La oportunidad tras el 'cleantech': un nuevo modelo de mercado e inversión centrada en economía circular, según el experto mundial Nick Parker

El futuro pasa por las tecnologías limpias. Al menos para que sea un futuro viable en este planeta. La inversión en el sector cleantech, o de tecnologías limpias, ha crecido de forma exponencial desde la a penas existente de principios de los 2000. Si la inversión global a penas superaba los 1.300 millones de dólares en su nacimiento, en 2019 la cifra superaba los 2 billones, según pone de relieve Nick Parker, presidente de Parker Venture Management y experto mundial en cleantech, durante la presentación de startups del fondo de emprendedores de Repsol.

Un crecimiento exponencial al que debe acompañar un cambio de pensamiento: “Debemos pesar de forma exponencial no lineal”, señala Parker, “los problemas son exponenciales y las respuestas deben ser exponenciales”, dice en referencia al cambio climático. 

El mundo se enfrenta a una crisis climática, “el clima sólo es un síntoma de lo que nos enfrentamos”, señala y advierte, “estamos liquidando activos y llamándolo beneficio”. Así es que al otro cambio que apela el experto es a identificar el egocentrismo con el que vemos el mundo. “Nos disculpamos por llegar tarde por un atasco, pero no nos vemos como parte de este atasco”. 

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Los retos que plantea el cambio climático y la propia crisis del coronavirus entrañan, también, oportunidades para las compañías. Sin ir más lejos, las mejoras en eficiencia energética suponen una oportunidad de mercado de 3,8 billones de dólares. 

En este contexto, Parker insta a estimular la innovación en economía limpia, con productos que se integren en los estándares de economía circular, utilizando datos históricos y en tiempo real y optimizando las infraestructuras de reciclaje. 

La tecnología para dar el paso a una economía descarbonizada existe, pero lo más complicado es promover un cambio en el sistema económico para que el mercado funcione. Es necesario crear nuevos sistemas económicos que contemplen la naturaleza, según juzga este experto. El reto está en la adopción de todos estos parámetros de sostenibilidad, de crear un nuevo sistema económico y hacer que el mercado funcione. 

“Tenemos que reformar los mercados”, dice Parker en un intento por promover la adopción y réplica de prácticas económicas más sostenibles. “Las soluciones sostenibles existen, el reto es hacerlas funcionar dentro del mercado”.

El otro reto es la globalización, es decir, ser capaz de crear soluciones en una parte del mundo que pudieran ser aplicadas en la otra parte. Por ejemplo, el capital riesgo no utiliza  modelos transfronterizos. “Los inversores del oeste no tienen conocimiento de las soluciones del este”, introduce el problema Parker, “No saben como ir de un mercado a otro y escalar las soluciones”.

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El experto en economías limpias cree que la combinación diferentes formas de financiación para poner en marcha los proyectos de tecnologías limpias que podrían dar la vuelta al sistema actual y producir un cambio real hacia la sostenibilidad. “Necesitamos una nueva perspectiva, un sistema de inversión basado en una inversión en economía circular”.

En este sentido se refiere, sin ir más lejos, a combinar inversiones equity, deuda y ayudas. Pero en última instancia la idea es que las inversiones se basen en la economía circular. También considera vital el rol de los actores no financieros como think tanks y ONG para desarrollar un nuevo sistema de innovación a través del cual las empresas estén interconectadas.  

Y por último, Parker alienta un cambio de pensamiento también en lo referente al diseño. “No diseñamos de forma holística, este proceso debe estar inspirado por la naturaleza y tendemos a diseñar pensando desde la ingeniería”, dice el experto con un ejemplo en el que contrapone una rotonda y un semáforo. 

Así es que el experto anima a un cambio la mentalidad, a no pensar en los problemas sino en las oportunidades. Un modelo de pensamiento ecológico y no uno en el que el hombre esté en el centro. Y a crear una nueva conciencia colectiva que ayude a ver el mundo con nuevos mapas y nuevas perspectivas. Un paso para el que se apoya en la neurociencia para crear nuevos modelos y oportunidades.