¡Cuidado con las barbacoas! Estos son los efectos negativos para tu cuerpo de abusar de la parrilla

Barbacoa

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La temporada estival es también el momento ideal para hacer barbacoas. Noches calurosas, reencuentros con amigos y ocio al aire libre que, como todo en esta vida, si se realiza de vez en cuando no entraña peligros. Sin embargo, abusar de comer cosas a la parrilla es malo, y puede desencadenar efectos negativos para tu cuerpo.

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Y en  este caso no es solo el hecho de que en la barbacoa se suelan preparar embutidos o carnes rojas y procesadas, altas en grasas saturadas y sodio, sino que también intervienen aderezos poco saludables y la propia técnica de cocción: la carbonización a la que se somete la comida puede derivar en el consumo de sustancias tóxicas y cancerígenas. 

¿Qué le pasa a tu cuerpo si comes demasiada comida a la parrilla? Estas son las consecuencias malas de cocinar a la barbacoa. 

Menos años de vida y mayor riesgo para la salud

Pasarte los veranos dándole caña a la barbacoa día sí, y día también, podría elevar tu riesgo de enfermedades crónicas, accidentes cerebrovasculares e incluso acortar tu esperanza de vida, tal y como recogen desde Eat This, Not That.

Los AGEs, o productos finales de glicación avanzada, promueven la oxidación y la inflamación, relacionadas con un envejecimiento acelerado y numerosos problemas de salud como enfermedades cardíacas, diabetes tipo 2 o alzhéimer. Las condiciones de la parrilla, con altas temperaturas y calor seco, pueden producir este tipo de sustancias.

Los alimentos altamente procesados y fritos, tienen un gran nivel de AGEs, presentes en carnes rojas, quesos, huevos fritos, mantequilla, queso crema, margarina, salsas industriales como mayonesa y aceites.

Ojito con la acrilamida: el peligro potencial de la comida quemada

Comida quemada acrilamida

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Cocinar los alimentos a temperaturas muy altas como sucede con la barbacoa propicia la formación de sustancias como la acrilamida. Esta está clasificada como "probable carcinogénica para humanos". 

Entre los riesgos para la salud de comer comida quemada destaca un mayor riesgo de cáncer. En estudios realizados con animales de laboratorio se descubrió una mayor probabilidad de desarrollar mutaciones genéticas y tumores, aunque la EFSA (Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria) todavía no tiene conclusiones definitivas para los humanos. 

El consumo esporádico de alimentos quemados no entrañaría peligros para la salud. Por tamaño y peso corporal, los más afectados por una ingesta frecuente serían los niños. En general, los daños afectarían más a auellas partes por donde transita la comida. 

"La mayor incidencia de posible enfermedad oncológica estaría en el estómago, colon, páncreas e hígado", señala el nutricionista Pedro Robledo a Cuídate Plus.

Salsas calóricas y azúcares añadidos

Aunque preparar comida a la parrilla implica mucha menos grasa o aceite que otro tipo de técnicas como la fritura, la carne, las verduras o el pescado suelen acompañarse de salsas industriales pesadas, calóricas y ricas en grasas saturadas y azúcares añadidos, lo que podría implicar un aumento de peso si las consumes en exceso.

Es importante leer bien el etiquetado, cuidar el tamaño de las raciones de salsa, optar por preparaciones caseras y aliños más saludables. Las especias pueden resultarte útiles para brindar sabor a tu barbacoa sin sumar un montón de calorías extra al menú final. 

Aumento del riesgo de cáncer

Asar a la parrilla provoca un aumento de benzopireno, un tipo de hidrocarburo aromático policíclico (PAHS), que se sabe que es canceroso. Este aparece por la combustión incompleta de la grasa de la carne, sustancias de vegetales o el carbón o la madera que sirven como fuentes de calor. 

El humo que se forma es lo que contiene el PAHS. La duración de la cocción, el tipo de carne, la fuente de calor y la cercanía con ella también determinan la cantidad de estos compuestos tóxicos. 

En contrapartida, comer a la parrilla también tiene efectos beneficiosos, como adquirir fitonutrientes y antioxidantes procedentes de las frutas y verduras asadas, o mejorar la absorción y acceso a determinados nutrientes como el licopeno, la luteína y el betacaroteno. 

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