Sobriedad digital o cómo la tecnología puede ayudar a salvar al planeta, según los expertos: desde el uso responsable de los móviles hasta los centros de datos

Un fantasma recorre Europa: las olas de calor y los incendios. La situación vivida durante el verano de 2022 no tiene comparación alguna con las anteriores y deja un panorama desolador para la conservación de la biosfera y la diversidad.

Tal es la situación que, en tan solo un día, España y Portugal llegaron a reportar más de 1.000 muertes por la ola de calor, una consecuencia del cambio climático a la que se suman las sequías o las lluvias torrenciales en ciertas partes de España.

Mientras que la zona mediterránea lucha contra los incendios devastadores que asolan Europa, Reino Unido alcanzó temperaturas históricas, con 40 grados centígrados que hicieron para sus centros de datos de forma inevitable.

Aunque el cambio climático no solo provoca fenómenos meteorológicos extremos, sino que también trae de vuelta enfermedades infecciosas que habían sido erradicados. En total, existen 1.000 formas diferentes en las que el cambio climático podría causar pandemias.

Sin embargo, la crisis climática que el planeta vive a consecuencia de la actividad del ser humano podría volverse contra el mismo. En este caso, por el lado de la tecnología de consumo.

Desde que el ser humano tiene concepción de sí mismo, ha avanzado de forma grandiosa mediante avances tecnológicos. Desde la rueda hasta la invención del smartphone o internet, la tecnología se ha hecho con el mundo entero.

"En los últimos años, la tecnología ha demostrado progresar a pasos agigantados. A lo largo de la historia, el progreso científico ha dado lugar a una mayor contaminación", explica a Business Insider EspañaElena Morettini. 

Morettini es Doctora en Geoquímica de Isótopos por la Universidad de Lausana (Suiza), líder del Sustainable Business Studio en Globant y, además, cuenta con una trayectoria profesional en empresas del sector energético e incluso en la Universidad de Harvard (Estados Unidos).

"Es por ello por lo que podemos afirmar que la correlación entre tecnología y cambio climático es una consecuencia 'natural' del progreso", añade.

Aun así, la misma tecnología podría peligrar por el cambio climático. En este sentido, la misma tendría que dirigirse a mitigar sus propios efectos o, de lo contrario, peligraría su propia existencia. Por ello, cabe preguntarse: ¿está la tecnología en peligro por el cambio climático?

"Cuando hablamos de cambio climático, caemos en el error de pensar que tan solo es producto de la tecnología de consumo"

Desde el inicio de la pandemia de COVID-19, la cadena global de suministros se tensionó, hasta el punto de que las pantallas LED de grandes compañías como Samsung sufrieron retrasos. En parte, por la falta de plásticos, metales y semiconductores.

"El cambio climático y todas sus consecuencias son una amenaza para la sostenibilidad de industrias y negocios", advierte Morettini. "Debemos empezar a desarrollar nuestras actividades empresariales en cooperación con el planeta y las personas que viven en él para conseguir un equilibrio en el que, sin duda, la tecnología tiene un papel esencial para la optimización de procesos, por ejemplo".

La experta apela en este sentido a la responsabilidad de las empresas. Un buen ejemplo es el de Samsung, que pudo salvar dicha crisis con las fábricas propias, por delante de otras marcas. La inflación es una consecuencia más de la oferta y la demanda.

"Cuando hablamos de cambio climático, caemos en el error de pensar que tan solo es producto de la tecnología de consumo", reflexiona Morettini.

Para ella, el impacto de la tecnología sobre el planeta no solo recae sobre los productos de consumo, sino que va mucho más allá, desde los píxeles que componen las propias pantallas hasta el calor que emiten los servidores donde se almacena la información en la nube.

El agua, la principal fuente de los sistemas de refrigeración de los Data Centers

Uno de los casos más sonados fue el cierre temporal de los Data Centers (o centros de datos) en Reino Unido por las elevadas temperaturas. 

"Si hablamos de los Data Centers en el caso concreto de Reino Unido, debemos tener en cuenta que alcanzan una gran temperatura", concreta. "Los sistemas de refrigeración que emplean agua son mucho más beneficiosos para el medioambiente, en términos generales, ya que las alternativas pasan por el uso de productos químicos nocivos para la biosfera".

Sin embargo, los centros de datos suelen pasar desapercibidos para la población general, ya que la nube es ese ente etéreo que nadie ve, a pesar de que requiere de numerosos recursos para su funcionamiento.

Según explica Morettini, el uso de recursos hídricos para sus sistemas de refrigeración contribuye al calentamiento de las aguas del planeta. Y, por supuesto, de España.

