Tu pasta de dientes favorita ahora tiene alarma antirrobo: los supermercados inundan las tiendas con sistemas contra los hurtos

- Actualizado:
Robo productos supermercado

Getty

  • El encarecimiento de la cesta de la compra se ha traducido en un aumento de los robos en los supermercados. Nuevos productos, como el detergente o la pasta de dientes, tienen que estar custodiados por sistemas antirrobo.
  • Sin embargo, los expertos consultados por Business Insider España afirman que los productos que se roban en los supermercados varían dependiendo de la zona geográfica.

Botellas de aceite, tarrinas de helado, incluso, comida para gatos. En los últimos meses, estos artículos han pasado a tener una protección extra como si de una botella de whisky escocés o un jamón ibérico se tratase. 

La inflación y la subida de los costes debido al precio de la energía han provocado un encarecimiento en la cesta de la compra que muchos consumidores no pueden o no quieren asumir. "Los habituales eran alcoholes, pilas, cuchillas de afeitar o conservas", señala Salvador Cañones, socio-director de STC Nedap.

Ahora, esos productos han cambiado. "Lo que hemos notado más ha sido el aceite, que ha subido muchísimo y entonces la gente prefiere arriesgarse a robarlo que pagar 8 euros por algo que hace unos meses les valía 3. Además, también hemos visto que roban más latas de comida para gatos y las salchichas alemanas, que son más caras", afirma Samuel (nombre ficticio para proteger su identidad), franquiciado rural de una conocida cadena de supermercados nacionales. 

El caso del aceite es algo que ha sorprendido a todo el sector. "En las últimas visitas a supermercados, este producto lo encontramos con las alarmas de cuello de botella, que hasta ahora solo llevaban las botellas de alcohol. También dentífricos, que ahora se pueden encontrar en cajas antirrobo", destaca Pablo Blanco, director general de Veesion en España y Latinoamérica.

Vigilantes de seguridad, cámaras, alarmas... ¿Son efectivos contra los ladrones en el supermercado?

Según explica Salvador Cañones a Business Insider España, esto se debe por varias cuestiones. "Según hemos ido avanzando como sociedad y hemos introducido nuevos elementos, hay muchos más que son atractivos. Son elementos que antes no se protegían, por ejemplo, los chocolates".

El experto ejemplifica que, hace años, en el supermercado solo podías encontrar una o 2 marcas de chocolate, mientras que ahora "tienes un metro y medio o 2 metros de pasillo con chocolates. Actualmente tenemos la cultura de comerlo que antes no teníamos, la cual llama a un consumo y a personas que no pueden pagarlo o que prefieren no pagarlo".

Este caso del chocolate se puede extrapolar a prácticamente todos los productos del supermercado. Además, el hecho de ampliar la demanda ha hecho que haya un catálogo aún más grande, lo que se traduce en más hurtos. 

"Pero efectivamente, sí que hay un incremento del hurto que va más allá de los productos tradicionales. La diferencia de hurto puede ser geográfica, por culturas gastronómicas, puede estar motivada por situaciones macroeconómicas y sociales, como ha sido la guerra de Ucrania o la pandemia, que ha derivado a falta de alguno de los productos. En general todos aquellos que tienen un precio por encima de 3-5 euros son susceptibles de ser robados", reflexiona Cañones.

Diferencias por zonas geográficas

Sin embargo, estos productos no se hurtan igual en todas las provincias de España. Por ejemplo, el cava es un producto mucho más robado y, por lo tanto, vigilado en la zona mediterránea, mientras que en Madrid es irrelevante. Igual que los vinos: en el norte son más robados que los propios licores.

Además, no todas las personas que roban en el supermercado lo hacen por los mismos motivos. "Todo está en el ánimo de quién roba y para qué roba. Por ejemplo, hay personas que no está en su ánimo robar, pero necesitan algunas cosas, entonces cogen y abren una bolsa de pastillas para el lavavajillas y cogen una, 2 o 3. No cogen la bolsa entera, sino que roban las que necesitan, aunque el detallista pierde el valor del producto entero", detalla Cañones. Esto se denomina hurto famélico.

En esta línea, desde que estalló la guerra de Ucrania, se está produciendo otra clase de hurto, que se basa en el miedo a la escasez. Esto es algo que vivimos de forma puntual durante la pandemia con el papel higiénico. 

"En nuestra cultura española el aceite girasol es el menos atractivo de todos. Pero cuando dijeron ‘Oye, 3 botellas por persona’, pues la gente compraba 3 botellas, y el que quería más porque necesitaba más, quería hacer acopio o estaba abducido por la necesidad de tener aceite de girasol, lo robaba", relatan desde Nedap.

