta como la carta de presentación para el entorno corporativo, mientras que las zonas de terrazas con grandes áreas verdes se configuran como el entorno ideal para los residentes.
Desde la planta baja dos grandes escaleras conducen a la zona de La Gruta, un gran espacio interior revestido de piedra natural e iluminado con dos grandes tragaluces, en un espacio que es una sala de estar para los residentes del conjunto como un vestíbulo que conduce a las otras actividades del edificio.
Artículo en Tendencias Hoy.
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