Europa quiere que tu móvil te dure 7 años y puedas repararlo más, pero tiene 2 grandes obstáculos por delante

Reparación de móviles

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  • La Comisión Europea quiere que los productos electrónicos sean más fáciles de reparar y durante hasta 10 años para ser más sostenibles, algo que se centra sobre todo en electrodomésticos.
  • Hay planes para extender esta medida a móviles y tabletas, pero la realidad es completamente distinta: tendrán que afrontar obstáculos importantes, aunque también hay razones para el optimismo.

Seguro que te ha pasado alguna vez: compras un producto electrónico, lo usas hasta que pasa la garantía de normalmente 2 años y te empieza a dar problemas no mucho tiempo después. Te planteas repararlo, pero el fabricante no se hace cargo o el proceso es complicado y caro

No te queda otro remedio: compras otro nuevo.

La Unión Europea lleva tiempo trabajando para que los usuarios puedan reparar sus productos electrónicos de forma más fácil y económica, lo que además de un nuevo derecho para el consumidor, es una solución mucho más sostenible a nivel medioambiental porque reduce los residuos electrónicos, altamente contaminantes.

Ahora, la Comisión Europea ha adoptado una propuesta para ampliar su plan de economía circular, en marcha desde 2019, que se centra en ampliar el derecho a reparar. No hay grandes cambios dentro del periodo de garantía (el fabricante tiene que repararlo salvo cuando la reparación sea más cara que el reemplazo), pero sí cuando este plazo ya ha pasado.

La Unión Europea quiere declarar la guerra a la obsolescencia programada de dispositivos electrónicos, ropa y productos dedicados a la construcción

La directiva establece varias obligaciones para cuando acaba la garantía, entre las que destaca que los consumidores podrán reclamar a los fabricantes que reparen los productos cuando sea técnicamente posible, además de que el proceso de reparación sea en general más transparente.

Inicialmente, esta medida se ha orientado especialmente a los fabricantes de electrodomésticos, como televisores, lavadoras, frigoríficos, lavavajillas o aspiradores, entre otros. No supone un gran cambio, porque estas marcas ya tenían que proporcionar recambios durante al menos 10 años, y ahora solo tendrán que encargarse de primera mano de las reparaciones. 

Pero aquí está el meollo del asunto: la Comisión piensa extenderla "pronto" a móviles y tabletas.

Hay razones técnicas y de negocio que hacen que estos productos móviles sean muy diferentes a los electrodomésticos, lo que pueden ser obstáculos a la normativa de la UE, pero también hay alguna que otra razón para el optimismo y que tu móvil pueda durar más tiempo.

En contra: las baterías de ion de litio tienen una duración limitada y se degradan

Una persona enchufando su móvil al cargador

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Técnicamente, los productos portátiles tienen un componente que cambia completamente su reparabilidad: las baterías de ion de litio con las que pueden funcionar sin estar enchufados como el resto de los electrodomésticos.

Estas baterías están presentes en todo producto portátil: los smartphones, las tabletas, los ordenadores portátiles, los auriculares inalámbricos, wearables como los relojes, altavoces portátiles… incluso patinetes, motos y coches eléctricos.

Aunque se llevan utilizando durante años y han evolucionado para ser más compactas y tener más capacidad en menos espacio, la tecnología tiene un problema difícilmente superable: estas baterías se degradan pasados determinados ciclos de carga y su capacidad se va reduciendo progresivamente y con ello su duración.

 

En móviles, la autonomía media del mercado actualidad está en los 800 ciclos de carga. Esto implica que si lo cargas todos los días, en algo más de 2 años su capacidad será de menos del 80%.

Algunas marcas como OPPO han desarrollado ya formas para que esta vida útil se extienda, como BHE, un motor que alarga la vida útil de la batería hasta los 1.600 ciclos, lo que puede hacer que supere los 4 años de uso medio hasta que llegue al 80%. En cualquier caso, ni siquiera OPPO usa esta tecnología en todos sus dispositivos, sino solo en los de gama alta.

La marca que está haciendo más cosas para garantizar la sostenibilidad y facilitar la reparación ahora mismo es Nokia y su fabricante HMD Global. En el MWC presentó su G22, un smartphone que reivindica como el más reparable a través guías de iFixit y de piezas como pantallas, puerto de carga o nuevas baterías a precios asequibles. 

