"No hay nada más inspirador que el ejemplo": los profesores que marcaron a Chema Alonso, Juan de Antonio, Carlota Pi, Eneko Knörr, Ana Maiques y otros emprendedores españoles de éxito

Profesor

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  • Las mejores mentes del ecosistema emprendedor español echan la vista atrás para recordar cuál ha sido su profesor favorito.
  • Los docentes señalados proceden de todas las ramas del saber y a cualquier edad, pero coinciden en algo: tienen la capacidad de cambiar la vida de sus alumnos.

Casi todo el mundo ha tenido por lo menos uno. Trascienden la figura del profesor como transmisor de conocimientos y se convierten en otra cosa: en maestros, mentores, guías, ejemplos de vida que uno querría imitar. 

No tienen por qué tener una personalidad extravagante. Ni siquiera hace falta que sean especialmente carismáticos ni que se conviertan en revolucionarios líderes espirituales que inviten a que sus alumnos coreen sus nombres subidos en sus pupitres, como en El club de los poetas muertos.

Muchas veces basta con que lleguen en el momento indicado y se interesen por su trabajo y por sus alumnos para que produzca esa conexión especial.

A principios de este año, Business Insider España quiso saber cuáles habían sido los profesores más especiales de algunas de las mentes más claras del ecosistema emprendedor español, aquellos que, de un modo u otro, habían marcado su vida.

"Recuerdo especialmente a mis profesoras de Química y Matemáticas. Gracias a ellas opté por el itinerario de Ciencias puras en el colegio. Me encantaba la resolución de problemas, y ellas acabaron convenciéndome para estudiar una ingeniería", apunta Paloma Castellano, directora en España de Wayra, un fondo de inversión especializado en tecnología.

Tecnologías de la educación

Para Ana Maiques, CEO y fundadora de Neuroelectrics, una startup especializada en la investigación en terapias de estimulación neuronal, el recuerdo de su profesora predilecta le supuso una inspiración vital.

"Marga, mi profe de Mates, me despertó la pasión por esta disciplina. En el recreo, mientras nos vigilaba, hacía fórmulas por pura pasión. No hay nada más inspirador que el ejemplo", explica.

Los profesores preferidos de Laura González-Estéfani, fundadora y CEO de TheVentureCity, un vehículo de inversión en startups y una aceleradora, también supieron imprimirle el amor por las Matemáticas.

"El Padre Rayo del colegio San Patricio todavía hoy nos bendice a mí y a mi familia cada vez que vengo a España. Grandísimo instructor de la vida, ojalá pueda invertir en alguna compañía que nos lo pudiera inmortalizar. Y Don Carlos, que en paz descanse. Fue mi profesor de Matemáticas. Aprendí a disfrutarlas gracias a él. Me decía 'Fetuccini, lo sabes hacer mejor'. Nunca se acordaba de mi apellido".

También desde el ámbito científico Juan de Antonio, CEO de Cabify, conectó de un modo especial con un docente siendo todavía muy joven: "Mi profesor de Ciencias Naturales de 1º de BUP nos enseñó a aplicar el método científico para resolver cualquier tipo de problema", comenta.

"Guardo un especial recuerdo de Rafael Permanyer. Una leyenda absoluta. Nunca quiso parecer autoritario en clase, se ganaba el respeto de la gente siendo auténtico. De hecho, a veces parecía un poco excéntrico, pero era su personalidad natural", recuerda Antonio Espinosa de los Monteros, cofundador y CEO de Liux.

"Se sentaba como un yogui encima de la mesa. Rellenaba pizarras que eran auténticas obras de arte porque les ponía un cariño único. Enseñaba con la práctica, le encantaba ir al laboratorio y hacer experimentos. Se reía, gritaba, saltaba. Le apasionaba su trabajo y conseguía que una asignatura como la Química no fuera un infierno".

Fue la misma asignatura que enamoró en su día a Marta Echarri, directora en España y Portugal del banco N26. "En mi año escolar en Boston, mi profesora de Química nos ponía una estrellita en la parte derecha de la pizarra con los deberes que teníamos que hacer para la próxima clase y algunas lecturas interesantes si teníamos tiempo. A día de hoy, en mis cuadernos (sí, uso cuadernos y escribo a mano) sigo marcando mis cosas a hacer con una estrellita".

Presidentes de compañías

A otros el ejemplo a seguir les llegó por el lado de las Humanidades.

"Me marcó profundamente mi profesora de Lengua y Literatura en el instituto. Era una mujer muy estricta que nos empujaba siempre a buscar la excelencia y a la vez nos retaba para ser mucho más curiosos, con ella no valía cualquier respuesta. Me demostró que puedes sentir pasión y disfrutar del esfuerzo en tu trabajo diari", afirma Teba Lorenzo, directiva de TikTok.

