Puigdemont tratará de entrar en España para ser presidente (sin ser detenido)

Alejandro Carantoña
El presidente del parlamento catalán, Roger Torrent, respondiendo la semana pasada a la impugnación de Carles Puigdemont propuesta por el Gobierno central.
El presidente del parlamento catalán, Roger Torrent, respondiendo la semana pasada a la impugnación de Carles Puigdemont propuesta por el Gobierno central.
  • Puigdemont ha pedido al Tribunal Supremo que le permita acudir al pleno de investidura sin ser detenido.
  • El Constitucional, al tumbar la investidura telemática y la delegación de voto de los cinco diputados fugados, no deja otra salida que una entrada en España.
  • Sin esos votos, constitucionalistas e independentistas estarán empatados en la votación.

A falta de poco más de un día para que el parlamento de Cataluña deba votar a un candidato a la presidencia de la Generalitat, sigue sin resolverse el dilema del único candidato, el independentista Carles Puigdemont: si no acude al parlamento, no podrá ser investido presidente; si lo hace, se expone a ser arrestado en virtud de la orden de detención que desde octubre del año pasado pesa sobre él.

Hasta este momento, la gran esperanza del independentismo era que de algún modo se permitiese que Puigdemont fuese investido a distancia (o bien desde otro parlamento, o bien por algún sistema telemático), de manera que no tuviese que entrar en España y, por tanto, se expusiese a ser detenido.

Esta opción, sin embargo, ha quedado descartada este fin de semana, cuando el Tribunal Constitucional se ha pronunciado en contra de la investidura telemática. Por lo tanto, la única opción de Puigdemont es lograr entrar en España entre hoy y mañana sin ser detenido. El pleno está convocado para mañana martes, día 30.

El primer intento por conseguirlo ha sido pedir autorización (y la garantía de que no será detenido) al magistrado del Tribunal Supremo Pablo Llarena, que se está ocupando de las consecuencias penales de la declaración unilateral de independencia del pasado 27 de octubre.

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Las cartas sobre la mesa: entrada en España u otro candidato

La semana pasada, el presidente del Gobierno central, Mariano Rajoy, advirtió que Puigdemont solo podría intentar ser presidente si se presentaba en el parlamento. Mientras tanto el presidente de la cámara catalana, el también independentista Roger Torrent, viajaba a Bruselas para encontrarse con Puigdemont y tratar de buscar una solución.

Rajoy también dijo que el Gobierno no iba a presentar ningún recurso contra el intento de Puigdemont de ser investido por vía telemática, pero al cabo de 24 horas lo hizo: de ahí la respuesta dada por el Tribunal Constitucional este sábado.

Por lo tanto, el escenario ahora mismo solo pasa por que Puigdemont entre en España sin ser detenido. Pero hay otro problema: además de Puigdemont, será necesario que los otros cuatro diputados que lo acompañan en Bélgica acudan al parlamento, porque si no no podrán votarle.

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El independentismo, empatado con los constitucionalistas

Este es el otro punto clave del fin de semana ha sido la negativa a que los cinco de Bélgica (Puigdemont y otros cuatro diputados) deleguen su voto en otros parlamentarios, de manera que también quedan obligados a viajar a España si quieren votar la investidura de Puigdemont. Y, si esto sucede, serán detenidos.

En caso de que no vuelvan, ocurrirá que los partidos no independentistas, que suman 65 de los 135 escaños de la cámara, quedarían empatados con los independentistas, que tienen en total 70 escaños pero que, sin los cinco de los fugados, también quedarían en 65. Esto podría suponer un bloqueo con dos únicas salidas posibles: que alguno de los partidos cambiase su voto o, incluso, la repetición de elecciones.

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