Pablo Casado da batalla hasta el final: no dimite, continuará presidiendo el PP, pero no se presentará al próximo congreso que se celebrará en abril

Una sala de la sede del PP el día en el que Pablo Casado estuvo llamado a dimitir.
Una sala de la sede del PP el día en el que Pablo Casado estuvo llamado a dimitir.

REUTERS/Jon Nazca

A esta hora del jueves 24 de febrero, Pablo Casado continúa siendo presidente del Partido Popular.

Sus barones confiaban en que el líder del principal partido de la oposición anunciaría su dimisión inmediata en la noche del miércoles. Sin embargo, la reunión, que se convocó a las 20:00 horas del miércoles, se ha acabado prolongando hasta la madrugada. Ha sido al filo de la una y media de la mañana cuando Casado ha confirmado que no dimite.

Pero no concurrirá al próximo congreso del PP, que la Junta Nacional de la formación convocará el martes que viene. Dicho congreso, que se celebrará con carácter extraordinario, será pilotado por dos altos cargos del partido: Cuca Gamarra será la coordinadora general de la formación, la actual portavoz en el Congreso. Esteban González Pons será el presidente del comité organizador del Congreso.

Además, Pablo Casado ha pedido expresamente a Alberto Núñez Feijoo que se presente a dicho congreso. Feijoo es el nombre que desde hace días más sonaba como sucesor de Casado. El presidente de la Xunta de Galicia mantuvo un encuentro con el hasta ahora presidente del PP que se prolongó algo más de dos horas.

El encuentro entre Casado y Feijoo se celebró horas antes del cónclave entre el hasta ahora líder del partido y sus barones regionales. Al encuentro no acudió Isabel Díaz Ayuso, presidenta de la Comunidad de Madrid, ya que ella no dirige el PP madrileño, cuyo congreso está pendiente todavía de convocatoria.

Hasta que no se conoció la decisión de Casado, los medios ya habían avanzado lo que era un secreto a voces. Los barones pedirían la dimisión inmediata de Casado: que depusiera las armas esa misma noche. Pero la forma en la que el encuentro se fue prolongando hasta la madrugada hizo pensar que Pablo Casado estaría dando batalla hasta el final.

En el encuentro se llegó a plantear que en la misma noche del miércoles Casado dimitiera y el propio Núñez Feijoo asumiera su cargo. Ni siquiera está clara que esa opción sea estatutariamente posible.

El primer barón en salir del encuentro en Génova fue el presidente de la Junta de Andalucía, Juan Manuel Moreno Bonilla, quien ante los medios ha aseverado que "Pablo Casado no tiene que dimitir". "Entró en un congreso con unas primarias. Le corresponde salir en un congreso. El presidente Casado saldrá en un congreso, como ha sucedido habitualmente en todos los congresos del PP".

El propio Moreno Bonilla reconoció ante los medios que con este encuentro lo que se ha querido evitar es "el escarnio al PP". También reconoció "la generosidad de Pablo Casado" en "todo momento" durante la reunión.

"Situación de colapso orgánico"

Una de las valoraciones más esperadas era la del propio Núñez Feijoo, que al filo de las dos de la mañana compareció ante los medios. Reivindicó que el comunicado en el que notificaban que Casado continuaría presidiendo el PP hasta el congreso que se convocará para el próximo mes de abril.

"Hemos hablado de propuestas a la Junta Directiva Nacional como es el presidente del comité organizador del Congreso. El presidente del partido nos ha comunicado, dada la dimisión del secretario general, que veo oportuna, nombrar una coordinadora general del partido. Salimos con un partido normalizado hasta el 2 o el 3 de abril. Y con una propuesta de unanimidad y una fecha".

Sin embargo, ha preferido no pronunciarse sobre la posibilidad de que él sea el principal candidato a presidir el PP en ese congreso.

"No voy a hacer ninguna valoración sobre ocupar una vacante que no es tal, como es la del presidente del PP, ni concurrir a un congreso que todavía no está convocado. Cuando el congreso se convoque es lógico que cualquier candidato se presente al mismo. Intento ser una persona previsible, seria y respetuosa. La forma es la garantía de las cosas".

"El congreso no está convocado. Mientras no se convoque un congreso no tengo nada que decirles. Les puedo asegurar que cuando se convoque el congreso tendrán una valoración y sabrán cuál es mi decisión. Dejemos que las cosas fluyan", explicitó.

Otros dirigentes, como el presidente murciano López Miras, detalló que el presidente Casado había estado "a la altura".

Punto y seguido a una crisis

Con Pablo Casado sin dimitir, la portavoz del PP en el congreso, Cuca Gamarra, se queda como coordinadora del partido, mientras que González Pons pilotará el próximo congreso de los populares. De esta manera termina una de las crisis más graves que la formación conservadora ha sufrido en toda su historia.

El cisma del PP, en las últimas cinco elecciones: así se ha ido abriendo la fractura que divide hoy a populares entre Ayuso y Casado

La crisis arrancó hace exactamente una semana, cuando medios como El Confidencial o El Mundo avanzaron que desde el Gobierno de Ayuso en Madrid se había detectado una supuesta trama de espionaje encargada al parecer desde el Ayuntamiento de la capital para acceder a información sobre un contrato sanitario que hizo la Comunidad en 2020 y que involucra al hermano de la presidenta.

La dirección del PP y el propio Ayuntamiento de Madrid negó ese extremo, aunque a finales de la semana pasada Casado criticó con aspereza si era razonable que con 700 personas "muriendo cada día" se podía contratar con un familiar. 

El hermano de Ayuso, según reconoció la propia presidenta, cobró 55.000 euros de una empresa contratista de la Comunidad por su intermediación en una compra de mascarillas de China al comienzo de la pandemia. La Fiscalía Anticorrupción ha abierto una investigación.

Este martes el propio Almeida y un sinfín de altos cargos que han formado parte del círculo cercano de Casado en la dirección nacional del PP anunció su dimisión. El último en hacerlo ese día fue Teodoro García Egea, su hasta entonces secretario general. El miércoles por la mañana Casado acudió al Congreso de los Diputados, a la que sería su última sesión de control al Gobierno.

En su intervención, Casado logró arrancar al presidente del Gobierno un compromiso: no habrá convocatoria de elecciones anticipadas para aprovechar este momento de debilidad del PP.

Con su marcha el próximo mes de abril, cuando se celebre el Congreso, Casado habrá sido uno de los presidentes más breves de los populares. Llegó al cargo en 2018, después de que su antecesor, Mariano Rajoy, dejara la política tras ser desalojado de la Moncloa con la moción de censura de PSOE y Unidas Podemos que prosperó a finales de mayo de ese año.

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