He pasado una semana viajando sola por Europa y estas son mis conclusiones: sonríe, planifica tu tiempo de descanso y alarga la aventura más días

Joey Hadden pasó una semana viajando sola por Europa.
Joey Hadden pasó una semana viajando sola por Europa.

Joey Hadden/Insider

  • Viajar sola puede ser difícil, especialmente en países en los que no se habla tu idioma. Viajé a Alemania y Austria durante una semana y aprendí mucho de la experiencia.
  • Cómo combatir la soledad o cómo aprovechar al máximo tu viaje en solitario son algunas de las claves más importantes.

Estoy bastante acostumbrada a viajar sola, pero un reciente viaje en solitario por varios países de Europa me hizo darme cuenta de que todavía estoy perfeccionando el arte de los moverme por mi cuenta en otros países.

En la imagen, en Austria
En la imagen, en Austria

Joey Hadden/Insider

De pequeña, siempre viajaba con la familia y los amigos. Hoy en día, como adulta, hago la mayoría de mis viajes sola. Al vivir en Nueva York, a menudo viajo sola para visitar a mis seres queridos en diferentes partes del mundo, desde Texas hasta Filipinas. 

También me encuentro a menudo viajando sola debido a mi trabajo de reportera. He hecho viajes de 30 horas en tren por la Costa Este, he pasado 7 noches en el crucero más grande del mundo navegando por el Mar Caribe y he viajado en tren a las cataratas del Niágara, Montreal y la ciudad de Québec. En estos viajes, exploré nuevas ciudades y alojamientos únicos, todo por mi cuenta. 

En octubre de este año, hice un viaje en tren de 2 semanas por 4 países europeos: Alemania, Austria, Italia y Suiza. Aunque mi pareja se unió a mí cuando llegué a Italia, pasé la primera semana explorando Berlín y Viena sola, cogiendo trenes nocturnos de un país a otro.

Me entusiasmaba hacerlo. Muchos países de Europa son populares entre los mochileros, según Lonely Planet. Y, después de haber viajado por Norteamérica por motivos de trabajo, me sentía preparada para dar el siguiente paso con mi mochila: viajar en solitario por otro continente. 

En estos últimos años, me he acostumbrado a viajar sola, lo que a menudo incluye salir de mi zona de confort. Pero mi último viaje a Europa me ha recordado que todavía tengo mucho que aprender.

Cuando empecé a planificar mi viaje, me enteré de que algunos países tienden a ser más seguros para los viajeros en solitario, especialmente las mujeres.

La autora posando en Berlín y Viena.
La autora posando en Berlín y Viena.

Joey Hadden/Insider

Cuando viajo sola, lo más importante para mí es estar segura. En mi investigación antes de salir de casa, descubrí que algunos países me parecían más seguros que otros para los viajeros en solitario. 

Bounce, una empresa que trabaja con tiendas locales para guardar el equipaje de los viajeros de todo el mundo, realizó un estudio sobre los destinos más seguros para las mujeres que viajan solas basado en la igualdad de género, los índices de criminalidad y la violencia hacia las mujeres. Mis 2 destinos en solitario, Austria y Alemania, estaban en la lista.

Según el estudio, Austria es el segundo país más seguro para quienes viajan solos, después de Islandia, porque tiene un bajo índice de criminalidad y el 79% de las mujeres declararon sentirse cómodas caminando solas por la noche. Alemania ocupa el puesto 25, con un 68% de mujeres que afirman sentirse cómodas caminando por la noche.

 

Cuando visité Austria, me alojé en el centro de Viena, lo que me permitió explorar las calles de la ciudad hasta que se hizo de noche y también me pareció seguro. En mi experiencia, la gente era muy reservada y no dudé de mi seguridad mientras viajaba.

Cuando visité Alemania, me alojé en un Airbnb en Neustrelitz, una pintoresca ciudad a las afueras de Berlín. Me resultó relativamente fácil entender el sistema de trenes locales y llegar a Berlín cada día. Tanto en Berlín como en Neustrelitz, me sentí segura. 

Pero no importa en qué país estés, tu seguridad nunca está garantizada. Por eso, recomiendo que, si viajas solo, seas consciente de tu entorno y utilices tu mejor criterio durante todo el viaje, y que investigues tu destino antes de llegar.

Equipaje

Para mi viaje hice la maleta lo más ligera posible, con solo una mochila. Me sorprendió descubrir que podía meter todo lo que necesitaba para 2 semanas en una sola bolsa.

Todo lo que llevó para un viaje de 2 semanas.
Todo lo que llevó para un viaje de 2 semanas.

