NFT

En 2021, según el NFT Market de Chainalysis, se enviaron al menos 41.023 millones de euros (44.200 millones al cambio actual) a los contratos ERC-721 y ERC-1155, los 2 tipos de contratos inteligentes (smart contracts) de Ethereum asociados con los mercados y colecciones de tokens no fungibles (NFT por sus siglas en inglés).

Además, el Diccionario Collins eligió‘NFT’ como la “palabra del año”. La definición que dan es la siguiente: “Un certificado digital único, registrado en una cadena de bloques, que se utiliza para registrar la propiedad de un activo, como una obra de arte o un objeto coleccionable”.

Muchos sostienen que los Non-Fungible Tokens son una enorme burbuja cuya explosión será sonora. Otros estiman que han venido para quedarse. De momento, las cifras que se mueven en este mercado virtual asustan. 

Pero conviene no pensar que todos los NFT se venden por exorbitantes cantidades. Todo lo contrario. Con datos de un estudio realizado por Turing, sólo el 1% de los NFT se comercializó por más de 1.392 euros (1.500 dólares), mientras que el 75% se vendió por menos de 13,92 euros (15 dólares).

¿Qué es un NFT?

El Diccionario Collins da una interesante descripción de lo que son los NFT, pero para profundizar más en ello, es oportuno recurrir a este análisis hecho por IEBS Business School. 

Los definen como “un contrato en el que se estipula que una persona es dueña de una copia única e insustituible de un activo digital, junto a ese activo. Para asegurar que el contrato es seguro y verídico, se almacena en una red pública, que es la tecnología blockchain”.

Anotan también que el hecho de estar en la blockchain garantiza que sea auditable y que, si estos compradores decidiesen vender dicho contrato de posesión de un activo único, se pudiera hacer un seguimiento.

Se suele conferir valor a bienes tangibles que se pueden tocar y ver, como los sellos, las obras de arte o las joyas, agregan, “ahora, cada vez más se está también haciendo con bienes intangibles que, aunque vemos, no son materiales. Aunque las criptomonedas se aproximan a esta definición, los NFT van más allá, aplicando este concepto a objetos orientados, sobre todo, al coleccionismo”.

Yendo más allá en las diferencias entre los NFT y las criptomonedas, en IEBS señalan que, al contrario de las divisas digitales, “los tokens no fungibles no son intercambiables porque son únicos, aunque pueda haber copias fuera. Sin embargo, un NFT sí puede venderse a otra persona. Además, la mayoría de estos tokens se escriben en la red Ethereum”.

¿Cómo funcionan los NFT?

Alguien crea un NFT, que puede ser, como ya se ha comentado, cualquier activo digital. Le pone un precio. Si a alguien le interesa, lo comprará. Hasta aquí es un proceso de compra-venta absolutamente convencional. 

Y surge una pregunta lógica: ¿por qué pagar por un activo que se puede descargar gratuitamente de la web? Ahí está la clave de los NFT: sólo hay un NFT original y esta cualidad del mismo queda registrada. Si alguien descarga ese token, tendrá una copia, no el original. 

Volviendo a la información de IEBS, lo explican de esta manera: “Su relevancia viene precisamente de que su procedencia puede asegurarse introduciendo un código en la programación". 

Lo anterior, explican, "permite que si la obra se acaba vendiendo a otro propietario, la transacción quede grabada en esta red pública, que puede ser Ethereum u otra, y el creador o artista será remunerado con un porcentaje por cada transmisión de la misma". 

De esta forma, detallan, "se pueden representar de forma única los objetivos digitales con muchas posibilidades de negocio”.

Las principales características de los NFT

En pos de rematar la explicación sobre qué son los NFT, conviene repasar cuáles son sus principales características. Las que los hacen únicos. 

Para listar estas particularidades, se toma prestado este artículo de la Fundación EDEM, cuyo presidente de honor es Juan Roig, patrón de Mercadona

Único

No hay 2 NFT iguales, afirman, puede que se parezcan, pero todos tienen un certificado único que les dota de originalidad y exclusividad, y que además protege la propiedad intelectual.

En el caso de las imágenes, a simple vista podría parecer que es un archivo jpg sin más. Pero su valor radica, precisamente, en que está certificado y por ello se puede identificar que es auténtico.

De esta cualidad deviene precisamente su escasez, su exclusividad. El hecho de que se puede demostrar que se posee el único token de un tipo da tranquilidad al comprador.

Contrastar la originalidad de un activo, “que como decíamos se mide por la escasez del mismo, es tan fácil en el mundo de los NFT como revisar un contrato”.

Tecnología blockchain

Para conseguir esa originalidad, subrayan, se basan en la tecnología de contratos blockchain. Mediante la misma se crea una representación del contenido original, que no se puede plagiar sin perder el certificado de originalidad. En palabras llanas: es imposible que se pueda duplicar y por eso es tan fácil afirmar que es único.

Asimismo, y también gracias a la tecnología blockchain, es totalmente trazable: si el creador del NFT quisiera, por ejemplo, imponer un canon por cada reventa, podría hacerlo y seguir beneficiándose con cada transacción.

Indestructible

Del mismo modo que no se pueden duplicar, no se pueden destruir. Cada NFT existe desde el momento en que se genera, y su propiedad se demuestra a través del contrato blockchain, que es inalterable. Las propiedades innatas del propio NFT son también inalterables por el propio contrato que las sujeta.

Los tokens no fungibles no se vinculan a un servidor en concreto, ni a su emisor, todo queda en manos del propietario. Esta descentralización es la que los hace indestructibles.

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