Arabia Saudí tiene una enorme y siniestra plataforma online con datos de mujeres que los hombres utilizan para vigilarlas y evitar que huyan

Sistema de seguridad Arabia Saudí
  • Las ley saudí establece que todas las mujeres tienen que estar tutorizadas por un hombre, que tiene gran poder sobre su vida.
  • El Gobierno cuenta con una plataforma que permite que los hombres controlen a las mujeres online y a través de sus móviles.
  • INSIDER cuenta la historia de Shahad al-Mohaimeed, una refugiada que estudió el sistema para conseguir escapar de su familia.
  • Los tutores pueden establecer a través de la aplicación cuándo pueden salir las mujeres del país (y si les permiten hacerlo).
  • El sistema incluso envía alertas por SMS cuando una mujer hace check in en un aeropuerto o intenta cruzar una frontera.
  • Por eso, suelen ser detenidas antes de conseguir escapar del país.
  • Este sistema existe desde hace años, pero lo damos a conocer tras el caso de la refugiada saudí acogida en Toronto.
  • INSIDER también habla con activistas y expertos en derechos de las mujeres para investigar hasta dónde llega el sistema.

Shahad al-Mohaimeed se levantó a medianoche para dejar su habitación de hotel con vistas a las azules aguas de Trebisonda, una turística ciudad turca en el Mar Negro. Su familia eligió el puerto histórico y montañoso porque ofrecía descanso junto al mar, pero dentro de una sociedad islámica.

Moviéndose descalza por el dormitorio, al-Mohaimeed recogió las tarjetas de crédito, llaves, pasaportes y, lo más importante, los móviles de su familia. Eso los ralentizaría, pensó, cuando intentasen seguirla.

Había tardado un año en planificar su fuga.

La ciudad turca de Trebisonda, en el Mar Negro.
La ciudad turca de Trebisonda, en el Mar Negro.

Ya en la carretera, fuera del hotel, entró en pánico ante el silencio. Era la primera vez en su vida que salía sola.

También la primera vez desde que tenía 10 años que no se había despertado y cubierto el cuerpo entero, ya fuese con un burka o un niqab.

"Tenía 17 años y estaba tan asustada, tan, tan, tan, asustada", recuerda. "Me fui a medianoche, y la estaba tan oscuro... Tenía miedo de mi hermano y de mi familia".

Hasta ese momento, al-Mohaimeed había pasado sus 17 años casi 24 horas en presencia física de su tutor, siempre un hombre según la legislación saudí.

"Cuando decidimos irnos, decidimos arriesgar nuestras vidas. Porque si no lo logramos nuestras familias nos matarán"

Su rutina era estricta: despertar, ir al colegio, vuelta a casa casa, dormir y volver a empezar, cuenta. No hables ni mires a ningún hombre que no sea de tu familia. El Corán dice que es indecente, le contaron, y su padre castigaba esa falta con una paliza.

Bajo su custodia, al-Mohaimeed veía ante sus propios ojos cómo su hermano adolescente gastaba 1.600 dólares como mejor le parecía, mientras ella tenía que pedir dinero para comprar los productos más básicos. 

"Ni siquiera podía comprar nada para mi regla", relata. "Mi hermano lo pagaba, siempre, aunque era más pequeño que yo".

Shahad al-Mohaimeed tenía que suplicar a su familia que le diera dinero, mientras su hermano disfrutaba del que quería.
Shahad al-Mohaimeed tenía que suplicar a su familia que le diera dinero, mientras su hermano disfrutaba del que quería.

La madre de al-Mohaimeed tampoco tenía acceso al dinero que ganaba en su trabajo, como cuenta la chica. Tampoco tenía una cuenta en el banco. Su marido la llevaba porque, opinaba, ella no era digna de gestionar su propiedad. Al reflexionar sobre ese momento, al-Mohaimeed salta: "Eso es una gilip------".

En sus declaraciones a INSIDER, al-Mohaimeed describe los (muy frecuentes) abusos de su padre que, asegura, la amenazaba con matarla. Si alguien la veía con algún hombre de fuera de la familia, la castigaría atándole las muñecas y tobillos con una cuerda. "Mi familia es una familia violenta", señala.

