Me he gastado más de 13.000 euros en Qsuites, la clase 'business' de Qatar Airways, y he entendido por qué la llaman "la mejor del mundo"
- Me he pasado 12 horas volando de Nueva York a Doha en la clase business Qsuites de Qatar Airways.
- Mi billete de 13.955 dólares (más de 13.000 euros) mereció la pena por el servicio de primera, los cómodos asientos y otras ventajas.
Hace poco me gasté 13.955 dólares para volar en la clase Qsuites de Qatar Airways, conocida como una de las mejores clases business del mundo.
Qsuites se introdujo por primera vez en la flota de la aerolínea en junio de 2017 en una ruta de vuelo de Doha a Londres.
Fuente: The Points Guy
Desde entonces, la aerolínea ha incluido este modelo en muchas de sus rutas de larga distancia, incluidos sus vuelos a Nueva York (JFK) y París (CDG).
Fuente: The Points Guy
El modelo Qsuites aparece en 4 tipos de aviones diferentes: todos los A350-1000 de Qatar Airways, los Airbus A350-900 y algunos Boeing 777-200LR y 777-300ER.
Fuente: The Points Guy
Cada avión equipado con Qsuites cuenta con entre 36 y 46 suites en una configuración 1-2-1 con amplio espacio, total privacidad y un asiento que se convierte en cama.
Fuente: Upgraded Points
Era la primera vez que volaba en clase preferente con Qatar Airways y, aunque no es una ruta que suela tomar, fue realmente la mejor clase preferente que he experimentado.
Mi viaje comenzó en el aeropuerto internacional John F. Kennedy, donde esperé en la sala VIP de American Airlines hasta nuestra temprana hora de embarque.
La estética general de la cabina de clase business es lujosa, y cada asiento estaba decorado con 2 almohadas, un kit de amenities de Diptyque, auriculares con cancelación de ruido y una manta de felpa.
Tras el embarque, nos ofrecieron una bebida de nuestra elección y una toallita caliente para refrescarnos antes del largo vuelo.
También me dieron un pijama unisex muy cómodo de The White Company para cambiarme durante el vuelo.
El habitáculo parecía nuevo y contaba con tecnología punta, como un panel para controlar los asientos con un botón de "no molestar"...
...una pantalla de TV de 22 pulgadas...
...y un mando a distancia universal.
Cada asiento Qsuite parecía una habitación personalizada, y tenía la opción de cerrar completamente la puerta para disfrutar de total intimidad durante el vuelo.
Me impresionó la amplitud de los asientos. Tenía mucho espacio para estirarme y pude maniobrar fácilmente por la cabina para ir al baño sin molestar a los demás.
También había un compartimento oculto bajo el segundo cojín, que contenía una botella de agua y auriculares con cancelación de ruido para el vuelo.
Tras el despegue, tomé un tentempié ligero antes de acostarme y sólo opté por un aperitivo.
La bandeja estaba escondida debajo de la pantalla y tenía mucho espacio para comer y beber cómodamente.
El menú de la cena y el desayuno era súper extenso y ofrecía opciones como lubina al estilo asiático, yogur griego con bayas y granola crujiente, y mucho, mucho más.
La carta de bebidas era igual de impresionante y ofrecía champagnes añejos, como el Bollinger Rosé 2006, junto con licores, cervezas y cócteles.
Después de cenar, me dirigí al baño para ponerme el pijama. Además de los amplios asientos, también hay lavabos más grandes en la cabina de clase business.
Cada cuarto de baño está equipado con jabones y lociones Diptyque...
...y otros artículos de aseo básicos, como juegos de cepillos de dientes.
Cuando volví a mi asiento, la azafata se ofreció a convertir mi asiento en una cama.
El asiento podía tumbarse completamente, lo que me permitió dormir cómodamente durante todo el vuelo. Me desperté una hora y media antes de aterrizar.
Al despertar, noté los 2 grandes ventanales de mi Qsuite. No me había fijado en ellos desde que despegamos por la noche.
La azafata me ofreció amablemente el desayuno, pero lo rechacé debido a mi malestar estomacal. En su lugar, opté por mirar el mapa de vuelo, que era superdetallado, hasta que aterrizamos.
Antes de aterrizar, nos obsequiaron con bombones suizos de lujo.
Y me estiré cómodamente mientras aterrizábamos en Doha.
De vuelta a Nueva York, mi experiencia de vuelo fue relativamente la misma, así que te ahorraré los detalles.
Sin embargo, la experiencia en el aeropuerto de Doha fue muy diferente a la de Nueva York. Cuando llegué para tomar mi vuelo de vuelta a casa, me recibieron personas que me cogieron las maletas y luego me llevaron a una facturación privada, que incluía una entrada independiente con su propio control de seguridad.
La sala VIP del aeropuerto de Doha también era excepcional y ocupaba 2 plantas de la terminal.
En general, la clase business de Qatar Airways fue la mejor en la que he volado.
El vuelo transcurrió superrápido y llegué a casa en el aeropuerto John F. Kennedy (y viceversa a Doha) en un abrir y cerrar de ojos. En general, me impresionó el diseño, el espacio y el servicio del modelo Qsuites de Qatar Airways y volvería a utilizarlo para vuelos de larga distancia.
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