El CEO de Pfizer se ha comprometido a acelerar la producción de sus vacunas para combatir la alta probabilidad de que las dosis actuales se vuelvan ineficaces

El director ejecutivo de Pfizer, Albert Bourla, dijo en el Foro Económico Mundial virtual de Davos 2021 que creía que había una "alta posibilidad" de que las vacunas no fueran efectivas en el futuro.

Por eso mismo, Bourla ha comentado que Pfizer está trabajando para acelerar la investigación y el desarrollo de sus vacunas en caso de que esto sucediera. 

Su objetivo es reducir el tiempo desde el reconocimiento de una amenaza de una enfermedad infecciosa a escala pandémica hasta obtener una vacuna autorizada.

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El CEO de Pfizer pretende reducir a 100 días o menos la producción de las mismas, una línea de tiempo mucho más corta que la meta de 300 días establecida el año pasado por la Operación Warp Speed

de la administración Trump. 

Sin embargo, la compañía tiene la intención de mantener la eficacia del 95% de su vacuna frente a las variantes en evolución.

Empezando a comprender cómo las variantes pueden afectar a las vacunas

En las últimas 24 horas, Johnson & Johnson y Novavax han publicado los resultados de eficacia de sus candidatas a la vacuna contra el COVID-19.

Aunque el pronóstico inicial para la inyección de dosis única de Johnson & Johnson parecía prometedor, su eficacia general ronda el 66%, una eficacia que es todavía menor contra la variante B.1.351 de Sudáfrica. 

Por otro lado, la vacuna de Novavax con sede en Estados Unidos mostró una eficacia del 89% en ensayos en el Reino Unido, donde se identificó otra variante muy contagiosa, pero este se redujo a menos del 50% en su pequeño ensayo en Sudáfrica.

Comparativamente, la vacuna de Pfizer, elaborada conjuntamente con BioNTech, no se ha probado contra ninguna de las variantes de COVID-19 en la vida real. 

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Sin embargo, la compañía publicó unos resultados el pasado miércoles donde se demuestra que la vacuna Pfizer-BioNTech sí funciona contra los "pseudovirus" fabricados en laboratorios con las mismas mutaciones que las variantes del Reino Unido y Sudáfrica.

Bourla fue uno de los 4 oradores en la discusión en el Foro Económico, donde explicó la necesidad de colaboración entre empresas y gobiernos para combatir futuras amenazassanitarias.

Richard Hatchett, director ejecutivo de la Coalición para las Innovaciones en Preparación para Epidemias (CEPI) enfatizó la necesidad de estar preparados para las recurrencias.

Hatchett explicó que la única esperanza del mundo de adelantarse al virus era controlar su circulación global, haciendo referencia a la eficacia de menos del 60% de Johnson & Johnson y Novavax contra la nueva variante sudafricana.

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"Los gobiernos deben reconocer que las enfermedades infecciosas emergentes son una amenaza existencial para nuestra sociedad", reflexiona el director ejecutivo de CEPI. "Son una propiedad emergente de la forma en que vivimos".

Además, este añade que los gobiernos deben realizar inversiones sostenidas para prepararse para futuras pandemias si se pretende que la sociedad en general funcione como lo hacía antes del COVID-19.

Finalmente, Hatchettn concluyó diciendo que el mundo debería centrarse en otros coronavirus y otras familias virales que pueden evolucionar con tasas de mortalidad más altas que las que presenta esta pandemia.