El Gobierno dice que espera alcanzar los 21 millones de ocupados y que el paro caiga al 11,7% en 2023 a pesar de la guerra

El Gobierno ha lanzado una promesa ambiciosa para el año que viene: el mercado laboral alcanzará los 21 millones de trabajadores, y el paro caerá por debajo del 12% en 2023. 

"El crecimiento del PIB permitirá seguir creando empleo y que a finales de 2023 haya casi 21 millones de ocupados y que la tasa de paro se sitúe por debajo del 12%", ha anunciado la vicepresidenta primera y ministra de Economía y Transformación Digital, Nadia Calviño.

Calviño ha avanzado esta previsión en la presentación del acuerdo de los Presupuestos Generales de 2023, que ha venido acompañada del cuadro macroeconómico, la columna vertebral sobre la que se asientan las cuentas públicas del año que viene, y que ahora enviará a la Comisión Europea para recibir su visto bueno. 

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La meta no sería descabellada, si no llega a ser por una Europa al borde de una recesión, donde todo apunta a una desaceleración en el mercado laboral. El propio Ministerio de Economía pronostica que la economía española crecerá menos de lo esperado en 2023: un 2,1%.

A las puertas de las elecciones, el pronóstico lanzado por Calviño recuerda a la promesa realizada por Mariano Rajoy, en 2015, cuando el expresidente quiso hacer del 20 su número mágico. "Si seguimos caminando en la misma dirección podemos conseguir ese gran objetivo de los 20 millones de españoles trabajando", se comprometió el expresidente en el minuto de oro del debate previo al 26-J.

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La promesa de alcanzar los 20 millones de empleos se convirtió en un mantra maldito que le acompañó durante el resto de su mandato. Hicieron falta 7 años para conseguirlo: no se logró hasta este mismo año, cuando el mercado laboral rompió la barrera de los 20 millones de ocupados.

Ahora mismo, el número de afiliados a la Seguridad Social alcanza los 20,2 millones de trabajadores y el paro se sitúa en el 12,5%, según los datos de afiliación y desempleo presentados también hoy por el Gobierno.

Para alcanzar el objetivo marcado por el Ejecutivo, haría falta que España cree 800.000 nuevos puestos de trabajo de aquí a finales del año que viene. Ello, a pesar de una inflación galopante, el impacto de las subidas de tipos de interés, y la amenaza de una recesión en Europa.

Este año, el Gobierno espera que el empleo registre un crecimiento del 2,9%, y que la tasa de paro mantenga su tendencia descendente, para reducirse hasta el 12,8%.

Para 2023, señala el Ejecutivo, "se seguirá creando empleo, situando la previsión de la cifra de ocupados en 21 millones de personas, lo que permitirá continuar reduciendo el desempleo y situará la tasa de paro en el 11,7% al finalizar 2023".

Pero no parece tan sencillo. Tanto BBVA Research como la Airef pronostican una contracción del Producto Interior Bruto (PIB) en el tercer trimestre, a pesar de ser la temporada alta de un sector clave como el turismo. Un frenazo que se traducirá como estancamiento en el mercado laboral. No en vano, la creación de empleo ya ha empezado a desacelerarse: julio, agosto y septiembre acumulan un aumento del desempleo de alrededor de 60.000 personas.