2022 cierra con un récord histórico de afiliación: 20,3 millones de trabajadores y el paro en mínimos desde 2007

El mercado laboral resiste contra viento y marea. A pesar de la guerra, a pesar de la inflación galopante y de la amenaza de una recesión global, España despide un 2022 histórico para el empleo.

2022 cierra con más trabajadores afiliados que nunca y la cifra de paro más baja desde 2007, cuando la economía se encontraba dopada por la burbuja inmobiliaria, según los datos publicados hoy por el Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones y el Ministerio de Trabajo y Economía Social.

La afiliación media a la Seguridad Social creció en diciembre en 12.640 personas respecto a noviembre, alcanzando los 20,29 millones de afiliados en 2022, lo que supone un aumento de 471.360 personas respecto a 2021. El crecimiento, del 3,9%, es el más alto de los últimos años.

Con esta cifra, España supera de largo los niveles de empleo que había antes de la pandemia. Concretamente, ahora mismo hay 815.000 empleados más en el mercado laboral que en 2019. Esto, sin embargo, ocurre a pesar de que el PIB no ha recuperado lo perdido por la crisis del COVID-19, lo que significa que, aunque hay más empleo, éste es menos productivo.

España no solo crea más empleo, sino que el paro ha caído a mínimos no vistos desde 2007, en pleno boom inmobiliario. El número de desempleados bajó en diciembre en 43.727 personas, dejando la cifra total de parados en 2,8 millones de personas, la más baja desde 2007.

"Esta reducción del desempleo es especialmente importante teniendo en cuenta el clima de incertidumbre", ha explicado el secretario de Estado de Empleo, Joaquín Pérez Rey.

Los datos aislados del mes de diciembre, sin embargo, no son tan positivos: el empleo aumentó en 12.640 personas en diciembre, lo que supone el peor mes de diciembre desde 2012.

"Hemos tenido un mes de diciembre menos nuevo", ha reconocido el secretario de Estado de Seguridad Social, Israel Arroyo, aunque ha matizado que "eso no empaña un año magnífico. En algún momento, el ritmo de creación de empleo tenía que moderarse".

Que el paro baje en plena tormenta inflacionaria y con la amenaza de una recesión económica en el horizonte es, cuanto menos, llamativo, y tiene que ver con un efecto estadístico tras la reforma laboral.

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La reforma laboral extendió la contratación de fijos-discontinuos, una modalidad hasta ahora residual. Lo que ocurre es que, cuando un empleado con contrato fijo-discontinuo entra en periodo de inactividad, cobra el paro, pero no cuenta como parado. De esta manera, el paro baja, pero las personas que buscan empleo siguen aumentando.

2,3 empleados fijos más que en 2021

2022 cierra con 2,3 millones de afiliados más con contrato indefinido de los que había en 2021. Un incremento que, desde el Gobierno, atribuyen directamente a los efectos positivos de la reforma laboral.

"En 2022 hemos realizado 9 millones menos de contratos temporales menos que en 2019 y se han firmado 5 millones de indefinidos más", ha añadido Pérez Rey. Esto significa que, para crear aún más empleo que 2019, se han necesitado 4 millones menos de contratos.

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Jóvenes: paro en mínimos históricos y 2 millones de indefinidos

En ese sentido, los jóvenes se han visto especialmente beneficiados: tres de cada cuatro menores de 30 años tienen ahora un contrato indefinido (76%), frente a uno de cada dos antes de la reforma (47% en el promedio 2017-2021). En términos absolutos, en diciembre había 2 millones de afiliados jóvenes con contrato indefinido, 807.836 más que un año antes.

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Además, el paro en personas jóvenes ha descendido a mínimos históricos, con 195.000 menores de 25 años registrados.

La duración de los contratos aumenta en un 25%

Desde el Gobierno también destacan una mayor estabilidad en el mercado, que se refleja en el aumento de un 25% de la duración de los contratos. En total, entre enero y diciembre, los contratos han durado 52 días más de media que los que se dieron de baja en el mismo periodo de 2019.