Moderna advierte que la protección de la vacuna frente al COVID-19 disminuye con el tiempo e insiste en la necesidad de dosis de refuerzo

Nuevos datos sobre el estudio la vacuna COVID-19 de Moderna revelan que la protección que ofrece disminuye con el tiempo, lo que respalda la necesidad de dosis de refuerzo, según afirma la compañía en un comunicado de prensa.

“El aumento del riesgo de infecciones graves en los participantes del estudio COVE que fueron vacunados el año pasado en comparación con los más recientes refleja el impacto de la inmunidad menguante y respalda la necesidad de un refuerzo para mantener altos niveles de protección".

Las consecuencias de la disminución de la efectividad de las vacunas podría suponer un aumento de casos con la llegada del frío.

"Esta es solo una estimación, pero creemos que significa que, al mirar hacia el otoño y el invierno, como mínimo esperamos que el impacto estimado de la inmunidad decreciente sea de 600.000 casos adicionales de COVID-19", afirmó el miércoles el presidente de Moderna, Stephen Hoge, en una conferencia telefónica con inversores, informa Reuters.

Aunque Hoge no realizó predicciones sobre cuántos de estos casos podrían evolucionar a graves, sí reconoció que algunos requerirían hospitalización.

El ensayo masivo de Moderna cifró el impacto de la inmunidad menguante de su fármaco frente al aumento de casos de la variante delta en Estados Unidos.

Para ello comparó el rendimiento de la vacuna en más de 14.000 voluntarios vacunados entre julio y octubre de 2020 con los 11.000 voluntarios del grupo de placebo que recibieron la inyección entre diciembre de 2020 y marzo de 2021.

En el período de 2 meses de julio a agosto, se produjeron 88 casos de COVID-19 entre aquellos que recibieron la pauta completa más recientemente, mientras que los casos ascendieron a 162 entre los vacunados el año pasado. No obstante, solo 19 casos se consideraron graves, un punto clave para evaluar la protección menguante.

La reducción en las tasas de incidencia para los participantes vacunados más recientemente en comparación con los participantes vacunados el año pasado fue del 36%.

"El mayor riesgo de avance en este análisis cuantifica el impacto de la inmunidad menguante en el estudio COVE entre la media de tiempo de seguimiento de 8 meses y 13 meses desde la primera dosis", afirma el estudio.

"La compañía cree que esto se suma a la evidencia del beneficio potencial de una dosis de refuerzo de ARNm-1273", añade.

Sin embargo cabe destacar que el rendimiento inicial de la vacuna es sólido, como mostraron los resultados de un estudio anterior publicado el pasado agosto.

Según estos datos, la vacuna de Moderna muestra una eficacia del 93% a lo largo de los 6 meses posteriores a la segunda inyección. Es una efectividad superior a la mostrada por Pfizer, que para el mismo período se coloca en el 84%.

No obstante, el presidente de Moderna incide en la necesidad de inocular dosis de refuerzo.

"Los primeros 6 meses son geniales, pero no se puede contar con que [la inmunidad] se mantendrá estable durante 1 año o más".

Moderna presentó el 1 de septiembre su solicitud a la Administración de Medicamentos y Alimentos de EEUU (FDA, por sus siglas en inglés) para la autorización de una vacuna de refuerzo. El organismo ya aprobó esta tercera dosis tanto de Pfizer como de Moderna para algunas personas inmunodeprimidas.