Los 7 pueblos más bonitos de Madrid para ir de escapada rural este verano
- Más allá del turismo urbano que ofrece Madrid, la Comunidad cuenta con algunos pintorescos pueblos en los que dejar atrás el asfalto y el ritmo frenético de la ciudad.
- Algunos de ellos guardan una elevada importancia monumental, reconocida incluso por la UNESCO.
- Las sierras de Madrid también esconden parajes de alto valor paisajístico, donde además poder realizar una amplia variedad de actividades al aire libre.
- Para conocerlo mejor, aquí 7 de los pueblos más bonitos de Madrid a los que escaparte este verano.
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Aunque no lo creas Madrid puede ofrecer algo más que turismo urbano.
Si eres de los que este año se queda en la capital, o incluso si tienes pensado venir de fuera para visitarla, una buena alternativa puede ser hacerte una pequeña escapada rural a alguno de los pueblos pintorescos que se ubican en Madrid.
En las sierras de la Comunidad se esconden parajes naturales de elevado valor y gran diversidad. Ríos, valles, montañas y hasta un bosque al más puro estilo escandinavo son opciones naturales que es posible visitar.
Algunos de los pequeños pueblos madrileños guardan en su interior Patrimonio de la Humanidad y hasta cierto sabor medieval.
Para conocerlo mejor, aquí recogemos algunos de los pueblos más bonitos de Madrid a los que puedes escaparte este verano.
Chinchón
La Plaza Mayor es uno de los principales atractivos de Chinchón, que hacen de este pequeño pueblo uno de los más visitados de Madrid. Sus primeras casas y soportales se levantaron en el siglo XV y a día de hoy su arquitectura guarda el aspecto de la plaza medieval que fue.
A lo largo de los siglos esta plaza ha acogido todo tipo de espectáculos y eventos, desde fiestas a corral de comedias, corridas de toros o autos sacramentales y hoy sigue siendo centro neurálgico del pueblo, con su oferta de bares y restaurantes.
Otros monumentos destacados de Chinchón incluyen la Torre del Reloj, del siglo XV, Iglesia de la Asunción con imagen obra del mismísimo Francisco de Goya, el Convento de las clarisas y los restos del castillo del siglo XV.
La Hiruela
Antiguos molinos, una carbonera, colmenas tradicionales, una antigua escuela... La Hieula mantiene aún vivo un importante patrimonio etonográfico que permite hacerse una idea de cómo era vivir en esta comarcar hace muchos años.
Su arquitectura rural con sus casas de piedra y adobe aportan aún más esa sensación de pueblo fuera del tiempo, ya que su diseño se conserva casi sin modificaciones desde su creación.
Y todo este encanto en un enclave privilegiado como es la Sierra del Rincón, declarada Reserva de la Biosfera en 2005 por la UNESCO. Sus alrededores ofrecen infinidad de rutas de gran valor paisajistíco donde contemplar un horizonte plagado de montes, bosques y dehesas, bañados por las aguas del Jarama.
De visita obligada en la zona, los bosques del Hayedo de Montejo o los espectaculares valles de La Puebla.
Patones de Arriba
Sus calles empedradas, su arquitectura famosa de pizarra negra y su entorno natural, asentado en la Sierra Norte de Madrid, hacen de Patones de Arriba un enclave perfecto para una escapada rural a escasos kilómetros de la capital.
Declarado Conjunto Histórico en 1999, además de deleitarse paseando sosegadamente entre sus pintorescas callejuelas, los alrededores son un entorno perfecto para realizar senderismo o rutas en bicicleta.
Además es posible visitar en las inmediaciones la Cueva del Reguerillo, donde se localizan grabados rupestres prehistóricos o la Ermita de la Virgen de la Oliva, iglesia románico-mudéjar de los siglo XII y XIII.
San Lorenzo de El Escorial
Entre el monte Abantos y las elevaciones montañosas de Las Machotas se extiende el pueblo de San Lorenzo de El Escorial, conocido por su elevado patrimonio artístico del que destaca su monasterio, declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.
La localidad fue fundada en tiempos de Carlos III, en el siglo XVIII, pero antes de esto, las casas ya empezaron a arremolinarse de manera singular en torno al monasterio en el siglo XVI. De su relación estrecha con la monarquía, la villa atesora otros llamativos monumentos como las conocidas como las Casitas del Príncipe y del Infante, dos palacetes neoclásicos del siglo XVIII incluidas también dentro de la declaración de Patrimonio de la Humanidad.
Mas allá del legado monumental, El Escorial ofrece un entorno natural donde poder practicar senderismo, rutas en bicicletas y otras actividades relacionadas con la naturaleza.
Buitrago del Lozoya
Buitrago del Lozoya respira sabor medieval con su muralla y castillo a tan solo una hora en coche de Madrid.
Su casco antiguo, conocido como la Villa, está encerrado por un perímetro amurallado de 800 metros levantado por los árabes para defender el territorio de las incursiones cristianas. Se trata de la muralla mejor conservada de la región, declarada monumento nacional desde 1931.
Dentro de este recinto amurallado también sobresalen el castillo, la Torre del Reloj y la iglesia de Santa María del Castillo de la que destaca el artesonado neomudéjar de su interior.
Un Museo de Picasso y el entorno natural de la Sierra Norte donde practicar deportes al aire libre, incluyendo el piragüismo, son otros de los alicientes que atraen de este pueblo madrileño.
Nuevo Baztán
Esta localidad es todo un ejemplo de urbanismo. Fue creada en el siglo XVIII por Juan de Goyeneche, bajo la perspectiva del arquitecto José de Churriguera, con el objetivo de generar un centro industrial que acogiera a los obreros que trabajaban en la fábrica de vidrio del noble.
Bajo esta perspectiva el célebre arquitecto ideó una estructura urbana que gira en torno a sus dos grandes edificaciones, El Palacio de Goyeneche y la iglesia de San Francisco Javier, así como de los edificios que albergaban la antigua fábrica. El resultado, un casco histórico de destacada belleza declarado Bien de Interés Cultural por la Comunidad de Madrid en el año 2000.
Rascafría
A escasa distancia de Madrid, Rascafría permite experimentar a lo grande la naturaleza, dado el valor del entorno en el que se ubica este pueblo madrileño.
Asentado en el Valle de Lozoya en pleno Parque Nacional de Guadarrama, Rascafría se haya rodeada de ecosistemas de alta montaña y bosques donde realizar actividades como escalada, senderismo, ciclismo o incluso darse un baño las Piscinas Naturales Las Presillas.
Interesante conocer también el conocido como Bosque Filandés, donde crecen especies propias del norte de Europa como abedules y abetos que rodean un lago con un pequeño embarcadero y creando una estampa idílica.
El pueblo además esconde edificaciones arquitectónicas sobresalientes como el Real Monasterio de Santa María de El Paular, fundado en el siglo XIV por la orden de la Cartuja. Posteriormente parasría a ser abadía benedictina y hoy todavía es ocupado en parte por los monjes.
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