Algo parecido le ocurrió a Cristina Aranda, lingüista y cofundadora, entre otros muchos proyectos, de Big Onion, empresa especializada en proyectos digitales.

"Tengo 3 grandes referentes. Por una parte, recuerdo a Delfina, profesora de Lengua y Literatura (no me acuerdo del apellido, pero soy de Huesca, y fui al colegio de Alto Aragón). A mí me marcó mucho porque era una persona que nos enseñaba a reflexionar sobre los textos. Particularmente, a mí me enseñó a que la Literatura te puede ayudar en tu vida. Por eso estudié Filología".

Después, rememora, le llamó la atención el magisterio de Paco Hernández Aparicio, profesor de Pragmática. "Él me enseñó que se puede aprender de forma divertida y lúdica. De hecho, nos poníamos a contar chistes y evaluábamos las máximas conversacionales de Grease".

Su tercera referencia la constituye la afamada catedrática y lingüista Violeta Demonte: "Es mi gran referente de la gramática hispánica. De hecho, es coautora de la Gramática descriptiva de la lengua española junto con Ignacio Bosque. Un dato: él está la Real Academia Española y ella no. Creo que es de las pocas profesoras que me ha dicho que no leyéramos sus libros porque para eso ya estaba ella en clase. Tenía una humildad y una apertura al conocimiento bestial".

"Curiosamente, me encantó la asignatura de Literatura de tercero de BUP con Amparo (no recuerdo el apellido). Ese curso aprendí a apreciar la profundidad del trabajo de los poetas y novelistas, cómo construyen sus sonetos y demás, o las tramas, personajes", coincide Eneko Knörr, fundador de AngelClub, un club de inversión en startups.

Ángel Sáenz de Cenzano, CEO de LinkedIn España, e Iker Barricat, director general de Adecco España.

En busca del profesor perdido

Pero si hay alguien que de verdad siente gratitud por uno de sus instructores predilectos ese es Chema AlonsoEl conocido como el hacker español y experto en ciberseguridad en Telefónica dio sus primeros pasos en el mundillo de la programación en una academia de informática donde daba clase un hombre al que todos llamaban Teo.

"Era un profesor curioso que venía todos los días a clase con un libro de lectura y nos contaba historias no solo de informática, sino también de ciencia ficción. Entre otras cosas, en los descansos, nos contaba cosas de It, de Stephen King, uno de los libros que trajo muchas veces mientras se lo terminaba", cuenta Alonso.

Lo hace en una entrada de su blog personal consagrada precisamente a dar con Teo para agradecerle todas sus enseñanzas.

"Teo, mi profesor, se sentó conmigo y se dedicó a explicarme los conceptos básicos de la programación iterativa donde todo se resolvía con tres estructuras básicas de control de flujo: la secuencia, la repetición y la alternativa. Todo era sencillo y divertido".

También le hizo la vida más fácil su profesor preferido a Íñigo Juantegui, emprendedor en serie conocido por hallarse entre los cofundadores de La Nevera Roja.

"Recuerdo uno en concreto de Historia de cuando tenía 13 o 14 años. Habíamos empezado con la asignatura hacía poco y nos tocó un profesor que era un crack, aprendimos un montón, era fácil porque explicaba muy bien. Al año siguiente me cambié de colegio y el profesor de Historia se limitaba a leer el libro y decirnos qué subrayar. No volví a aprender nada".

Pablo Alcolea, Belén de Jaime, Óscar Arbulu, Javi Bonnin y Álex Granados.

Otros docentes especiales llegan más tarde, pero eso no les resta un ápice de capacidad de influencia.

"Don Victorio Valle fue un profesor de mi universidad, CUNEF. ¡Me dejó marcada para siempre! Lo buenísimo que era como profesor y la pasión con la que enseñaba hizo que me motivara y que entendiera la importancia de seguir formándote continuamente, una de los principales valores de mi empresa", cuenta Lupina Iturriaga, CEO de Fintonic.

"José Antonio Segarra, desde el IESE, me cambió la vida porque fue el profesor que me enseñó que una compañía que está bien gestionada y que es capaz de encontrar su camino a la rentabilidad tiene que convertirse en una herramienta para cambiar el mundo" subraya Carlota Pi, cofundadora de Holaluz.

Por último, no todos los maestros geniales aparecen en el colegio o en la universidad.

"Mi mejor maestro no fue tanto un profesor como a un vecino mío que poseía una biblioteca extraordinaria; solía ir a su casa y llevarme cargamentos de libros. Devoré tantos títulos... Creo que nunca he sido tan feliz como en esa biblioteca", recuerda el emprendedor en serie e inversor Carlos Blanco.

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