Joey Hadden/Insider

Últimamente he optado por viajar solo con una mochila. Se ha convertido en la mejor opción para mí porque tengo menos cosas de las que preocuparme.

Para este viaje usé una mochila de 32 litros, la más grande que tengo. Al principio, hacer la maleta fue más difícil de lo que pensaba.

Practiqué 2 veces antes de salir para asegurarme de que me cabía todo. Empecé con mi equipo de trabajo, que incluye un portátil, cámaras, objetivos y un cuaderno. Luego metí otros elementos esenciales como cargadores, artículos de aseo personal y aperitivos.

Por qué deberías viajar solo, al menos, una vez en la vida

Acabé llevando 2 polos, una camiseta, una camiseta de manga larga, 3 pantalones, un jersey, una americana, un vestido y 2 chaquetas ligeras. Hice varias combinaciones de estas prendas, pero aún así tuve que repetir la ropa muchas veces. Así que llevé jabón para lavar la ropa cada pocos días. 

Aunque deseaba tener más variedad de ropa, me alegré de haber hecho una maleta tan pequeña. Era lo más ligero que había llevado para el viaje más largo que había hecho. 

El transporte público puede ser un reto para mí, especialmente en una ciudad nueva, pero una vez que lo probé en Berlín y Viena, me pareció que el sistema era fácil de aprender.

Transporte público en Barlín y Viena.
Transporte público en Barlín y Viena.

Joey Hadden/Insider

Vivo en Nueva York, así que me siento muy cómoda cogiendo el metro y el transporte público por mi ciudad. Pero en lugares nuevos en los que el inglés no es el idioma principal, me parece que puede ser difícil. 

Pero fue más fácil de lo que pensé. Las aplicaciones de transporte público facilitaban la compra de billetes y la planificación de los viajes. En mi opinión, tanto Berlín como Viena tenían un gran sistema de transporte público.

Zonas de los apartamentos de Berlín y Viena.
Zonas de los apartamentos de Berlín y Viena.

Joey Hadden/Insider

Alojamiento

En estos viajes, creo que es muy importante tener en cuenta dónde te alojas. Yo reservé una combinación de Airbnbs dentro y fuera del centro de la ciudad para tener la oportunidad de ver cómo es la vida en los alrededores, así como en el corazón de la ciudad. 

En Berlín, reservé una pequeña casa-hotel en Neustrelitz, un pequeño pueblo a las afueras de la ciudad. Fui y volví de Berlín en tren, lo que me llevó una hora y media en cada tramo del viaje, así como 20 minutos a pie desde la estación de Neustrelitz hasta mi Airbnb. Esto hizo que mi viaje fuera más complicado. Mientras que Berlín ofrecía una mezcla de señales en inglés y alemán, todo en Neustrelitz parecía estar en alemán.

Cuando llegué a Viena, me alojé en una caravana a las afueras de un hotel en el corazón de la ciudad. Aunque no me pareció que mi caravana fuera tan tranquila como la de Neustrelitz, me fui de Viena con la sensación de haber conocido mejor la ciudad que en Berlín. 

Así que recomiendo a los que viajan solos por primera vez que se alojen en el centro para facilitar su viaje.

Pasé una semana sola en Europa antes de que mi pareja se uniera, pero me sorprendió darme cuenta de que deseaba haber reservado un viaje aún más largo en solitario.

Duración del viaje

Viajar solo en países extranjeros puede ser realmente incómodo y aislante, según mi experiencia.

En particular, mi primera semana en Europa fue un reto. Acostumbrarme a explorar por mi cuenta me llevó algún tiempo sin tener a nadie con quien compartir el proceso, lo que hizo que los primeros días fueran difíciles de disfrutar.

Pero al final de la primera semana, me sentí asentada en el estilo de vida nómada. Me encantó que mi pareja viviera la segunda mitad de mi viaje conmigo, pero me fui deseando haberme dado más tiempo a solas para sumergirme completamente en estos nuevos lugares. Cada momento difícil al que me enfrenté me dio la oportunidad de crecer.

A quienes estén planeando un viaje en solitario a otro país, especialmente si es la primera vez que lo visitan, les recomiendo que se den al menos 2 semanas para explorar. Porque después de encontrar el equilibrio en la primera semana, creo que la segunda será aún mejor. 

Yo aprendí a esforzarme por estar presente en el momento, celebrar las pequeñas victorias y no insistir en los errores.

Llegando al Airbnb de Berlín y disfrutando de un kebab en Viena.
Llegando al Airbnb de Berlín y disfrutando de un kebab en Viena.

Joey Hadden/Insider

Los viajes en solitario pueden hacer que me quede atrapada en mí misma, ya que no tengo a nadie con quien hablar y no es divertido cuando me siento sola. Pero recordar por qué estoy de viaje y las ventajas de estar sola —como la total libertad para hacer lo que quiero— me ayuda a sentirme mejor. 

