El origen de la vida en el planeta Tierra: estas moléculas, de 3.500 millones de años de antigüedad, ofrecen algunas respuestas
- Un grupo de investigadores ha analizado las baritas existentes en la formación Dresser, ubicada en Australia Occidental, para observar unas moléculas orgánicas que fueron los nutrientes de la vida primigenia.
- Con 3.500 millones de años de antigüedad, estos compuestos orgánicos parece que tienen la clave para explicar el origen de la vida en el planeta Tierra.
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En El origen de las especies, Charles Darwin demostraba, a través del análisis de unas tortugas ancestrales, la evolución de la vida en el planeta Tierra. Con ello, la tarea se convirtió en descubrir qué motivó este cambio concretamente.
Ahora, un grupo de investigadores australianos ha descubierto una especie de moléculas orgánicas en formaciones rocosas muy antiguas, de 3.500 millones de años de antigüedad, según ha publicado Nature Communications.
Estas se congregan en la formación Dresser, en Australia Occidental, y se ha planteado la posibilidad de que las mismas existieran en hábitats terrestres muy tempranos, utilizadas como nutrientes para las diferentes formas de vida primitivas de aquel momento.
"Este hallazgo contribuye de manera decisiva a nuestra comprensión de la historia evolutiva más temprana, aún poco clara, de la vida en la Tierra", resaltó en un comunicado Helge Mißbach, del Instituto de Geología y Mineralogía de la Universidad de Colonia (Alemania) y autor principal de la investigación.
La investigación, de esta forma, pretende entender mejor cómo evolucionaron estas moléculas, que han dejado sus vestigios en la zona, para alimentar a las formas de vida originarias.
Los minerales que han permitido estudiar el origen de la vida
Calcular la edad de la Tierra es relativamente fácil, así como la evolución de los diferentes organismos. Lo que supone una dificultad añadida es observar qué ocurrió concretamente para que las diferentes formas de vida evolucionaran.
Para dilucidar esto, el grupo de investigadores hizo uso de baritas, un mineral de la categoría de los sulfatos fechados, que tiene su datación hace 3.500 millones de años, época coincidente con el desarrollo de la vida temprana en la Tierra.
En dichos minerales, encontraron compuestos orgánicos como metanotiol y ácido acético, además de gases como dióxido de carbono y sulfuro de hidrógeno. Estos compuestos, probablemente, fueron de vital importancia para los procesos metabólicos de la vida microbiana que existía en aquel tiempo.
Según ha explicado Mißbach, al rascar las baritas "huelen a huevo podrido", lo que indicaría que existe material orgánico en su interior "que podría haber servido como nutriente para la vida microbiana temprana".
Aunque los investigadores han aclarado que es imposible estar seguros al 100%, los estromalitos de alrededor –estructuras minerales bioconstruidas– podrían haber influido en el desarrollo de estas comunidades primigenias de microbios.
"Muchos compuestos descubiertos alojados en la barita habrían proporcionado sustratos ideales para los microbios metanogénicos y basados
en azufre propuestos previamente como actores en el entorno de Dresser", han asegurado los investigadores.
Es decir que, según el estudio, en Dresser existían ingredientes esenciales del tioacetato de S-metilo, un agente químico clave en la formación de la vida primigenia.
A pesar de este hallazgo, el origen de la formación de vida en la Tierra ofrece muchas incógnitas. Sin embargo, los investigadores se acercan, cada vez más, a los misterios que ofrece nuestro planeta sobre el origen de la vida.
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