"No hay apoyo para las maltratadas", lamenta, "incluso cuando se denuncia, la policía siempre está del lado del hombre".

Si cazan a una mujer intentando huir del país, nunca más se la vuelve a ver. Los rumores apuntan que algunas han sido asesinadas, una predicción que al-Mohaimeed considera muy real.

Shahad al-Mohaimeed tenía 17 años cuando se escapó.
Shahad al-Mohaimeed tenía 17 años cuando se escapó.

"Cuando decidimos irnos, decidimos arriesgar nuestras vidas. Porque si no lo logramos nuestras familias nos matarán. Les avergüenza que una hija se vaya".

INSIDER no ha podido ponerse en contacto con la familia de al-Mohaimeed para preguntarles sobre su versión de la historia.

Una enorme base de datos de mujeres saudíes que les impide viajar

Además de las restricciones físicas y la presión social, al-Mohaimeed tuvo que explorar un compleja plataforma online para escapar. El teléfono de su padre ─el que ella robó esa noche en Trabzon─ le dio acceso a un sistema del Gobierno saudí llamado Absher.

Absher significa "el predicador" en árabe. Es el sistema estatal que regula las leyes saudíes de tutela masculina.

La aplicación de Absher.
La aplicación de Absher.

El sistema Absher, que ha aparecido poco en los medios de comunicación occidentales, contiene un registro de mujeres saudíes y los medios para impedirles viajar o detenerlas cuando intentan salir sin permiso.

Muchas de las funciones de Absher son benignas y no estarían fuera de lugar en ningún portal en línea del gobierno local o nacional, ya que también se utilizar para pagar multas de tráfico o para renovar carnés de conducir.

Pero, sobre todo, a través de él los hombres saudíes especifican cuándo se permite a las mujeres volar fuera del país y a dónde, y concederles o revocarles el permiso de viaje con solo unos clics, alcanzando tanto aeropuertos como otros lugares.

Los hombres también pueden habilitar un sistema de SMS que les envía mensajes de texto cuando una mujer utiliza su pasaporte en una frontera o hace check in en un aeropuerto.

Por eso, al-Mohaimeed esperó para escapar a las vacaciones en Turquía, porque tenía muy pocas posibilidades de salir desde Arabia Saudí, donde las fronteras están controladas con este sistema de alertas.

A través de él, cualquier intento de salir del país sería bloqueado en cuanto alguien registrase su paso por el aeropuerto. Incluso si lo lograra, dejaría un rastro digital que la haría fácil de encontrar.

Casi dos años después, Shahad al-Mohaimeed tiene un nuevo hogar.
Casi dos años después, Shahad al-Mohaimeed tiene un nuevo hogar.

Al menos 1.000 mujeres intentan huir de Arabia Saudí cada año, y los expertos han apuntado a INSIDER que estas alertas vía SMS han permitido que muchos hombres cacen a mujeres de su familia antes de que consiguieran marcharse.

Evitar este sistema ahora es clave para las mujeres saudíes como al-Mohaimeed, que intentan huir de Arabia Saudí.

INSIDER ha decidido investigar la situación tras el gran interés por las refugiadas saudíes  a raíz del caso de Rahaf Mohammed, de 18 años, que se hizo viral tras su huida a Tailandia.

Hemos intentado en varias ocasiones ponernos en contacto con las autoridades saudíes para conseguir su versión de la historia, tanto con el Ministerio del Interior y el Ministerio de Asuntos Exteriores, como a través de las embajadas saudíes en Londres y Washington.

Cuando se publicó este artículo, ninguno había respondido.

Rahaf al-Qunun llegando al aeropuerto de Toronto el 11 de enero tras escapar de Arabia Saudí.
Rahaf al-Qunun llegando al aeropuerto de Toronto el 11 de enero tras escapar de Arabia Saudí.

"Tengo 4 horas para salir de Turquía antes de que se despierten"

A las puertas del hotel en Turquía, al-Mohaimeed esperaba encontrar un taxi que la llevara al aeropuerto, pero no había ninguno. Así que caminó al hospital más cercano para llamar a uno. Esperaba salir con un vuelo a Australia, o a cualquier otro lugar que no fuera Arabia Saudí.