Sin embargo, hay más motivos. Como el robo para reventa en el canal Horeca. "Tenemos un cliente nacional al que le robaban jamones de más de 300 euros. Robaban los caros para una reventa posterior. Cuando tú robas un producto de 300 euros, difícilmente te lo va a comprar alguien particular. Te lo va a comprar un bar o un restaurante, porque ese jamón lo va a colgar detrás, que se vea, y por cada plato te van a cobrar bastante dinero. Y ellos, en vez de 300, han pagado 150 euros, pero sigue siendo un jamón de marca", explica el experto.

De la misma manera, también se está viendo un robo para la reventa entre particulares. Por ejemplo, pequeños bazares o locales de alimentación mandaban a individuos con mochilas refrigeradas a que robasen tarrinas de helado de marcas conocidas. "Las tarrinas de helado se las pagan a mitad de precio, pero el que las compra ya las tiene vendidas ganando dinero".

Las personas que cometen estos hurtos no tienen el mismo perfil en la ciudad que en el ámbito rural. Según destacan desde Nedap, las cadenas de supermercado con las que trabajan en las grandes ciudades están notando que estos ladrones son profesionales, que vienen equipados para luego revender esos productos de un precio más elevado. 

Una realidad muy diferente a la que vive Samuel. "Aquí no es para revender, son los clientes normales del día a día. El perfil es mujer, de unos 50 años y que realiza la compra diaria. No es para revender, es para el consumo propio. Es gente que antes se gastaba 20 euros diarios y ahora lo mismo le cuesta 25 y quieren mantener el mismo nivel de vida, comprando lo mismo, pero esos 5 euros de más deciden robarlos".

Además, Samuel también detalla que hay restaurantes que acuden a su establecimiento a llevarse algún que otro producto. "Lo que me da miedo es el tema de los de los restaurantes. Quizás no suben el precio del menú diario, pero lo suplen a base de ir todos los días a la compra, que a lo mejor se dejan 70 euros, pero se llevan una botella de detergente".

Mercadona esquiva los hurtos

Sin embargo, este aumento de hurtos no afecta a todas las cadenas de supermercados por igual. Tal y como explican los expertos consultados por Business Insider España, los robos afectan más a las marcas de fabricante que a las blancas.

"Es verdad que hay marcas de conservas de fabricante que son muy buenas y se pueden robar, pero para tomarlo en casa. Quien roba para vender necesita que sea marquista. La marca blanca no tiene riesgo comparada con la marca de fabricante, es un robo muy esporádico", señala Salvador Cañones.

Algo que también observa Samuel desde su local. "Lo normal es fabricante. El detergente que se llevan es Fairy, el aceite es el de Carbonell, cuando hablamos de foie gras es de oca. Siempre procuran llevarse lo más caro". 

Esta idea la reafirman desde Mercadona, la cadena de supermercados reina de las marcas blancas por excelencia. Según informa la cadena, no tienen constancia en que haya habido un aumento ni de hurtos ni de productos con una mayor protección. "No hemos notado ningún cambio en nuestras tiendas", afirman desde Mercadona a Business Insider España.

El resto de supermercados generalistas está reforzando sus sistemas de seguridad para tratar de frenar este problema. "Nosotros estamos notando que vendemos más sistemas de protección a clientes que hasta ahora no estaban preocupados", señala Salvador Cañones.

 

Además, el experto detalla que no solo les piden más sistemas de protección, sino que estos sean aún más seguros. "Hay sistemas, cajas de seguridad, hay collarines que se abren con un simple imán que compras por internet, muy pequeñito. Nosotros de lo que tenemos más demanda es un sistema que tenemos exclusivo, que es muy difícil de abrir porque el elemento que lo abre es muy pesado, con lo cual la dificultad es extrema".

Sin embargo, desde el punto de vista de Pablo Blanco, reforzar con sistemas tan caros, como los cabezales de botella o las cajas antirrobo, puede hacer que muchos locales no puedan colocarlos. "Estos sistemas, aunque eficientes, resultan muy caros para muchos negocios, por lo que quizá no puedan permitirse aplicarlos". 

Esto, según Nedap, solo provoca que los ladrones cambien de lugar. "El hurto no se elimina, el hurto se va de un sitio a otro. Es como la energía, o como el dinero, cambia de mano. En este caso, cuando tú te proteges, el hurto lo derivas o a otros productos de tu establecimiento o lo más habitual, si proteges los atractivos, a otros locales".

Un problema que se suma, según matiza Samuel, al tiempo. "Yo tengo 35 cámaras en el local, pero no puedo dedicar todo el día a mirarlas porque para llevarse una botella de aceite quizás se ha tirado 45 minutos. Es muy pesado". 

Aunque los supermercados estén atajando el problema, aquellos que son más pequeños o que no puedan permitirse el lujo de aumentar la seguridad saben que van a ser el blanco de los hurtos. Sin embargo, el sector ve una pequeña posibilidad de salvarse: la compra online. Los supermercados se agarran al canal online para prevenir estos robos y poder así minimizar los daños. 

Descubre más sobre , autor/a de este artículo.

Conoce cómo trabajamos en Business Insider.

Etiquetas: