Dile a tu cuñado que no se las coma: los peligros de chupar las cabezas de gambas y langostinos

Cabeza de gamba

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  • Aunque en la mesa de Navidad varias personas insistan en que no pasa nada, en realidad chupar la cabeza de gambas, langostinos y otros familiares de la familia de los crustáceos es perjudicial para la salud.
  • La razón principal es la concentración de cadmio en la cabeza de estos animales, que tienen el hígado y los riñones en esa parte del cuerpo. 
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Llega la cena de Nochebuena y los crustáceos son uno de los mariscos más solicitados y presentes en las recetas de los españoles, que se dividen entre las gambas y los langostinos como elecciones predilectas del mar. 

Sin embargo, hay que tener algunas precauciones a la hora de degustar el marisco, además que su consumo está desaconsejado para niños, embarazadas y personas inmunodeprimidas, no debes abusar de su ingesta. 

De lo contrario, podrías sufrir gota debido al ácido úrico, consumir sulfitos o, como descubrirás a continuación, provocar que dosis altas del metal tóxico cadmio accedan a tu organismo. 

Por este último motivo los expertos recomiendan no chupar las cabezas de gambas, langostinos, cigalas o camarones, ni tampoco emplearlas para hacer caldo de pescado, también conocido como fumet. En el segundo supuesto la concentración del metal es más baja, pero sigue implicando riesgos para la salud, tal y como explican desdeMaldita. 

La propia Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN)recomienda limitar el consumo de las cabezas de gambas y langostinos, así como el interior del caparazón de los crustáceos por la presencia de cadmio, mucho mayor que en la carne blanca de estos animales. 

Hay que tener cuidado con esa carne oscura de los mariscos, recalcan especialistas como Beatriz Robles, tecnóloga de los alimentos y dietista-nutricionista. Por término medio, el contenido de cadmio es en estas partes de 8 miligramos por kilo, frente a los 0,08 encontrados en la carne blanca.

Añadirlas al caldo es "muy distinto que chupar 4 cabezas de una sentada"

Fumet

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Puestos a elegir, incorporar las cabezas de crustáceos al caldo es una opción bastante más saludable. 

"En el fumet la concentración de cadmio va a ser muy inferior a la que habría en la cabeza, ya que estamos utilizando pocas piezas para un volumen de agua variable del que, al final, consumimos solo una parte", anota Robles. "Es muy distinto que chupar 4 cabezas de una sentada". 

SegúnAconsa,el cadmio es un metal muy tóxico e incluye efectos negativos en la salud como las diarreas, el dolor de estómago o los vómitos severos. Otras de sus consecuencias son las fracturas debidas al debilitamiento óseo, los problemas reproductivos o la infertilidad, los daños en el ADN, en el sistema inmune y nervioso central y más paletas de padecer cáncer.

Desde su web apuntan a que el cadmio está presente en mariscos, champiñones o algas secas. Los grupos de riesgo frente al cadmio son las personas diabéticas, aquellas aquejadas por disfunciones renales, la población infantil y los bebés y los fumadores, ya que la principal fuente de exposición al metal es el humo del tabaco. 

A la hora de congelar los crustáceos, es preciso hacerlos una vez cocidos. Para asegurar el máximo sabor y protección tienes que envolverlos con un paño humedecido en el agua de cocción muy bien escurrido y también en un film muy apretado para evitar así las bolsas de aire. Lo ideal es descongelarlos 24 horas antes de consumirlos y dejarlos en la nevera. 

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