Las personas que perciben los sabores por encima de la media podrían ser más resistentes al COVID-19, según un estudio

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Reuters

  • Las personas con una alta percepción del gusto –o supertasters– podrían ser más resistentes al COVID-19.
  • Así lo sugiere un nuevo estudio que ha investigado un gen receptor del gusto en casi 2.000 pacientes.
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Si eres extremadamente sensible a los sabores amargos, podrías ser más resistente al COVID-19, según sugiere un estudio recientemente publicado en JAMA Network Open del que informa ScienceAlert,

La investigación analizó los datos de casi 2.000 pacientes de Baton Rouge (Luisiana) y concluyó que las personas con la variante supertaster de un gen receptor del gusto constituyeron un porcentaje desproporcionadamente pequeño de los que dieron positivo en las pruebas de COVID-19.

El hallazgo podría ayudar a los médicos a evaluar mejor el riesgo y las consecuencias de padecer la enfermedad.

Según explican los investigadores, estos resultados tienen el potencial de crear una herramienta de cribado "segura, rentable, precisa y fácilmente escalable" que pueda estratificar a los pacientes en grupos y evaluar el riesgo de infección con SARS-CoV-2 y el curso clínico esperado de la enfermedad.

Los científicos buscaban profundizar acerca de la pérdida del gusto de los contagiados cuando se dieron cuenta de que en una prueba de sabor a 100 casos positivos ninguno de ellos era un supertaster, lo que les llevó a seguir investigando en esta dirección.

La prueba de sabor consistía en tiras de papel tornasol tratadas con feniltiocarbamida, tiourea o benzoato de sodio. Las 2 primeras sustancias pueden tener un sabor extremadamente amargo o nulo, y el benzoato de sodio puede tener un sabor dulce, salado, agrio, amargo o, de nuevo, nulo.

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Como señalan los investigadores en el artículo, las 3 pruebas gustativas ayudaron a determinar si el paciente probablemente tenía la variante supertaster de un gen receptor del sabor amargo llamado TAS2R38. A continuación, se clasificó a los pacientes en tres grupos: de los 1.935 participantes, el 26,3% eran supertasters, es decir, percibían los sabores por encima de la media; el 47,4% eran normales y el 26,4% tenían una percepción del gusto inferior a la media.

Un total de 266 pacientes dieron positivo en una prueba PCR: el 39,1% pertenecía al grupo que percibía los sabores de manera normal, mientras que el 55,3% de los contagiados eran de los que lo percibían por debajo de la media. Así, solo el 5,6% de los infectados (15 pacientes) eran supertasters.

La sensibilidad al gusto también estaba relacionada con la gravedad de la enfermedad: 55 de los 266 pacientes positivos tuvieron que ser hospitalizados, y 47 de ellos fueron clasificados como no catadores (percepción por debajo de la media). Los investigadores destacan que ninguno de los pacientes informó de la pérdida del gusto como síntoma, aunque aproximadamente la mitad perdió el olfato.

Los científicos creen que esto puede tener algo que ver con la forma en que la activación de los genes receptores del sabor amargo puede desencadenar una respuesta inmunitaria, principalmente la producción de óxido nítrico impulsada por iones de calcio, un compuesto que puede dañar a los microbios invasores. Estos iones de calcio también pueden desencadenar que ciertas células respiratorias liberen compuestos antimicrobianos.

Aunque el hallazgo requiera de un mayo estudio, sugiere una nueva vía para investigar y evaluar el riesgo, así como el funcionamiento de la enfermedad.

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