Por primera vez en la historia, una nave espacial acaricia el Sol: la sonda Parker de la NASA se adentra en la atmósfera

Recreación de la sonda Parker entrando en la corona solar.
Recreación de la sonda Parker entrando en la corona solar.

NASA.

  • La sonda Parker de la NASA se ha convertido en la primera nave en tocar el Sol y ha sobrevivido para contarlo.
  • Uno de los objetivos de la misión es conocer dónde está y qué topografía tiene la superficie crítica de Alfvén, lo más parecido a una atmósfera que tiene la estrella.
  • El Sol es la única estrella conocida que alberga vida y, según los científicos, conocerla en profundidad es vital para la búsqueda de vida más allá del sistema solar.
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De tener dedos, se podría decir que la sonda Parker de la NASA ha acariciado el Sol con la yema de los mismos y ha sobrevivido para contarlo. Se trata de un acontecimiento único porque es la primera vez en la historia que una nave se ha aventurado en el interior de la atmósfera solar.

Así lo ha comunicado la propia agencia de exploración espacial estadounidense este martes en una rueda de prensa, aunque el hito se había producido el pasado 28 de abril.

"Que la sonda solar Parker haya tocado el Sol es un acto memorable para la ciencia solar y un hecho realmente extraordinario", ha dicho el astrofísico Thomas Zurbuchen, administrador asociado de la Dirección de Misiones Científicas de la NASA.

La misión, lanzada en 2018, tiene una duración aproximada de 7 años en los que su objetivo principal es explorar y recoger datos de la corona —la atmósfera del Sol—. Está previsto que haga un total de 26 aproximaciones orbitales a nuestra estrella utilizando la asistencia gravitatoria que le aporta Venus, tal y como recogeScience Alert.

En su octava maniobra de aproximación al Sol el pasado mes de abril y 3 años después de su lanzamiento, la sonda Parker atravesó la esa atmósfera.

En sus casi 5 horas dentro de la corona, la sonda Parker pudo medir las fluctuaciones del campo magnético y tomar muestras de las partículas que irradia el Sol.

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"Al volar tan cerca del Sol, la sonda Parker percibe ahora las condiciones de la capa de la atmósfera solar dominada por el magnetismo como nunca antes habíamos podido hacerlo", según el astrofísico Nour Raouafi, científico del proyecto Parker en el Laboratorio de Física Aplicada Johns Hopkins (Estados Unidos).

A diferencia de la Tierra, el Sol no tiene una superficie sólida. Es una gigante esfera de plasma a 5.500 grados en su superficie y que mantiene su perfecta forma gracias a su propia gravedad.

Nuestra estrella irradia material solar constantemente hacia el espacio, pero su alcance está limitado por su gravedad y el campo magnético del Sol, formando lo que se conoce como superficie crítica de Alfvén.

Sin embargo, parte de ese material solar sí que escapa la corona y se extiende por todo el sistema solar. En la Tierra, el material viento solar al incidir con la magnetosfera provoca las conocidas auroras polares.

Al igual que el aterrizaje en la Luna permitió a los científicos comprender cómo se formó este cuerpo celeste, tocar y conocer la materia con la que está hecho el Sol ayudará a los científicos de la NASA a descubrir información fundamental sobre la estrella y su influencia en el sistema solar.

La importancia de conocer cómo es el Sol para poder continuar con la exploración espacial

Recreación de la entrada de la sonda Parker en la corona solar

NASA.

A medida que la humanidad presenta programas, proyectos y posibles colonias extraterrestres en esta segunda era de la exploración espacial, los investigadores tienen por seguro que conocer al dedillo la actividad del Sol es crucial para que estas iniciativas logren salir adelante.

El constante bombardeo de partículas que forman el viento solar y que escapa de la corona sigue envuelto en un halo de misterio para los científicos.

Este viento solar tiene un impacto muy importante en cualquier actividad humana fuera de la atmósfera. Mientras que en la Tierra estamos protegidos de su incidencia, fuera de ella la enorme radiación que trae consigo el viento solar supone una amenaza muy seria para satélites, naves espaciales o incluso colonias en otros planetas.

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Dentro de la atmósfera terrestre la actividad humana depende a día de hoy de muchos sistemas tecnológicos que orbitan y alrededor de la Tierra. La NASA considera que para protegerlos mejor es necesario ir hasta donde nace el viento solar.

En esta misión se han descubierto 2 hechos muy significativos para la ciencia solar.

El primero es que en el exterior de la corona, el viento solar expulsa el material solar a altísima velocidad haciendo imposible que regrese a la superficie de la estrella. Pero en el interior de la atmósfera, el campo magnético solar es más fuerte y el material solar está a una velocidad muy inferior y está atado al Sol.

El segundo descubrimiento de la sonda Parker es que en un vuelo uniforme, la nave entraba y salía de la corona varias veces. Esto significa que la superficie crítica de Alfvén no tiene una forma lisa, si no que es rugosa con picos y valles.

Descubrir dónde se alinean estas protuberancias con la actividad solar procedente de la superficie puede ayudar a los científicos a saber cómo afectas los acontecimientos del Sol a la atmósfera y al viento solar.

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