La escalada desenfrenada del barril de petróleo provoca un nuevo desplome de las bolsas: los expertos avisan de que se descuenta el peor escenario

Dos traders observan la marcha de la cotización del Ibex 35 en la Bolsa de Madrid

Reuters

Las bolsas europeas se han vuelto a teñir de rojo en una jornada que se presupone agitada y volátil para todos los inversores.

El Ibex 35 cae más de un 2,5% después de que la semana pasada se desplomase un 9%, mientras que el DAX pierde un 3,5% y el EuroStoxx 50 cede más de un 3%.

Estas bajadas vienen produciéndose desde la decisión de Rusia de invadir Ucrania e iniciar un conflicto bélico. Esto ha provocado la respuesta coordinada de todo Occidente sobre el país que lidera Vladímir Putin en concepto de sanciones económicas, que se han agudizado aún más en las últimas horas. 

¿Qué ha ocurrido? Especialmente, la dura medida de Estados Unidos de embargar los barriles de petróleo ruso ha supuesto un despegue espectacular del barril de crudo Brent en los mercados. Se ha disparado en pocas horas más de 20 dólares, incrementando su precio más de un 10%, que le ha llevado a cotizar casi en los 140 dólares. Un nivel que no se veía desde marzo del 2008.

“El shock en la parte de la oferta y una demanda acelerada por la situación bélica ha llevado a que el precio colapse y llegue a estos niveles desorbitados… Lo peor es que el escenario no va a cambiar en el corto plazo, sino que diría que al revés”, dice a Business Insider España Alfredo Rodríguez, analista de mercados independiente.

“Las sanciones están debilitando a Rusia, pero las consecuencias colaterales todavía no se han analizado; Rusia exporta el 25% del petróleo y entre el 35% y 40% del gas que se consume en Europa”, valora Joaquín Robles, analista de XTB.

“La inflación no solo nos puede llevar a la siguiente recesión, sino que puede afectarnos de una manera más prolongada de lo que esperábamos, puesto que hasta ahora muchas empresas estaban aguantando a la espera de una estabilización en los precios, pero con las recientes subidas van a tener que plantearse si subir precios o empezar a reducir costes como el de personal”, añade el experto. 

A esto habría que sumarle que, cuando una empresa sube precios, rara vez los baja cuando se vuelve a estabilizar el mercado. 

“España es uno de los casos que más le podría afectar, ya que con más de un 14% de desempleo, apenas hay inflación salarial, por lo que los trabajadores perderán capacidad adquisitiva”, dice Robles.

Sebastien Galy, responsable de estrategia macroeconómica de Nordea AM, confirma en un reciente informe que la guerra en Ucrania crea “muchas incertidumbres en el mercado, especialmente en los precios del petróleo”, tal y como ya se está observando en estos últimos días. 

“Para la Eurozona, este shock de suministro de petróleo se combina con un shock de demanda más amplio, ya que las exportaciones a Rusia y Ucrania se reducen severamente”, expone el experto de la gestora nórdica.

El miedo a una recesión económica grave y duradera

La evolución de la guerra en Ucrania no arroja ningún rayo de esperanza. 

Las previsiones de que la solución llegue pronto son casi inexistentes y los mercados se preparan para el peor escenario posible, que es el de una guerra de largo plazo. 

A medida que se prolonga el enfrentamiento armado se agravan las consecuencias económicas, y la magnitud de las sanciones impuestas a Rusia. 

El régimen de Putin, paralelamente,ya amenaza públicamente con dejar de pagar su deuda pública, en el que podría convertirse en uno de los mayores defaults de la historia. La crisis financiera que podría propiciar esta situación agravaría aún más el impacto económico de la contienda. 

La probabilidad de los escenarios más oscuros está incrementándose.

Mario Weitz, director general de Consulta Abierta y exconsejero del FMI, además de miembro del Claustro de IEB, indica que “los efectos económicos para Europa serán duros: más inflación, menos crecimiento”. 

“La inflación ya estaba afectando antes del conflicto y con esto, al subir el petróleo y los cereales empeora la situación”, ahonda. 

En su opinión, habrá que subir los tipos de interés para parar la inflación. Ese será el coste a pagar. “No obstante, compensa perder nivel de vida por defender ideales y libertades. Hay dudas sobre efectos de la mayor inflación europea sobre tipos de interés y técnicamente habría que subirlos para contener la inflación”, resalta. 

Los impactos económicos dependen mucho de la duración del conflicto. “En este entorno, los inversores se refugian a corto plazo en oro, dólares y liquidez”, analiza el Weitz.

La desbandada que se ha producido en la bolsa, efectivamente, y de otros activos de riesgo refuerza a mercados con un perfil más defensivo como la deuda pública. 

La oleada de rebajas en las previsiones de crecimiento diluye además las expectativas de una espiral de subidas en los tipos de interés. Las compras presionan a la baja las rentabilidades de la deuda, en especial las catalogadas como más seguras. En Europa, el bund alemán se afianza de nuevo en tasas negativas de interés, y se acerca incluso al -0,10%. La incertidumbre sigue.

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