El Pentágono desarrolla una IA para anticipar problemas antes de surjan en zonas de conflicto

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El Pentágono, sede del Departamento de Defensa de EEUU.
El Pentágono, sede del Departamento de Defensa de EEUU.
  • Desde hace al menos un año, el Departamento de Defensa de EEUU está probando una IA que forma parte de sus planes de manejo de la información a largo plazo.
  • Esta tecnología permitirá a EEUU anticipar problemas en zonas en conflicto o de interés comercial, según ha contado en rueda de prensa el general Glen D. VanHerck.
  • Las distintas áreas de Defensa están utilizando además soluciones como tecnologías en la nube para compartir información y restringir de manera eficaz quién puede acceder a qué datos.
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Si alguien a estas alturas aún dudaba de que la IA, con sus ventajas y sus desventajas, sus limitaciones y sus capacidades de desarrollo para el futuro, no sería utilizada por gobiernos de todo el mundo para librar la batalla más importante del siglo XXI, la del control de la información, el pasado miércoles todo un Departamento de Defensa de EEUU se encargó de devolverle a la realidad.

Y no, en esta ocasión no se trató de un informe secreto filtrado a la prensa por un funcionario bienintencionado, de un archivo descatalogado o de un hackeo de Anonymous

El pasado miércoles, Glen D. VanHerck, comandante general al frente de Comando Norte, un organismo creado hace 20 años para planificar, organizar y ejecutar la defensa del territorio estadounidense así como desplegar misiones de apoyo a civiles, explicó con luz y taquígrafos, en una rueda de prensa cuya transcripción aún se puede consultar en la web del Pentágono, los últimos avances logrados por su equipo implementando tecnologías como la IA y el guardado de información en la nube.

El objetivo, detalló VanHerck, es claro. En una época en que la es posible saber casi en tiempo real lo que está pasando en cualquier lugar, controlar la información, manejarla e interpretarla es un elemento clave en la estrategia de defensa EEUU, un país que quiere competir con China y Rusia por la hegemonía económica y política mundial (aunque no los mencionó, VanHerck sí habló de "dos competidores claros").

Pero la presentación de estos planes sirvió además para mandar un aviso a navegantes. EEUU competirá por el desarrollo de tecnología militar y, dado el caso, si ha de entrar en conflicto, lo hará. La inversión en defensa y las alianzas establecidas por el país no solo tienen el objetivo de preparar al país para escenarios de crisis, sino que buscan disuadir al resto de potencias.

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"Debemos superar a nuestros competidores acelerando nuestros propios esfuerzos para transformar nuestra cultura, incluyendo la inclusión de la defensa nacional en cada estrategia, en cada plan, en la gestión de fuerzas, en la decisión de diseño de fuerzas, así como en los aspectos de adquisición y presupuesto, de modo que podamos disuadir en la competición, desescalar en la crisis y, si es necesario, derrotar en el conflicto", detalló VanHerck.

Por ahora, estos esfuerzos, explicó el comandante, están tomando forma en un proyecto que recibe el nombre de Experimento de Dominio General de la Información 3 (GIDE 3, por sus siglas en inglés). 

Simplificando mucho, su objetivo es comprobar si, gracias a las nuevas tecnologías, los 11 mandos de combate de EEUU son capaces de compartir información de manera rápida y eficaz para controlar todo lo que ocurre en un momento determinado una zona potencialmente comprometida.

En la era de la información, nada más fácil y más difícil a la vez.

Para probar sus sistemas, los altos mandos del ejército de EEUU se imaginaron una situación: la disputa del canal de Panamá

Como la mejor manera de saber si se sabe hacer algo es hacerlo, el personal encargado de poner en marcha el proyecto GIDE 3 tuvo que imaginarse situaciones como la siguiente: el canal de Panamá, una vía comercial esencial para el comercio de EEUU que en 2020 batió su propio récord al permitir sobre sus aguas el transporte de 475 millones de toneladas de mercancía, se encuentra bajo el ataque de uno de esos países competidores cuya identidad VanHerck se resistió a revelar.