"Este mismo verano, en España, el agua de las playas ha registrado temperaturas muy elevadas que pueden encontrar en estos sistemas uno de los factores de influencia", alerta. 

Business Insider España también ha hablado con Rafael Gómez, M&E Data Center Engineer en Kyndryl, conocedor de primera mano del funcionamiento de dichos centros de datos.

La crisis de la cadena de suministro va a crear aún más caos en los próximos años, y esta vez podrás culpar al cambio climático de la subida de los precios

Así, el experto explica que existen diferentes tipologías de centros de datos: los que tienen un circuito cerrado en los que se utiliza el agua para la refrigeración y aquellos que sí necesitan un uso continuado de agua, los de apoyo.

"Cuando se dan temperaturas extremas y, en especial, cuando hay exposiciones prolongadas a estas temperaturas, los equipos de refrigeración sufren un mayor desgaste, e incluso, a pesar de tener un buen mantenimiento, más fallos se producen", agrega. 

De tal forma, el aumento imparable de las temperaturas pondrá a prueba dichos centros de datos. Algo que podría impactar a largo plazo estas instalaciones, con su repercusión en la nube.

"En el largo plazo, se pueden dar reducciones de la vida útil de equipos, mayores necesidades de mantenimientos, y posiblemente se avance en el uso y/o cambio de sistemas a nuevos refrigerantes tropicalizados que sustituyan los ahora más comunes R410A y R134a", añade Gómez.  

Las firmas especializadas en centros de datos serán de vital importancia para que estos no se echen a perder, con sistemas mucho más avanzados. El mismo punto que apuntaba Morettini, para conseguir que la tecnología mitigue sus propios efectos.

Por su parte, la experta cree que el presente y el futuro del planeta pasa por la aplicación de la sobriedad digital, que pasa por la concienciación de la industria tecnológica y de la ciudadanía.

Sobriedad digital: tecnología para salvar de sí misma al planeta

No se puede ver a simple vista, pero observa durante un momento el móvil que tienes entre tus manos. ¿Qué materiales componen el terminal? ¿Qué se requiere para su producción? ¿Podría reutilizarse tras su uso continuado?

Son cuestiones que afectan a toda la cadena de valor de la industria tecnológica, desde la extracción de minerales –unos 281 kilogramos de tierra por cada dispositivo, según The Shift Project– hasta los mencionados centros de datos, donde se almacenan tus archivos en la nube.

Según diferentes cálculos, el simple hecho de ver vídeos en el móvil provoca más emisiones de CO2 al año que el conjunto de España, mientras que la adquisición de un NFT, por ejemplo, implica un consumo energético equivalente al mensual de cualquier ciudadano europeo.

Además, las innovaciones tecnológicas también pueden afectar al cambio climático. En concreto la evolución del 5G, que podría suponer un aumento del consumo energético mundial de hasta el 25%.

Conviene apuntar, por otro lado, que la industria tecnológica es la responsable del 4% de las emisiones de CO2 a nivel mundial, por delante del 3% que representa el tráfico aéreo, y detrás del 9% del sector automovilístico.

Por tanto, energía y tecnología tienen relación directa con el cambio climático. A mayor avance tecnológico, mayores retos para no seguir contaminando el planeta a lo largo de toda la cadena de valor, desde los recursos hasta el uso propio de un consumidor.

Morettini plantea como solución la sobriedad digital, que "trabaja para reducir el consumo energético de las actividades llevadas a cabo al crear un software, una aplicación, un algoritmo o cualquier herramienta de inteligencia artificial". 

"Normalmente, la sociedad presta atención al transporte o el consumo energético de comercios o viviendas; pero la tecnología también tiene emisiones asociadas de CO2 y es necesario tomar conciencia de ello y actuar para mitigarlas", agrega.

El cambio de mentalidad, según detalla la experta, pasa por las empresas y la sociedad, con la adopción de este modelo "indispensable para combatir el cambio climático". 

"Actualmente tenemos grandes retos que afrontar, nos encontramos en una transición en la que las empresas están empezando a tomar conciencia", reflexiona Morettini sobre el gran reto que afronta la humanidad y el conjunto del planeta.

Para salvar el progreso tecnológico, ella enumera algunos desafíos principales para la industria tecnológica: el alto nivel de consumo energético o hídrico; la pérdida de la biodiversidad por toda la cadena de valor, y un proceso que no tiene en cuenta una economía regenerativa.

En resumen y según la experta, desaparecerán aquellas tecnologías que no estén basadas en soluciones verdes basadas en las mismas. ¿Será posible que la tecnología salve al planeta de sí misma?