"Tengo cuatro horas para salir de Turquía antes de que se despierten", recuerda que pensaba.

Una vez que consiguió estar dentro de un taxi, tardó 20 minutos en llegar al aeropuerto, una pista de aterrizaje que sobre todo gestiona vuelos nacionales turcos.

Hasta que no estuvo en el área de registro no fue consciente de que no había salidas hasta las 8 de la mañana.

La frontera turca con Georgia estaba a 180 kilómetros de distancia, a través de una carretera que rodea el Mar Negro. El antiguo estado soviético, que no requiere visado para los ciudadanos saudíes, era la única opción que le quedaba. 

Encontró otro taxi, pagó el viaje, y un par de horas más tarde estaba entregando su pasaporte a la policía en la frontera, y cruzando los dedos.

Los guardias fronterizos miraron desde su cara y la foto del pasaporte, una y otra vez. Hicieron esperar a al-Mohaimeed 15 minutos. "Dios mío, ¿qué podría pasar ahora?", recuerda que pensó.

"Era realmente una cuestión de vida o muerte", relata a INSIDER. "Cuando me dejaron entrar, aluciné. Estuve a punto de preguntarles: '¿en serio?'".

Al Mohaimeed entró en la ciudad más cercana, aunque no recuerda cómo se llamaba. Pasó la noche encerrada en un baño público.

Desde allí se dirigió a Tiflis, la capital georgiana, y encontró una habitación en la ciudad con un amigo que hizo allí. Pensaba pedir un visado de turista para ir a Australia, que se puede solicitar por internet, pero se lo rechazaron.

Mientras tanto, sabía que las instituciones saudíes la estarían buscando, y que la Interpol ya había ido a hablar con su compañera de piso.

Cómo funciona Absher

INSIDER ha contactado con activistas y refugiados saudíes para preguntarles sobre Absher, el sistema informático que hace tan difícil huir de Arabia Saudí. También hemos conseguido capturas de pantalla del sistema que muestran cómo funciona.

Absher está en árabe por defecto, pero también se puede acceder a él en inglés.

Esta imagen muestra la pantalla principal de Absher, donde los tutores saudíes añaden "dependientes", es decir, mujeres y niños:

La página de inicio de Absher, donde aparecen las mujeres a las que cada hombre tutoriza y los niños que tienen.
La página de inicio de Absher, donde aparecen las mujeres a las que cada hombre tutoriza y los niños que tienen.

"Total de Dependientes Dentro" hace referencia a las mujeres (y niños) que se encuentran dentro de Arabia Saudí.

"Total de Dependientes Fuera" se refiere a las mujeres fuera de Arabia Saudí, como las que estudian en el extranjero en una universidad o están de vacaciones.

Una segunda captura de pantalla del sitio web muestra dónde se gestionan los permisos de viaje.

Los hombres pueden especificar los viajes que las mujeres pueden realizar o especificar un período de tiempo en el que pueden viajar.

A través de este formulario, los tutores pueden introducir dónde pueden ir las mujeres, durante cuánto tiempo y a qué aeropuertos.
A través de este formulario, los tutores pueden introducir dónde pueden ir las mujeres, durante cuánto tiempo y a qué aeropuertos.

Se muestran cuatro opciones de permisos de viaje:

  • Un solo viaje a cualquier parte.
  • Un solo viaje entre dos aeropuertos específicos.
  • Múltiples viajes.
  • Permiso para viajar hasta que expire el pasaporte (un máximo de cinco años).

Antes de que existiese Absher, las mujeres sauditas necesitaban un formulario de consentimiento en papel con la firma de un tutor, lo que se conocía como "recibo amarillo", para pasar por la aduana.

Absher digitalizó el sistema, que ofrece una lectura detallada de todos los viajes de cada persona. (Los hombres pueden ver su propio historial de viaje, así como la de los niños y las mujeres de su familia). 

Esta es una captura de pantalla de la sección de pasaportes de Absher, que muestra el historial de viajes de un pasaporte registrado.

Lista de viajes que ha llevado a cabo el titular de un pasaporte, tal y como se ve en el sistema Absher.
Lista de viajes que ha llevado a cabo el titular de un pasaporte, tal y como se ve en el sistema Absher.

