Cuidado con las cañas de después de entrenar: la ciencia advierte que a mayor nivel de actividad física más probabilidades de beber alcohol de manera habitual

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  • El ejercicio proporciona una gran cantidad de beneficios para el cerebro y el cuerpo, siendo un factor protector contra numerosas enfermedades.
  • No obstante, varios estudios recientes han establecido una relación entre un mayor nivel de actividad física y consumo de alcohol frecuente.
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Puede parecer extraño, pero estar en forma y hacer ejercicio de manera activa podría hacerte beber más alcohol. Así al menos lo señala una investigación reciente sobre más de 38.000 personas publicado en Medicine & Science in Sports & Exercise

Por hacer ejercicio no significa que puedas comer lo que quieras. De hecho existe un vínculo entre ambos hábitos saludables, por lo que las personas activas físicamente tienden a seguir una alimentación más cuidada. De manera similar (pero a la inversa) parece ocurrir con el tabaco. Hacer deporte parece llevar a fumar menos.

Pero la cosa cambia cuando se trata del alcohol.

¿Eres de los que piensa que después de una carrera o una buena sesión de gimnasio nada mejor que una cañita con los compañeros? Pues entonces, cuidado. Varias investigaciones de los últimos años han revelado que las personas que hacen ejercicio de forma frecuente tienden a beber más.

Así lo sugirió ya un estudio de 2001 centrado en EEUU que evidenció que aquellos que realizaban actividad física de manera habitual aumentaban sus probabilidades de consumir alcohol de forma moderada (una copa al día) frente a ser abstemios.

En 2010 una investigación sobre más de 50.000 estudiantes detectó que tanto los deportistas masculinos como femeninos consumieron significativamente más alcohol a la semana y bebieron en exceso con más frecuencia que los no deportistas. Y en 2019 otro análisis sobre 60.000 pacientes brasileños encontró de manera similar una asociación entre consumo semanal de alcohol con un mayor nivel de actividad física.

Conclusiones parecidas a las detectadas ahora por investigadores del Instituto Cooper en Dallas 8EEUU). 

Tomando como base el estudio en curso Estudio Longitudinal del Centro Cooper, —que analiza la salud cardiovascular y su relación con diversos factores— se recopilaron los datos relativos a 38.653 participantes mayores de edad. 

Todos ellos afirmaron haber bebido al menos una vez a la semana. Ya que el estudio busca comparar bebedores ocasionales con aquellos más habituales se dejaron fuera abstemios. Completaron cuestionarios sobre hábitos de bebida y ejercicio además de realizar una prueba física en cinta de correr.

Los hallazgos mostraron que las mujeres dentro de las categorías de aptitud física moderada y alta tenían 1,58 veces más riesgo de mostrar un consumo moderado o elevado de alcohol, en comparación con su homólogas bajas en fitness. De manera similar, los hombres en forma moderada y alta tenían 1,42 más probabilidades de consumir alcohol de forma frecuente que aquellos con poca actividad física.

Si bien este estudio tiene límites — la mayor parte de los pacientes eran de clase media-alta y blancos, y no revela la causa de esto — sirve para llamar la atención sobre su consumo de alcohol de las personas que hacen ejercicio. Quizá como ocurre con la comida, se tienda a ser más permisivo con la bebida (darse un capricho) tras sentir que se ha invertido tiempo en la salud a través del esfuerzo fśicio.

Asimismo, una revisión de estudios al respecto apunta a que tanto el alcohol como el ejercicio tienen un impacto sobre los circuitos y las sustancias químicas del organismo, y algunos de estos efectos se superponen. Por ejemplo ambos dan estímulos gratificantes (efecto recompensa) en tu cerebro, lo cual podría explicar ese placer extra que te da la cervecita de después de entrenar. 

"Probablemente hay aspectos sociales", considera a su vez en The New York Times el doctor Kerem Shuval, director ejecutivo de epidemiología del Cooper Institute, y autor principal del nuevo estudio, aludiendo a que el ejercicio suele ser una actividad grupal en ocasiones.

Sea como sea, y aunque se necesite más información al respecto, dado que cualquier ingesta de alcohol parece tener consecuencias negativas sobre el cuerpo, es importante pararse a pensar que escudarse en el ejercicio podría estar haciéndote más laxo frente al alcohol.

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