En esos momentos, me centré en sentirme agradecida por un trabajo que me permite viajar y hacer fotos, y recordé que estar sola me ayuda a crecer y a aprender más sobre mí misma.

Mi viaje no fue perfecto. Hubo momentos en los que me equivoqué de estación de tren, me pilló la lluvia y me costó dormir. Cuando pensaba en estos contratiempos, me sentía muy negativa e incapaz de disfrutar de la experiencia.

Así que, al principio de mi viaje, tomé la decisión consciente de seguir adelante y centrarme en lo que podía controlar, como comprar un paraguas, llegar a las estaciones con antelación y dedicar más tiempo a dormir. Estas pequeñas victorias me levantaron el ánimo.

Tiempo para descansar

Mi viaje estuvo lleno de pequeñas victorias, como llegar finalmente a mi Airbnb en Neustrelitz el día que llegué a Berlín, o encontrar un delicioso carrito de kebab junto a un parque mientras exploraba Viena. Estas pequeñas victorias me ayudaron a ser positiva y recomiendo a otros viajeros en solitario que hagan lo mismo si tienen problemas.

Descansando e hidratándose en una estación de tren.
Descansando e hidratándose en una estación de tren.

Joey Hadden/Insider

Aprendí que, cuando se visita un país nuevo durante solo un par de días, es fácil dedicar cada hora a la exploración sin planificar el descanso. Pero, sin él, me parece que ni siquiera se disfruta. Mantenerme en buen estado de salud fue esencial para disfrutar de mi viaje en solitario y se convirtió en una prioridad para el resto de mis viajes. 

Puede ser difícil comunicarse con personas que hablan un idioma diferente al tuyo. Pero, según mi experiencia, las sonrisas y los gestos pueden llegar muy lejos.

'Selfie' después de un viaje nocturno en tren.
'Selfie' después de un viaje nocturno en tren.

Joey Hadden/Insider

Los problemas del idioma

Aunque vivir en Nueva York me expone a otros idiomas todo el tiempo, rara vez tengo que comunicarme con personas que no hablen inglés.

No hablo ningún otro idioma y en Europa me encontré con más barreras lingüísticas que nunca. Pero eso no me frenó tanto como pensaba gracias a los gestos y el lenguaje corporal.

Al principio, no tenía confianza para comunicarme en diferentes idiomas y me acercaba a la gente con nerviosismo, lo que me hacía más difícil pedir ayuda cuando la necesitaba.

Pero una vez que empecé a hacer un esfuerzo consciente para empezar con una sonrisa, la gente parecía más dispuesta a averiguar lo que necesitaba y a ayudarme. Cuando tuve que hablar con personas que solo parecían hablar alemán o italiano, se comunicaban con gestos.

Mantener el contacto con los tuyos

Para mí, viajar sola puede ser especialmente solitario cuando estoy en una zona horaria diferente a la de mis seres queridos. Aprendí a dar prioridad a programar momentos para hablar con ellos.

En Europa, tenía 6 horas más que en Nueva York. Esto significaba que para cuando mi pareja llegaba a casa del trabajo cada noche, yo ya estaba durmiendo.

Así que cada día, durante su pausa para comer, que era alrededor de las 6 o 7 de la tarde, me llamaba. Aunque había un par de días en los que estaba demasiado ocupado, la mayoría de las tardes charlábamos durante una hora. 

Hablábamos un poco de su día y de cómo le iba a nuestro perro, pero la mayor parte de nuestras conversaciones consistían en mis aventuras. Esto me ayudó a sentirme menos sola. 

Al final, descubrí que viajar sola a otros países me hace apreciar aún más los momentos en los que viajo con un compañero.

La autora con su pareja en Suiza.
La autora con su pareja en Suiza.

Joey Hadden/Insider

Viajar sola a nuevos países es duro, pero gratificante. Aprendí mucho sobre mí misma y superé situaciones incómodas, lo que me hizo sentirme una persona más fuerte.

También me hizo apreciar de una manera nueva el hecho de viajar con otra persona. Cuando mi pareja se unió a mí en Italia y vio lo mucho que había crecido en 7 días, me hizo sentir aún más confianza en mi capacidad para hacer otro viaje en solitario y, la próxima vez, durante más tiempo. 

Si me hubieran preguntado si volvería a viajar sola por Europa a mitad de mi primera semana, probablemente habría dicho que de ninguna manera. Pero ahora que he pasado por ello, estoy más segura que nunca de que podría volver a hacerlo y lo disfrutaría aún más. 

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