En algunos dispositivos su vida es aún más corta, como los auriculares inalámbricos. Barron's estima que el límite del 80% de capacidad se alcanza después de 500 ciclos de carga en los AirPods de Apple, los más vendidos, lo que sumado a lo difícil de desmontar que son por su diseño, hace que su reparación sea casi imposible a día de hoy y Apple opte por reemplazos cuando la garantía sigue en vigor.

"La batería y el cambio de pantalla se sitúan en los primeros puestos que citan los usuarios para el cambio de móvil. Un estudio de 2021, así lo indica, ya que entre las dos suman casi la mitad de todas las reparaciones", ha destacado un portavoz de HMD Global.

En contra: aunque ha mejorado, el software debe tener periodos de soporte aún más largos

Un móvil con Android

Unsplash / Adrien

Como parte de los compromisos del derecho a reparar, el objetivo de la Unión Europea es que los fabricantes amplíen el periodo de soporte de actualizaciones de software hasta los 7 años, como consta en la web de la iniciativa.

Lo cierto es que aunque en los últimos años el soporte es algo que han mejorado mucho la mayor parte de los fabricantes, tanto de Android como de iOS, la industria actual está aún muy lejos de los objetivos marcados por Europa para el derecho a reparar, lo que puede ser un problema para su ejecución.

En la actualidad, Apple es la marca que actualiza durante más tiempo sus móviles con nuevas versiones de iOS y parches de seguridad, con una media de 5 años de soporte que en algunos casos puntuales, como los móviles de mucho éxito, a veces llega a los 6 años.

Le sigue de cerca Samsung, que ha establecido un periodo de soporte de 4 años de actualizaciones de Android y 5 años de seguridad, un compromiso que anunció el año pasado. Esta medida ya se aplica en la gama alta de la marca y también las medias, pero de momento no en los modelos más baratos, que son los más vendidos.

OPPO es otra marca que ha aumentado hasta los 4 años de soporte de sistema operativo y 5 de parches, pero solo en los modelos de gamas altas. Nokia y Google garantizan 3 años para todos los modelos, mientras que vivo solamente a sus móviles de gamas altas.

En el resto de marcas del ecosistema Android, lo más común es que el soporte de actualizaciones está en los 2 años (algunos modelos de Xiaomi incluso menos), muy por debajo de los exigencias de Bruselas, lo que será muy difícil de cambiar.

A favor: los usuarios ya tardan cada vez más en cambiar de móvil

Smartphones

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El éxito de la propuesta de la Comisión Europea puede encontrarse un impulso importante en el mercado y en la deriva que está siguiendo recientemente: se venden menos móviles y la gente los usa durante más tiempo.

El año pasado se vendieron un 12% menos de smartphones en el mundo, el dato más bajo desde 2014, con menos de 1.200 millones de unidades, según Canalys. En 2017 el mercado alcanzó su pico (más de 1.400 millones) y no ha vuelto a acercarse a repetirlo. 

Con las tabletas pasa algo parecido. Sus ventas bajaron un 3,3% en 2022, con 162,6 millones de unidades, en un mercado que tocó techo hace casi una década, en 2013, cuando se superaron los 400 millones de ventas, como muestran los datos de IDC.

De igual manera, los productos electrónicos se conservan ahora durante más tiempo que antes. Según Strategy Analytics, el tiempo medio de vida de un smartphone en Europa Occidental alcanzó en 2020 su cifra más alta, con 40 meses. Tras un 2021 positivo para las ventas, esta firma asegura que los ciclos se han vuelto a alargar en 2022 y prevé que lo hagan aún más en este 2023.

Esto contrasta con los datos de mediados de la década de 2010, cuando la vida media de los móviles se había fijado en los 2 años.

Esta tendencia a vender menos productos y a conservarlos durante más tiempo encaja bien con la propuesta de la Comisión Europea, ya que muestra que el consumidor del viejo continente está más dispuesto a conservar su smartphone durante más tiempo.

"El concepto de longevidad resuena en todas las regiones y en todos los niveles de precios. El deseo de conservar un teléfono el mayor tiempo posible suele encabezar los paneles de declaraciones de los consumidores", como apostilla HMD Global.

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