La OMS notifica más de 1.000 casos de hepatitis aguda grave en niños de todo el mundo: el adenovirus fue el "patógeno detectado con mayor frecuencia"

Según una nueva actualización de la Organización Mundial de la Salud (OMS), hasta el 8 de julio se han informado más de 1.010 casos de hepatitis aguda de origen desconocido en niños en 35 países en 5 regiones del mundo desde el inicio del brote el pasado 5 de abril. 

Desde la publicación de informe anterior, del 24 de junio de 2022, se han detectado 90 nuevos casos probables y 4 fallecimientos. 2 nuevos países, Luxemburgo y Costa Rica, han notificado casos probables por primera vez.

Hasta el momento han muerto 22 niños, y casi la mitad de los casos probables (48%) se han registrado en Europa, donde hasta 21 países han reportado un total de 484 casos, 40 de ellos en nuestro país. Reino Unido encabeza el número de casos en la región con 272 (el 27% de los casos mundiales). 

Tras Europa, el segundo número más alto de casos probables se notificó en la Región de las Américas con 334 casos (33% de los casos globales) de los Estados Unidos, seguida por la Región del Pacífico Occidental , la Región de Asia Sudoriental y la Región del Mediterráneo Oriental. 

Estos son los síntomas de la nueva hepatitis infantil de origen desconocido y cuánto tardan en aparecer

De acuerdo a los datos clínicos dispobibles (basados en 100 casos) los síntomas más frecuentes fueron náuseas o vómitos (en el 60 % de los casos), ictericia (53 %), debilidad general (52%) y dolor abdominal (50 %). El tiempo promedio entre el inicio de los síntomas y la hospitalización fue de 4 días.

El adenovirus fue “el patógeno detectado con mayor frecuencia"

Los adenovirus, que causan una amplia gama de enfermedades, como resfriados, fiebre, dolor de garganta y neumonía, han sido “el patógeno detectado con mayor frecuencia” en los casos de hepatitis pediátrica.

En Europa, se detectó adenovirus en el 52% de los casos de hepatitis infantil; en Japón, se encontró en solo el 9% ciento de los casos , informa la OMS. En lo relativo al nuevo coronavirus, en la región europea, el SARS-CoV-2 fue detectado en el 16% de los casos, en EEUU en el 8% de los casos, mientras que en Japón se encontró en el 8% de los casos.

Si bien aún no puede señalarse con certeza el origen detrás del número de casos de hepatitis aguda infantil, recientemente 2 estudios publicados en el New England Journal of Medicine —relativos a un centro médico en Birmingham, (Alabama EEUU), y

otro en Birmingham, (Inglaterra)— informan de un aumento en los últimos meses de los niños con hepatitis aguda e inexplicable. Aunque solo cuentan con evidencia circunstancial, enfatizan que el adenovirus 41, puede ser un factor contribuyente. 

Los adenovirus son patógenos comunes que generalmente causan infecciones autolimitadas en las vías respiratorias, los ojos, el intestino o el hígado entre otros. Se contraen por el contacto con secreciones de una persona infectada o con un objeto contaminado. También puede ser transmitida por el aire o por el agua.

Infección por adenovirus: síntomas, vías de contagio y prevención del patógeno vinculado a los casos de hepatitis infantil

En ambos estudios, se detectaron infecciones por adenovirus en aproximadamente el 90% de los niños examinados, y los niños que desarrollaron insuficiencia hepática aguda o requirieron trasplantes tenían niveles promedio más altos del virus en la sangre que aquellos con casos más leves.

No obstante aún no se ha confirmado la causa, tratándose solo de una hipótesis de las muchas en las que están investigando los científicos. Además el adenovirus, no logra explicar por completo la gravedad de la infección generada en los niños.

La comunidad científica baraja la posibilidad de que una infección por adenovirus desencadena una respuesta inmunitaria anormal en algunos niños, y es esa respuesta inmunitaria, y no el virus, la que daña el hígado.

Sobre esto, estudios anteriores han señalada una infección previa por coronavirus SARS-CoV-2 podría crear el escenario adecuado para desencadenar los graves efectos hepáticos experimentados por los pequeños tras un contagio posterior por adenovirus.