Una panadera autodidacta cocina panes que parecen auténticas obras de arte

• Hannah Page ha estado haciendo auténticas obras de arte con pan durante los últimos seis años, publicando sus fotos en la popular página de Instagram Blondie + Rye.
• La panadera de Carolina del Norte crea hermosos diseños, o usa verduras y fruta en polvo para darle magníficos toques de color.
• Page trabaja casi exclusivamente con masa madre, una afición que se convirtió en su pasión desde que aprendió a hacerla.
• En su vida diaria es profesora de historia en el instituto y ha asegurado que ha optado por hacer que la fabricación de pan sea un hobby en lugar de una profesión.
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Hoy en día, parece que todo el mundo es un experto en elaborar masa madre. No hay más que echar un vistazo a Instagram para darse cuenta de la gran cantidad de aspirantes a reposteros y panaderos que hay.

Pero si buscas el perfil de Hannah Page, verás algo más que panes bonitos. Verás cómo intrincadas hojas se entrelazan a lo largo de una baguette o flores cuidadosamente talladas en la corteza. A veces, visualizarás grandes estallidos de color, como un arco iris de verduras, entre otras cosas.

Page está detrás de la popular cuenta de Instagram, Blondie + Rye, donde la panadera autodidacta transforma constantemente las barras de pan y los bollos en preciosas obras de arte.

Hemos hablado con ella para averiguar cómo comenzó su pasión por la panadería, por qué se dedicó al arte del pan y cuáles son consejos para los que se adentran en trabajar la masa madre.

Hannah Page comenzó a hornear pan hace 6 años, cuando un compañero de trabajo le regaló un horno holandés por su boda.

Dentro del horno holandés había una versión escrita a mano de la receta de pan sin amasar de Jim Lahey, el propietario de la legendaria panadería de la calle Sullivan en la ciudad de Nueva York. Esta había sido publicada por el escritor gastronómico del New York Times Mark Bittman en 2006 y rápidamente fue compartida entre miles de personas amantes de la repostería.

Page, que enseña historia en una escuela secundaria en Raleigh, en Carolina del Norte, pronto se volvería una amante del horneado.

"Esa fue mi primera experiencia en con el pan, y fue usando levadura comercial", explica a Insider.

Pero no fue hasta que Page comenzó a experimentar con la masa madre cuando se apasionó por el pan.

Todo cambió cuando, a los 6 meses de comenzar su pasión repostera, Page hizo su propio fermento de masa madre.

"Puedes ser aficionada a hornear pan, pero una vez que haces tu propia masa madre, que la desarrollas desde cero, es cuando te fascina", afirmó. "Dado que lo estás creando de la nada, se convierte en parte de cada pan que elaboras. Mi masa madre tiene compuestos que nadie más tiene. Hay gente que usa recetas de mediados del Siglo XIX. Es una locura pensar que podrías seguir pasándoselas a la gente", exalta.

"Una vez que hice mi propia masa madre y descubrí cómo hornearla, fue cuando no hubo vuelta atrás", recuerda.

Page comenzó a cocinar pan todos los días y pronto usó la técnica de cortar la masa del pan con un cuchillo antes de hornearla para hacer dibujos.

"No recuerdo exactamente cuando empecé a hacer los diseños, pero fue bastante pronto", cuenta. "No pasó más de un año desde que empecé a interesarme por la estética y no sólo por el sabor", añade.

"Me encontraba garabateando los diseños en cualquier cosa. En mi agenda, en las facturas, en los cuadernos. Donde debería haber tomado notas en las clases de la facultad, tenía diseños", rememora.

Aunque muchos de sus diseños pueden parecer complicados, Page dice que no le lleva mucho tiempo en pensarlos.

"La verdad es que no siempre sé de dónde me viene la inspiración cuando empiezo", asegura. "Suelo pensar en cómo se verá después de pasar por el horno, si quedará mal. Tienes que pensarlo con antelación, pero muchas veces no le doy demasiadas vueltas".

Page indica que miró libros de diseños al principio para "conocer el sentido de la técnica", pero rápidamente comenzó a basarse en las recomendaciones de métodos franceses.

Ahora, a menudo se inspira en "las caprichosas expresiones de lo que se puede ver en la naturaleza", cubriendo sus panes con magníficos diseños de hojas y flores, o creando jardines enteros en la corteza de los panes.

Y mientras que muchos panaderos crean o usan plantillas para los diseños de la corteza, Page cuenta que los hace prácticamente a ojo.

"Suelo utilizar una navaja de doble filo, que es extremadamente afilada y tengo que ser muy, muy cuidadosa con ella", dice Page. "Esa es realmente la herramienta adecuada haga el pan que haga".

"También uso mucho las tijeras de cocina muy afiladas", resalta.

Page no suele escribir sus recetas y en su lugar toma decisiones sobre la marcha, basándose en los ingredientes que tiene.

"Me digo: esta es la harina que tengo, estos son los ingredientes de los que dispongo, de modo que calculo lo que puedo hacer con ello y lo hago", señala.  "No soy imprecisa, no quiere decir que vierta la harina en un tazón: uso una balanza. Simplemente no lo mido todo", agrega.

"Es parte de lo que me gusta, es como una especie de riffing", matiza Page. "La improvisación es algo que valoro mucho".

Mientras seguía trabajando en sus diseños, Page se dio cuenta de que estaba explotando un lado artístico que ni siquiera sabía que tenía.