El sistema de alertas es una de las principales razones por las que se suele detener a las mujeres que intentan huir de Arabia Saudí, porque avisa a sus tutores, según el apunta el doctor Taleb al-Abdulmohsen, un refugiado saudí que huyó a Alemania.

Adam Coogle, investigador de Oriente Medio de Human Rights Watch, también ha hablado con INSIDER sobre las alertas por SMS y ha corroborado la historia de al-Abdulmohsen.

Cuando los mensajes se hicieron obligatorios en 2012, las saudíes los criticaron en las redes sociales. 

La escritora y periodista saudí Badriya al-Bishr escribió: "Las autoridades están usando tecnología para vigilar a las mujeres. Esta es una tecnología que se usa para servir al atraso y mantener a las mujeres prisioneras". Sin embargo, la medida continuó utilizándose.

INSIDER ha localizado copias de varias alertas enviadas por el Ministerio del Interior, que se enviaron en 2012, cuando el sistema era todavía una novedad.

Todos ellos se ven en las pantallas de los teléfonos como procedentes de MOIJawazat. MOI significa Ministerio del Interior, y Jawazat es el nombre de la oficina saudita de pasaportes y visados.

Esta alertó a un tutor de que una empresaria saudí llamada Sarah al-Ayed había utilizado su pasaporte para salir de Arabia Saudí en avión.

Dice: "Sarah número ###### partió del aeropuerto Rey Abdulaziz el 12-11-2012".

El tutor de Sarah también recibió una alerta por otro viaje que hizo en noviembre, desde el mismo aeropuerto.

Este mensaje, que recibió Hassan al-Hashemi sobre su mujer Muna, dice: Muna salió del aeropuerto AbdulAziz el 14-11-2012. Número ****3551". 

Este, enviado a Khalid al-Shnanah, dice: "Permiso de salida para Sala número ***7698 caduca el 25-11-2012". Se refiere al permiso que un hombre puede conceder a una mujer para salir del país durante un periodo determinado de tiempo. 

Esta serie de mensajes atestiguan que dos mujeres, Danah y Fatima, tutorizadas por un mismo hombre, salieron y volvieron de Arabia Saudí a Bahréin, como muestras las alertas de SMS del sistema.  

Ante las críticas en redes sociales, el Gobierno convirtió las alertas por SMS en algo opcional en 2014. Más tarde, ese mismo año, los funcionarios afirmaron que las habían suspendido, pero muchos creen que el sistema sigue funcionando.

Coogle, de Human Rights Watch, ha declarado a INSIDER: "Las alertas de texto siguen existiendo y por eso las descubren tan rápidamente" cuando las mujeres intentan escapar. Otros dos expertos lo han corroborado.

Engañando al sistema

Todo el mundo conoce el sistema Absher en Arabia Saudí, según ha apuntado al-Abdulmohsen, y ahora las mujeres jóvenes están usando una misma técnica para intentar escapar.

Las mujeres saudíes roban el teléfono de su tutor, restablecen la contraseña y consiguen uno nuevo en cuestión de minutos, indica. Unos segundos después se han dado ellas mismas permiso para salir.

"Pero es peligroso. Si el tutor es cuidadoso, comprobará frecuentemente el estado de sus dependientes", apunta.

Shahad al-Mohaimeed, la refugiada saudí que ha contado a INSIDER su huida de Turquía, dice que ahora da consejos a quienes quieren huir, sobre todo para que consigan permisos de viaje y para zafarse de las alertas SMS del MOIJawazat.

"Robar el teléfono del padre una noche antes de que vuelen para asegurarse de que les sale bien", recomienda desde su nuevo hogar. "A veces no funciona, o el padre tiene su teléfono con él todo el tiempo, así que algunas chicas no pueden".

Salir del país a través de una frontera física conlleva muchos riesgos. Esta es la de Abu Samra, que separa Arabia Saudí de Catar.
Salir del país a través de una frontera física conlleva muchos riesgos. Esta es la de Abu Samra, que separa Arabia Saudí de Catar.

Otra refugiada saudita, que sólo quiso aparecer bajo su nombre de pila (Salwa), contó a la BBC que usó esta técnica para huir del país.

