Así puedes convertir tu mascarilla quirúrgica en una FFP2: utiliza este ajuste para mejorar su eficacia

Las mascarillas suponen la primera barrera de protección contra el coronavirus. Son obligatorias en muchas de las situaciones del día a día y se han convertido en un elemento imprescindible durante la pandemia.

Eso sí, no todas las mascarillas son iguales, y algunas ofrecen un mayor grado de protección que otras. Es el caso de las FFP2, que podrían empezar a ser obligatorias en supermercados, comercios y en el transporte público.

Pero a día de hoy las mascarillas más utilizadas siguen siendo las quirúrgicas, debido a que son más baratas y fáciles de encontrar en supermercados y tiendas. Si bien estas mascarillas son eficaces para frenar la propagación del coronavirus, es cierto que no ofrecen tanta eficacia como las FFP2 y FFP3.

Un estudio llevado a cabo por un equipo de investigadores de la Universidad de Wisconsin (Estados Unidos) ha descubierto cómo conseguir que las mascarillas quirúrgicas sean más seguras y ofrezcan casi tanta protección como una FFP2.

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La publicación señala que utilizando un ajustador de mascarillas la eficacia de estas aumenta considerablemente. Esto ocurre porque al colocarse de forma más prieta a la cara los aerosoles se retienen mucho mejor. 

Este análisis todavía no ha pasado la pertinente revisión académica, aunque desde hace varios días ha despertado el interés de algunos científicos. La bioquímica y bióloga molecular, María I Tapia, lo explica en su cuenta de Twitter:

El estudio hace hincapié en que una mascarilla que no se ajusta correctamente a la cara lo tiene más complicado a la hora de cumplir su función, mientras que una máscara que se ponga de forma adecuada será capaz de protegerte a ti y a los demás de los aerosoles, aunque sea un producto que en principio cuente con menos eficacia que otros.

Los investigadores de esta publicación han pedido a los fabricantes de este tipo de materiales que amplíen los diseños y que produzcan una mayor cantidad, de modo que todos tengan acceso a este tipo de ajustadores para mejorar la calidad de sus mascarillas. Ahora mismo no son fáciles de encontrar, y están más pensados en ganar comodidad que en aumentar la protección.