He sido psicoterapeuta en Silicon Valley durante la última década: nunca he visto tanto miedo y ansiedad como el que hay ahora con la actual ola de despidos
Evergreen Coulseling
- Annie Wright dirige Evergreen Counseling, un centro de psicoterapia en Berkeley (California, EEUU).
- Desde que se anunciaron los despidos de Twitter y Meta, ella y su equipo están hablando con cientos de pacientes a la semana. Esto es lo que se está encontrando.
Durante la última década, Silicon Valley ha funcionado bajo el embrujo de que la industria tecnológica era imparable.
Como terapeuta que ejerce en la zona, alrededor de la mitad de mis pacientes trabajan en el sector tecnológico. Lo hacen en empresas como Facebook, Amazon, Apple, Netflix y Google, así como en tecnología más avanzada abordando cuestiones como la inteligencia artificial.
Los ingresos medios de nuestros pacientes rondan las 6 cifras, pero muchos tienen sueldos mucho mayores. He estado en contacto con muchas personas que tienen acciones de esas compañías y que forman parte del Olimpo del ecosistema tecnológico.
La verdadera historia de Twitter
Gracias a mi trabajo, he visto de cerca la rápida expansión del sector. También he oído y visto de primera mano cómo estas empresas crecieron sin control gracias a los inversores. Vi cómo contrataron sin parar y repartieron beneficios como si fueran caramelos en un cumpleaños.
Para muchos en Silicon Valley, todo ello contribuyó a crear un entorno de seguridad profesional. Muchos creyeron e incluso interiorizaron la idea de que las cosas solo podían mejorar.
Con el tiempo, yo también me convencí de que Silicon Valley era intocable. Era una creencia errónea.
Nada en el universo puede existir en un estado constante de expansión. Todo requiere una contracción en algún momento y ahí es donde estamos ahora.
Desde que Twitter anunció despidos masivos a principios de noviembre, las ondas de choque han recorrido Silicon Valley.
El clima se ha llenado repentinamente de miedo, ansiedad e inseguridad. Es un contraste fortísimo respecto al optimismo desenfrenado de los últimos años.
Mi equipo de 21 médicos y yo trabajamos a todas horas para atender la repentina necesidad de apoyo psicoterapéutico y la avalancha de personas que intentan hacer uso de los servicios que contemplan los seguros médicos de sus contratos antes de que termine el año.
Tras los despidos de Meta, hemos estado atendiendo entre todos a entre 400 y 450 pacientes a la semana. Esperamos que esa cifra aumente con los despidos de Amazon.
Además de la terapia conversacional, mi equipo y yo nos especializamos en la terapia de trauma y en la desensibilización y reprocesamiento por movimientos oculares, una forma de psicoterapia diseñada para ayudar a las personas a curarse del trastorno de estrés postraumático.
El aumento de pacientes que nos buscan específicamente indica que la gente no solo quiere asesoramiento. Muchos, paralizados en un estado inicial de shock, están experimentando o volviendo a rememorar sus traumas.
Los despidos de Twitter fueron especialmente duros. La forma abrupta y caótica en que la empresa despidió inicialmente a casi el 50% de su personal generó ira y desconfianza. La cúpula directiva de Twitter sigue sin asumir ninguna responsabilidad ética o por la situación y las condiciones de los despidos aún no se han hecho públicas.
A los despedidos de Meta les va un poco mejor. La responsabilidad que asumió la dirección, así como las condiciones de despido, crearon una cultura muy diferente y redujeron esta misma ira y este miedo. La gente reconoce mejor el impacto que tuvieron los despidos en ellos.
Independientemente de la empresa, los empleados de bajo rango y los mandos intermedios son los que más inseguridad sienten.
En los tiempos de bonanza, muchos creyeron que tenían el poder de dejar el trabajo, tomarse unos meses de vacaciones, cuidarse y encontrar otro empleo en cosa de un día si lo necesitaban. Ahora, están preocupados por el tiempo que tardarán en encontrar trabajo.
No preveo un cambio radical a corto plazo y un escenario en el que todo el mundo vuelva a sentirse seguro. La gente va a pasar esta temporada de vacaciones abrochándose el cinturón, repasando sus habilidades para las entrevistas y haciendo lo necesario para acudir a ellas bien preparados.
En Silicon Valley se respira un ambiente de sobriedad que se extenderá hasta el nuevo año. Y los terapeutas como yo vamos a estar muy ocupados durante bastante tiempo guiando a la gente.
Annie Wright es psicoterapeuta y fundadora de Evergreen Counseling, un centro terapéutico especializado en el tratamiento de traumas situado en Berkeley pero que atiende a clientes de toda California.
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