Yasmine Mohammed, una destacada activista por los derechos de las mujeres, ha apuntado a INSIDER que algunas mujeres cambiaron el número de teléfono vinculado a la cuenta Absher de su tutor para que el mensaje SMS de alerta llegara a su propio móvil.

Incluso superando las dificultades técnicas, el viaje sigue siendo muy arriesgado.

Los refugiados, incluido Rahaf Mohammed, citan el caso de Dina Ali Lasloom, que llegó a Filipinas en abril de 2017, pero fue detenida por su familia y recuperada.

Alrededor de una semana después de ser capturada, Bloomberg informó que se encontraba recluida en un centro penitenciario saudí. Se desconoce su paradero actual.

"En las redes sociales se ve cómo las mujeres escapan, sonríen, sobreviven"

A pesar de historias como ésta, las redes de apoyo entre mujeres saudíes se están fortaleciendo, y los intentos de fuga están aumentando, según han señalado expertos a INSIDER.

Al-Abdulmohsen cuenta a INSIDER que hay muchos foros y grupos en los que mujeres y niñas comparten consejos para escapar.

"Antes no había chicas que prestaran atención al asilo, ahora todas saben de lo que va y conocen los planes de otras para escapar", recuerda.

"Ahora tienen más posibilidades de ser aceptadas en el extranjero y saben más sobre el proceso y lo que necesitan para conseguir asilo".

Yasmine Mohammed, activista por los derechos de las mujeres, está de acuerdo.

"En las redes sociales se ve cómo las mujeres salen, sonríen, sobreviven, son felices y animan a otras mujeres a salir", relata a INSIDER

Rahaf al-Qunun, la chica de 18 años que huyó de su familia, en Toronto.
Rahaf al-Qunun, la chica de 18 años que huyó de su familia, en Toronto.

Más de 1.000 mujeres huyen de Arabia Saudí cada año, según contó Mansour al-Askar, de la Universidad saudí Imam Muhammad ibn Saud a The Economist en mayo de 2017.

Dentro de Arabia Saudí, las leyes de tutela también están cambiando, pero muy lentamente.

Ya en 2013, Arabia Saudí aseguró a las Naciones Unidas que aboliría el sistema de tutela masculina y toda discriminación contra la mujer.

Han hecho algunos cambios, según el observatorio Human Rights Watch, como que ya no se requiere que las mujeres aporten el permiso de un tutor para trabajar o que necesiten traer a un pariente (siempre hombre) para que las identifique en los juicios.

En abril de 2017, el príncipe heredero Mohammed bin Salman comunicó a todos los organismos gubernamentales saudíes que no se debe impedir que las mujeres obtengan servicios gubernamentales porque no tengan el consentimiento de un tutor, a menos que la ley lo exija.

La vida es dura, pero no puede volver atrás

Han pasado dos años desde que Shahad al-Mohaimeed dejó su hotel en Turquía y huyó de su familia.

En Tiflis, al-Mohaimeed conoció a otro refugiado, que también había huido de un país islámico estricto. A través de esta conexión, se puso en contacto con activistas de derechos humanos, quienes la remitieron a la ONU. Se le concedió el estatus de refugiada y, finalmente, un hogar en Suecia.

Ella se ha negado a decirnos una ubicación más exacta, preocupada por su seguridad.

Ahora, al-Mohaimeed va al instituto todos los días y tiene un trabajo a tiempo parcial. Describe a Suecia como "un buen lugar", pero dice que vivir sin una familia es difícil.

Pero no puede volver atrás. Incluso cuando tenía 12 años, al-Mohaimeed intentaba entender qué lógica tenía creer que Dios la castigaría por ejercer la libertad de pensamiento. 

"Yo no pertenecía a esa vida", relata ella. "La odiaba con todo mi corazón".

Ahora le preocupan sus amigas en Arabia Saudí. Algunas, cuenta, están detenidas en lo que allí se conoce como "casas de protección", el mismo tipo de instalaciones en las que ahora está Dina Ali Lasloom.

"Todavía me supone un sacrificio vivir aquí en Suecia", lamenta. "Pero ahora esto es lo que soy. He visto muchas cosas y en esto me he convertido. Puedo enfrentarme a cualquier cosa".

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