Cada vez estamos más pegados a las pantallas, y la miopía y el ojo seco crecen a velocidad de vértigo

Tabletas

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  • Los científicos analizan cómo pasar mucho tiempo ante las pantallas de ordenadores y smartphones aumenta a tasas nunca vistas los trastornos oculares progresivos e irreversibles, como la enfermedad del ojo seco y la miopía.
  • Para mitad de siglo, la Organización Mundial de la Salud calcula que la mitad de la población tendrá miopía.

Si C. Tangana cantaba demasiadas mujeres, los ópticos y oftalmólogos deberían cantar demasiadas pantallas. Pasar tantas y tantas horas pegados a smartphones, ordenadores y tabletas se está relacionado con cada vez más consecuencias negativas para la salud, desde la supresión de melatonina y los trastornos del sueño a efectos sobre el sistema nervioso adolescente.

Junto a los ritmos circadianos, la vista es la peor perjudicada por las pantallas: el aumento de su uso está incrementando a tasas nunca vistas varios trastornos oculares progresivos e irreversibles, como la enfermedad del ojo seco y la miopía. A mitad de siglo, la OMS calcula que la mitad de la población podría ser miope

Los profesionales no han parado de advertir en los últimos sobre las consecuencias de pasar tanto tiempo frente a las pantallas: se altera la estructura del globo ocular y se atrofian las glándulas que lo mantienen húmedo, mientras que los trastornos oculares son cada vez más comunes y salpican a un elevado número de niños y jóvenes, especialmente desde la pandemia

 

En España, varias investigaciones arrojan datos preocupantes: estamos entre 8 y 11 horas delante de una pantalla, al menos un tercio del día. En el cómputo total del año, estaríamos 167 días completos delante de una pantalla, según datos de la campaña social Screen Pollution de Multiópticas.

Pese a que la miopía tiene un componente genético, avanza más rápido en quienes ocupan frente a una pantalla gran parte de su día. Mientras que muchas otras personas pueden sufrir sequedad crónica si las glándulas de Meibomio —una glándula sebácea que ayuda a crear una película lagrimal protectora— se obstruyen o atrofian. Su sustancia contiene lípidos y protege la superficie ocular.

Varios estudios han vinculado la exposición a dispositivos digitales durante largos periodos sin parpadear adecuadamente con una degradación de la función de las glándulas, incluso en algunos niños, recoge este reportaje de la CBC con opiniones de expertos oftalmólogos.

¿Qué hacer para frenar el empeoramiento de la miopía o el ojo seco?

Parpadear lo suficiente es esencial, teniendo en cuenta que, además, cuando miramos fijamente una pantalla, la frecuencia de parpadeo disminuye hasta en un 10%. Las glándulas de Meibomio no se activan y pueden obstruirse y dañarse. Parpadea para tenerlos permanentemente lubricados.

Los niños entre 5 y 17 años no deberían pasar más de 2 horas diarias mirando a una pantalla, mientras que los bebés y niños más pequeños no deberían tener acceso a ellas. Además, pasar más tiempo al aire libre es fantástico para la vista —junto con muchos otros beneficios como la mejora de la microbiota y el sistema inmune o la prevención de la ansiedad y la depresión—.

Limita en todo lo posible el uso de pantallas, haz descansos en su uso, mueve la pantalla a un ángulo en el que no tengas que esforzarte por mirar hacia arriba, utiliza lágrima artificial o gotas lubricantes para el ojo seco y aplica siempre la regla 20/20/20: cada 20 minutos tómate 20 segundos para parpadear completamente 20 veces.

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