Pacto de rentas
- El pacto de rentas es una medida excepcional que sirve para repartir el coste de la inflación entre diferentes agentes económicos.
- Esta es la utilidad del pacto de rentas y las medidas que se ponen en marcha.
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- ¿Qué es el pacto de rentas?
- Para qué sirve el pacto de rentas
- A quién afecta el pacto de rentas
- Medidas que se ponen en marcha con el pacto de rentas
- Quién negocia el pacto de rentas
- ¿Qué supone una espiral inflacionaria?
¿Qué es el pacto de rentas?
El pacto de rentas es una medida excepcional que sirve para repartir el coste de la inflación entre diferentes agentes económicos.
Se trata de un concepto al que se hace referencia en épocas de fuertes subidas de precios, cuando el nivel adquisitivo de los ciudadanos se reduce de manera considerable.
Esta medida ya se aplicó en España en 1977, concretamente en los Pactos de la Moncloa. El Gobierno y los sindicatos quieren llegar a un acuerdo con la patronal para que vuelva a ponerse en marcha próximamente, pero la negociación no ha llegado a buen puerto.
En realidad, el pacto de rentas es un conjunto de medidas con diferentes propuestas y que resulta complejo. De ahí que merezca la pena conocerlo en detalle.
Para qué sirve el pacto de rentas
El pacto de rentas tiene diferentes objetivos, todos ellos relacionados con la inflación.
Estas son las utilidades que puede tener el pacto de rentas:
- Repartir el coste de la inflación entre los diferentes agentes económicos, como pueden ser los trabajadores y empresarios.
- Evitar que la situación acabe desencadenando una espiral inflacionista.
- Proteger el poder adquisitivo de la población, aliviando los efectos de la subida de precios en su bolsillo.
- Conseguir una cierta estabilidad de precios a pesar del entorno inflacionista.
A quién afecta el pacto de rentas
El pacto de rentas, si se lleva a cabo, termina afectando a toda la población.
Sin embargo, los principales agentes implicados serían los del sector privado. Es decir, trabajadores y empresarios.
Esto puede afectar a la subida de precios de los productos de las empresas, haciendo que sus márgenes no sean tan elevados. También es posible establecer unas subidas salariales concretas para ciertos sectores.
¿Hay que incluir a funcionarios y pensionistas en el pacto de rentas? Según explican desde Newtral, esto depende de las intenciones del Gobierno. Lo habitual sería que afecte sobre todo al sector privado ya que las retribuciones que emanan del sector público pertenecen a otro sistema.
En cualquier caso, los pensionistas ya están protegidos con la actualización de pensiones según el IPC.
Medidas que se ponen en marcha con el pacto de rentas
La utilidad del pacto de rentas es aprobar y poner en marcha diferentes políticas que sirvan en un entorno de inflación.
Algunas de las medidas que se pueden aprobar son las siguientes:
- Compromiso de las empresas para moderar el alza de los precios, aunque afecte a sus márgenes.
- Subida moderada del salario de los trabajadores.
- Incremento moderado del Salario Mínimo Interprofesional (SMI).
- Rebajas fiscales para los colectivos más vulnerables.
- Aumento de las pensiones.
- Deflactación de la escala del gravamen del IRPF.
- Prestaciones y ayudas económicas para las capas más vulnerables de la población.
Quiénes negocian el pacto de rentas
El pacto de rentas se negocia entre el Gobierno, la patronal, los sindicatos y los agentes sociales.
El papel del Gobierno es, en muchas ocasiones, de mediador y garante de cumplimiento: debe conseguir que los distintos agentes implicados alcancen un acuerdo y que este sea respetado.
Además, el Gobierno también puede apoyar los pactos que alcancen empresarios y trabajadores, aprobando medidas fiscales o de ayuda para que puedan salir adelante con menor dificultad.
La iniciativa también puede surgir directamente del Gobierno, especialmente cuando la situación inflacionaria se vuelve preocupante y son necesarias medidas de carácter urgente.
¿Qué supone una espiral inflacionaria?
El mayor peligro que pretende evitar un paco de rentas es la espiral inflacionaria.
Este fenómeno provoca una inflación todavía más elevada y una mayor pérdida de poder adquisitivo en la población.
En una espiral inflacionaria, el coste de producción no deja de subir, lo que acaba provocando que también lo hagan los precios de los productos, empobreciendo a los consumidores.
Al subir los precios, algunos salarios también lo hacen, y esto provoca que al mismo tiempo aumenten de nuevo los costes de producción, incrementándose otra vez los precios de los productos.
Es decir, se trata de un bucle en el que la inflación no baja porque los diferentes elementos que influyen en ella se retroalimentan.
Una de las formas de no caer en la espiral inflacionaria es precisamente el pacto de rentas, ya que con subidas moderadas de salarios y reducción del coste de los productos (con la correspondiente pérdida de márgenes empresariales) es posible controlar la inflación o que incluso comience a bajar.
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