Pensiones y una reforma fiscal creíble, los dos recados que el FMI deja a España para la recuperación económica

La directora gerente del Fondo Monetario Internacional, Kristalina Gueorguieva.
La directora gerente del Fondo Monetario Internacional, Kristalina Gueorguieva.

España tuvo que gastar mucho dinero para evitar que la economía se despeñara por el precipicio de la pandemia. Ahora, hacer frente a esa factura no va a ser nada fácil. 

El Fondo Monetario Internacional ha advertido a España que, para que haya recuperación de la economía, hacen falta una reforma fiscal creíble y garantizar la sostenibilidad de las pensiones.

El enorme desembolso de gasto público para amortiguar el impacto del COVID-19 en hogares y empresas ha abierto un agujero: la deuda española terminó 2021 por encima del 118% del PIB, en niveles históricamente altos, y amenaza con convertirse en un lastre que arrastrar durante generaciones. 

Sólo los ERTE costaron unos 40.000 millones de euros, que es, más o menos, lo que se gastó para el rescate bancario durante la crisis financiera.

"A medida que se afiance la recuperación, la deuda pública debería reducirse gradualmente para reconstruir el espacio fiscal para responder a futuros shocks", avisa el FMI en su Artículo IV para España.

¿Cómo? Con "una reforma fiscal creíble". "Un plan creíble de consolidación fiscal a medio plazo podría ayudar a construir el consenso social necesario y respaldar la confianza de los inversores", explica el organismo.

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El Gobierno ya ha anunciado que a lo largo de este año elaborará una ambiciosa reforma fiscal, que podría incluir un impuesto al diésel y a las rentas altas. 

En las últimas semanas, los socios de Gobierno van a vueltas con este tema. Unidas Podemos presentó esta semana en el Congreso una reforma fiscal que incluía un impuesto a las viviendas vacías, a grandes fortunas y eleva los tramos en IRPF a partir de 120.000 euros. 

Desde el PSOE, sin embargo, rechazaron apoyarla porque, dicen, "hay que respetar los tiempos de Hacienda". El Ministerio de Hacienda encargó el año pasado a un grupo de expertos estudiar qué medidas fiscales serían más efectivas. Las conclusiones se conocerán a finales de este mes. 

A esto, se suma otra factura, la de las pensiones. Ahora mismo, el Gobierno gasta más de 10.000 millones de euros cada mes para pagar las pensiones, el 12% del PIB. 

Pero el importe va a dispararse en los próximos años. 2023 es el pistoletazo de salida para la jubilación de los baby boomers, 13 millones de personas. La Airef ya ha alertado de que, si no se toman medidas, la deuda española alcanzará niveles mosntruosos: el 190% del PIB en 2050.

"Los directores también destacaron la importancia de asegurar la sostenibilidad del sistema de pensiones", advierte el documento del FMI.

De no conseguirlo, las pensiones pueden convertirse en un auténtico problema en el futuro. De hecho, van a convertirse en la causa que explique el 74% del alza de la deuda de aquí a 2050, según la Airef.

En cuanto a la recuperación, el FMI reconoce que "la economía española se está recuperando de la profunda crisis abierta por el COVID-19". Pero avisa de que el PIB "todavía está significativamente por debajo de su nivel anterior a la pandemia". 

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Ese retraso se debe a la lenta recuperación del turismo y a los cuellos de botella persistentes en el suministro global.

"El panorama es altamente incierto y dependerá de la evolución de la pandemia y la persistencia de cuellos de botella en el suministro global", augura el FMI.

La buena noticia es que el ahorro acumulado por los hogares y la inyección de fondos europeos darán un empujón a la recuperación. 

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