Algunas personas ya tenían inmunidad contra el covid antes de la pandemia: sus sistemas inmunitarios podrían ser la clave para desarrollar vacunas más eficaces contra nuevas variantes

vacuna covid-19

Amr Abdallah Dalsh/Reuters

  • Un nuevo estudio sugiere que algunas personas ya tenían cierta inmunidad contra el COVID-19 incluso antes de la pandemia, gracias a la presencia de células T en la sangre.
  • Esto podría ayudar al desarrollo de mejores vacunas contra el coronavirus, capaces de proteger contra infecciones y enfermedades y de reconocer las nuevas variantes, afirman los autores.
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Algunas personas han estado expuestas al coronavirus en entornos de alto riesgo, pero nunca han dado positivo. La explicación, según varios investigadores, podría ser que ya presentaban cierta inmunidad contra el COVID-19 incluso antes de la pandemia.

La causa podría hallarse en la presencia de unas células T protectoras en la sangre de estas personas: parte del sistema inmunitario que reconoce y elimina las células infectadas por covid. Así lo plantea un nuevo estudio, publicado en la revista Nature, que durante la primera ola del coronavirus realizó un "seguimiento intensivo" a personal de hospital, tomando muestras de sangre con regularidad.

Uno de cada 10 trabajadores sanitarios a los que analizaron en el estudio —llevado a cabo por expertos de centros de investigación y de clínicas británicas, de Singapur y de Berlín— presentaba signos de haber estado expuesto al coronavirus, pero nunca dio positivo, no tuvo síntomas ni desarrolló anticuerpos contra el covid en su sangre.

Sus sistemas inmunitarios ya estaban "preparados" para combatir el COVID-19, observa Leo Swadling, uno de los investigadores, quien explica que estas células T podrían haber detectado una parte del virus diferente a aquella a la que apuntan las vacunas actuales.

"Nuestros datos ponen de relieve que las células T específicas de la RTC (complejo de transcripción de la replicación temprana, por sus siglas en inglés) son objetivos para las vacunas contra los coronaviridae endémicos y emergentes", afirman los autores.

Lo 'traduce' en declaraciones a BBC una de ellas, Mala Mini, profesora de inmunología viral en el University College de Londres, quien admite que las vacunas actuales contra el coronavirus "podrían hacerlo mejor", ya que son eficaces contra la enfermedad grave, pero no tanto para evitar contagios

"Lo que esperamos, al incluir estas células T, es que puedan proteger contra infecciones y enfermedades, y esperamos que reconozcan mejor las nuevas variantes que surjan", declara.

En la misma línea apunta Alexander Edwards, responsable de impacto de la división de investigación farmacéutica de la Universidad de Reading (Reino Unido): "Los datos de este estudio podrían ser fundamentales para el diseño de un tipo diferente de vacuna".

"Esperemos que este estudio conduzca a nuevos avances en el desarrollo de vacunas, ya que necesitamos todos los tipos de vacunas que podamos conseguir", añade, según recoge BBC.

El tiempo parece haberles dado aún más la razón: después de la publicación de este estudio, el 10 de noviembre, la nueva variante ómicron ha aparecido en decenas de países y generado la preocupación de las autoridades y el mundo de la ciencia por su alto número de mutaciones en la proteína pico y su posible mayor capacidad de transmisión.

Si bien aún quedan dudas por resolver sobre esta cepa, los datos sugieren que las vacunas actuales seguirían protegiendo contra la enfermedad grave por coronavirus, pero que ómicron podría complicar la protección vacunal más que otras variantes.

Además, la Agencia de Seguridad Sanitaria del Reino Unido ha informado de que las vacunas proporcionan hasta un 75% de protección frente a ómicron tras una dosis de refuerzo, mientras las farmacéuticas ya se preparan para actualizar sus dosis e incluso advierten de la posible necesidad de una cuarta inyección.

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