"En realidad nunca he tenido una vena artística", dice. "He sido bastante torpe en lo relativo a lo artístico en mi pasado. Mi hermana es muy buena dibujando, pero yo nunca he sido muy ducha en esas cosas".

"Era extraño encontrar algo artístico en lo que me sentía buena".

A medida que el talento de Page y el número de seguidores en Instagram crecían, mucha gente se preguntaba por qué no convertía su hobby en su profesión.

Pero para Page, hacer pan es mucho más que publicar fotos bonitas en las redes sociales. Es pura meditación.

"El proceso de hornear pan es una forma de descomprimirme", asegura. "Me levanto muy temprano, lo hago casi exclusivamente por la mañana cuando nadie más está despierto y soy sólo yo. Se ha convertido en parte de mi ritual matutino".

Page comenta que estaría "muy nerviosa" si perdiera la parte de meditación que le supone hacer pan.

Ese sentimiento contemplativo es la razón por la que a Page le encanta hornear masa madre, un proceso largo que requiere mucha paciencia.

"Con la masa madre, tienes que estar cerca y esperar, tienes que estar vigilando esa masa", comenta. "Temprano, revisaba mi masa en medio de la noche. Se apoderará de tu mente porque se convierte en esa cosa genial que has creado con tus propias manos."

"Durante mucho tiempo, el pan ha sido el centro de la comida de muchas culturas y personas", añade. "Si tienes un buen pan, tienes lo que necesitas".

Una de las mayores alegrías de Page ha sido compartir el pan con la gente que ama, desde su familia y amigos hasta sus alumnos y vecinos.

"Me gusta llevar el pan a los alumnos, son muy agradecidos. Siempre bromeo con que son una manada de lobos voraces. Me doy la vuelta y solo quedan migajas", afirma. "Me ayudan a experimentar y me retroalimentan".

"Hornear para la comunidad también es muy divertido", dice Page. "Solíamos llevarlo a nuestra cervecería local. Les doy un poco de pan, nos dan un poco de cerveza. Cambiando la fermentación por la fermentación", expone.

Cuando la gente de su entorno pasa por un momento difícil, Page siempre se asegura de llevarles una barra de pan.

"Es diferente a traer un plato de brownies", comenta. "La mayoría de la gente no lleva pan fresco, así que supone algo único para tus amigos o familiares, además de que es muy nutritivo".

"Si alguien está teniendo un mes muy duro en el trabajo, siempre les doy una barra de pan casera".

Page no puede compartir el pan con sus seres queridos durante la cuarentena, pero ha estado compartiendo su amor con muchas personas que están empezando su propio viaje repostero.

"Va a ser muy interesante ver lo que sucede a raíz de esto y a medida que pasemos por esto juntos como sociedad", opina.

"¿Terminaremos creando toda una nueva generación de panaderos? Eso sería algo realmente maravilloso".

Page cree que hacer pan es la "actividad de cuarentena perfecta" y que mucha gente le ha dicho que ha estado en su lista de deseos durante mucho tiempo.

"Estás haciendo algo que siempre has querido hacer, pero no tenías tiempo", asegura. "No es sólo aprender una receta y finalmente hacer esa sopa que querías hacer, es una habilidad".

"Y si estás cocinando en casa para tu familia, quieres hacer algo que pueda nutrirlos. El pan es algo que comprarías normalmente y que quieres aprender a hacer".

Para los que están empezando, Page recomienda aprender con la levadura comercial en lugar de ir directamente a la masa madre.

"Empezar con la levadura comercial es lo mejor, eso es lo que hice yo", recomienda. "Recetas simples sin amasar ayudan a tener una idea de las etapas de la fabricación del pan. Primero es necesario aprender lo que hay que hacer cuando el pan se agranda por primera vez para que vuelva a fermentar".

Si estás listo para dar el salto a hacer masa madre, pero no puedes encontrar los ingredientes para hacerlo, Page sugiere llamar a las panaderías locales para ver si tienen algún ingrediente que estén dispuestos a vender o regalar.

Page dice que también hay un montón de grandes ingredientes que adquirir online para empezar con la masa madre (de hecho, recomienda Foolproof Baking, Alchemy Bread, Northwest Sourdough, o The Clever Carrot).

"Y, si estás empezando directamente con la masa madre, tómatelo con calma", avisa antes de añadir que "no seas tan duro".

Si quieres algo para decorar el pan, asegura que lo mejor es una cuchilla llamada 'lame', que es específica para hacer los dibujos.

Para decorar, la mejor herramienta es una paleta especial para el pan. Pero hay maneras de ser creativo como utilizar otro tipo de cuchillos o una brocheta de shish kebab.

"Tienes que ser capaz de deslizar una navaja de doble filo o un cuchillo plano y largo", explica. "No necesitas más que una hoja de afeitar y tal vez un par de tijeras".

Sin embargo, Page relata que su consejo más importante es que cualquiera puede hacer un pan tan bonito como los suyos.

"Todo el mundo puede hacer esto y cocinar un pan estéticamente bonito, además de añadirlo a su rutina culinaria", asegura. "Para mí, comenzó siendo algo divertido, pero además está la parte de la estética. Tienes un lienzo y lo rompes, lo cual es genial", dice.

"Se puede ver como una especie de arte cotidiano", añade.