Entonces, da comienzo un operativo en el que, en el menor tiempo posible, los altos mandos del ejército estadounidense tienen que ser capaces de intercambiar la mayor cantidad de información en el menor tiempo posible. Tras más de un año de pruebas, desveló VanHerck, los resultados son prometedores: "Puedo decirles que todos los mandos están muy entusiasmados con lo que estamos haciendo, y espero con impaciencia poder reunirme con los altos mandos pronto".

En su misión de hacerse con el control de la información, explicó el comandante, vale prácticamente casi todo, es decir, tanto sensores encargados de detectar presencia militar en la zona como indicadores comerciales que permitan saber, por ejemplo, qué barcos y qué mercancías pueden pasar por una zona determinada un día y a una hora concretos.

¿Qué papel representó en todo ello la IA? "Tomamos la inteligencia artificial y utilizamos el aprendizaje automático para echar un vistazo y evaluar, por ejemplo, el número medio de coches en un aparcamiento que pueden estar en un lugar específico por parte de un competidor o una amenaza. Y lo monitorizamos durante un periodo de tiempo".

"El aprendizaje automático y la IA pueden detectar cambios en este aspecto y podemos establecer parámetros que activen una alerta para darnos cuenta de que tenemos que utilizar otro sensor, como la capacidad de GEOINT por satélite, para examinar más de cerca lo que puede estar ocurriendo en un lugar específico", explicó el comandante al respecto. 

La idea, ahondó, es poder dar forma al fin a la idea que ha motivado desde hace 70 años la existencia de las agencias centrales de inteligencia: que un país utilice todo tipo de indicadores para adelantarse a los problemas, darles solución antes incluso de que surjan. Resolver un conflicto cuando, como ejemplificó VanHerck, lo único que ha pasado en realidad es que se han detectado más coches aparcados en una zona.

Así, los GIDE suponen, por ahora, en opinión de este experto, un cambio en la forma en que se utilizan la información y los datos para aumentar la capacidad de decisión de los líderes militares y civiles.

Las ventajas de la nube

Estos cambios vienen motivados por pruebas que no se detienen en la IA. En el marco del mismo proyecto, desde el Departamento de Defensa de EEUU están probando tecnologías tan establecidas entre la población como el guardado de datos en la nube.

Puede parecer un avance menor, pero que los hombres y mujeres clave del Departamento de Defensa cuenten con información común de manera inmediata a través de sencillos paneles puede ser una manera eficaz de evitar decisiones equivocadas fruto de malentendidos.

"La nube aporta ventajas significativas. Lo que descubrimos utilizándolas junto con soluciones de empresas innovadoras es que siempre que los datos y la información estén disponibles, podemos compartir esa información con cualquier usuario", contó VanHeck, que no quiso ofrecer detalles sobre qué empresas están trabajando con Defensa en el desarrollo de esta tecnología.

Esta hace posible, además, algo fundamental para instituciones que trabajan cada día con información clasificada: limitar quién tiene acceso a ella y escoger, por ejemplo, si se quiere que naciones extranjeras accedan a cierta información (y, en caso de que sí, elegir cuáles pueden hacerlo): "Me siento muy animado por el camino que estamos recorriendo y las capacidades basadas en software que utilizan la nube", resumió.

Unas capacidades que, más que promover un futurista desarrollo de hardware, abren el camino a algo tan profundo como un cambio en la manera de funcionar de estos organismos, comentó VanHerck.  

"Esto es una capacidad basada en el software que utiliza la tecnología que está disponible hoy en día. Mi objetivo final sería entregar esto a alguien que pueda salir y ponerlo en marcha cuanto antes para que podamos colaborar y crear espacios de decisión y opciones de disuasión para nuestros altos mandos en este momento".

La idea que manejan en este organismo es que estos procesos empiecen a cristalizar en 2022: "Creo que podemos utilizar la bicicleta mientras la montamos. Hablaré con el vicepresidente. Creo que la próxima primavera, cuando realicemos nuestro Ejercicio Integrado Global, que será dirigido por el presidente con la participación de todo el departamento, podremos validar estas capacidades en ese ejercicio", adelantó VanHeck.

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