TAE (Tasa Anual Equivalente)

La TAE incluye intereses y gastos asociados al préstamo hipotecario.

GettyImages

  • La Tasa Anual Equivalente (TAE) es un concepto que incluye tanto intereses como gastos asociados al préstamo hipotecario.
  • Compuesta por más variables que el TIN (Tipo de Interés Nominal), la TAE va más allá y concreta cuál será el coste final de la hipoteca.
  • Si quieres entender cómo funciona la economía, la tecnología, el mundo empresarial y descubrir el significado de la mayoría de conceptos que escuchas cada día, no te pierdas nuestra sección Qué es.

El TAE y el TIN son dos elementos ampliamente utilizados por los bancos en España a la hora de comercializar sus productos, entre ellos las hipotecas. El Tipo de Interés Nominal (TIN) y la Tasa Anual Equivalente (TAE) son términos establecidos por el Banco de España. Esto quiere decir que se trata de dos conceptos oficiales vinculados a estos productos financieros.

Qué es la TAE

La Tasa Anual Equivalente (TAE) es un concepto que incluye tanto intereses como gastos asociados al préstamo hipotecario. Por lo tanto, se calcula teniendo en cuenta los gastos derivados de la contratación, abarcando desde el TIN hasta la frecuencia de los pagos y las comisiones asociadas por distintos supuestos. De cualquier modo, la TAE incluye aquellos gastos que sean obligatorios y supongan un coste directo para el cliente. Por ejemplo, no sería así en el caso de los productos vinculados o gastos de adquisición del producto como las comisiones notariales. 

Las entidades bancarias españolas están obligadas por la regulación del sector a informar a sus clientes sobre la TAE y a hacer que esta tasa conste de forma transparente en la publicidad de sus productos, en las ofertas vinculantes, en los contratos formalizados y en los documentos de liquidación de operaciones activas y pasivas.

Cómo se calcula la TAE

La TAE se determina como una fórmula matemática cuyo principal elemento es el TIN. El Tipo de Interés Nominal se emplea para calcular las cuotas mensuales a pagar por la hipoteca. En cuanto a los ¬gastos, se consideran aquellos que son obligatorios y representan un coste directo.

En síntesis, estos son los principales gastos hipotecarios de este tipo que puedes afrontar en la contratación de tu préstamo:

  • Gastos de constitución: aquellos gastos que se producen a la hora de constituir la hipoteca, como los de tasación (salvo que los asuma el banco) son obligatorios y se tienen en cuenta en la TAE.
  • Gastos periódicos: suelen ser cuotas de productos vinculados como los seguros o los costes de mantenimiento de una cuenta que debas abrir para domiciliar la nómina en el banco. Si forman parte de las condiciones de la hipoteca, son obligatorios y también se consideran en el cálculo de la TAE.
  • Gastos opcionales: pueden activarse a lo largo de la vida del préstamo si se producen determinadas situaciones, como ocurre con las comisiones por subrogación y amortización parcial o total. Puesto que la activación de estas comisiones no es obligatoria, no se tienen en cuenta para la TAE.

En qué se diferencia del TIN

La TAE está compuesta por muchas más variables que el TIN, que sólo refleja el pago que se hace al banco a cambio del dinero prestado. El Tipo de Interés Nominal indica los intereses que pagarás por el préstamo, pero la TAE va más allá: concreta cuál será el coste final de la hipoteca, en la medida en que no sólo incorpora los intereses sino también los gastos asociados.

De este modo, la TAE es una tasa que resulta de gran ayuda a los consumidores y les permite valorar si las condiciones del préstamo hipotecario que les ofrece el banco resultan atractivas o no para ellos.

Descubre más sobre , autor/a de este artículo.

Conoce cómo trabajamos en Business Insider.