La OCDE acordará una tasa Google global antes de verano: el Gobierno alemán asegura que es muy probable tras debatirlo con la Casa Blanca

La llegada de un nuevo presidente a la Casa Blanca ha cambiado drásticamente el tono diplomático de EEUU. Desde su investidura, Joe Biden ha reincorporado al país al Acuerdo Climático de París, ha revocado su salida de la Organización Mundial de la Salud (OMS), ha eliminado la financiación al muro fronterizo y, según ha desvelado el Gobierno alemán, parece dispuesto a relajar el veto de Washington a una tasa Google global.

Así lo ha desvelado este jueves el ministro alemán de Finanzas, Olaf Scholz, tras una reunión telefónica con la nueva secretaria estadounidense del Tesoro y expresidenta de la Reserva Federal, Janet Yellen, dando a entender que "es muy probable" un acuerdo con EEUU antes de verano para implantar un impuesto a las compañías tecnológicas a escala global, según ha asegurado a CNBC.

De hecho, este verano vence el plazo dado por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) para alcanzar un acuerdo internacional para implantar globalmente la tasa Google, después de que las negociaciones se interrumpieran abruptamente a mediados del año pasado ante la retirada de los negociadores estadounidenses, que criticaron que este impuesto era injusto para sus empresas.

Sin embargo, la administración Biden no comparte la misma visión que sus predecesores y Janet Yellen ya anunció la semana pasada su respaldo a un impuesto internacional a las grandes compañías tecnológicas durante su toma de posesión como secretaria del Tesoro en el Senado de EEUU, según la cadena estadounidense, que destaca que Yellen ha defendido que EEUU participe activamente en las negociaciones en el seno de la OCDE.

La negociación global sobre la tasa Google encalla: no habrá acuerdo en la OCDE como mínimo hasta mediados de 2021

La fecha tope fijada por la OCDE es especialmente relevante dado que va acompañada de un ultimátum de la Comisión Europea, que ha asegurado que aprobará una tasa Google común a los 27 si no se alcanza previamente un acuerdo internacional, como anunció el pasado septiembre la presidenta de la Comisión, Ursula von der Leyen, durante su primera participación en un debate sobre el estado de la Unión en la Eurocámara. 

"No escatimaremos esfuerzos en lograr un acuerdo en el marco de la OCDE o el G20", afirmó von der Leyen hace 4 meses, "pero dejen que despegue toda duda: si el acuerdo no logra un sistema fiscal justo que permita registrar unos ingresos sostenibles a largo plazo, Europa presentará su propia propuesta a principios del año que viene". Poco antes, su vicepresidente, Valdis Dombrovskis, auguró que esta tasa aportaría 1.300 millones de euros anuales a sus arcas.

Además, Bruselas ha apoyado a los estados miembros que, como España, Italia o Francia, han aprobado impuestos a los servicios digitales como forma de evitar los entramados fiscales que aprovechan las leyes tributarias de Países Bajos e Irlanda para eludir la mayor parte de las tasas que les corresponden, pese a las amenazas del expresidente Donald Trump de responder a esas tasas con aranceles a la UE.

De hecho, hace pocos días, la Oficina del Representante Comercial de EEUU ha criticado la entrada en vigor de la tasa Google española, asegurando que es "inconsistente con los principios de la fiscalidad internacional y restringe el comercio exterior de EEUU" y, pese a que no ha anunciado represalias como las que se tomaron contra Francia por el mismo motivo, ha afirmado que estudiarán "todas las opciones disponibles".