Usufructo

• ¿Qué es el usufructo?
• Cuáles son las características del usufructo
• Qué tipos de usufructo hay
• Qué bienes se pueden dejar en usufructo
• Cómo se calcula el usufructo
• Ejemplos: casos prácticos para entenderlo mejor

¿Qué es el usufructo?

El usufructo es el derecho a disfrutar de un bien sin que sea propiedad del usufructuario.

El titular del bien se convierte en el nudo propietario, mientras que a aquel que disfruta del mismo se le conoce como usufructuario.

El bien nunca deja de pertenecer a su verdadero propietario, aunque el usufructuario lo utilice y disfrute del mismo durante el tiempo que dure el acuerdo o contrato.

Eso sí, el nudo propietario no podrá hacer uso del bien mientras exista la figura del usufructuario. 

Cuáles son las características del usufructo

El usufructo tiene diferentes características que debes conocer, pues sin ellas no se puede considerar que un bien cumpla con este concepto.

Estas son las características principales de un usufructo:

• Derecho real de cosa ajena: el patrimonio es de nudo propietario, pero el usufructuario tiene derecho a su uso.
• Derecho de disfrute completo: el usufructuario va a poder disfrutar de todo el aprovechamiento del bien, sin que se impongan límites.
• Derecho temporal: el usufructo siempre tiene que durar un tiempo concreto, que será el que estipule el contrato.

Qué tipos de usufructo hay

No existe un sólo usufructo. Hay diferentes tipos que dependerán de las particularidades del mismo.

Estos son los principales tipos de usufructo:

• Voluntario: este se produce cuando alguien deja un bien en su testamento de manera voluntaria. La propiedad del bien puede pertenecer a los herederos, pero al mismo tiempo existir un usufructuario.
• Legal: se produce por imperativo legal y suele aparecer en herencias cuando hay legítima para el cónyuge viudo u otros familiares.
• Vitalicio: este usufructo sólo finaliza cuando el usufructuario fallece. 

Qué bienes se pueden dejar en usufructo

Muchos bienes se pueden dejar en usufructo, pero hay algunos que son más susceptibles de aparecer en estos acuerdos.

Estos son los bienes que suelen ser objeto de usufructo: 

• Dinero: el usufructuario puede usar el dinero de una cuenta bancaria, pero lo tiene que devolver cuando finalice el derecho.
• Inmuebles: se puede dejar en usufructo una vivienda o una plaza de garaje, el usufructuario puede incluso poner dicha vivienda en alquiler.
• Acciones: el usufructuario tiene derecho a recibir los beneficios de las participaciones en una empresa, aunque el titular de las mismas seguirá siendo el nudo propietario.

Cómo se calcula el usufructo

Calcular el usufructo es necesario cuando el nudo propietario quiere vender el bien o en el momento de pagar algunos impuestos.

El valor del usufructo depende de si este es temporal o vitalicio:

• Usufructo temporal: tiene un valor del 2% del bien por cada año que transcurra, con un máximo de 70% sobre el valor total.
• Usufructo vitalicio: se establece un tiempo máximo de 89 años y se calcula de la misma forma que el anterior.

Ejemplos: casos prácticos para entenderlo mejor

Entender el funcionamiento del usufructo puede ser complicado, de ahí que resulte necesario ilustrar con un ejemplo.

Este sería el caso de un bien en usufructo:

• Una persona indica en su testamento que su vivienda quedará en usufructo para el cónyuge viudo, siendo el nudo propietario uno de sus hijos.
• Una vez el testador ha fallecido, el cónyuge se convierte en el usufructuario del inmueble y el hijo en nudo propietario.
• El testamento no incluye un plazo determinado, así que el cónyuge podrá ser usufructuario de la vivienda de forma vitalicia.
• El usufructuario debe mantener la vivienda en buen estado y pagar los impuestos que sean necesarios, calculando previamente el valor del usufructo con un máximo de 89 años. 
• El viudo decide poner la vivienda en alquiler. Sólo él va a recibir los beneficios que aporte la vivienda en este sentido.
• Años después fallece el usufructuario, por lo que el hijo del propietario original puede hacer uso de la vivienda y llevar a cabo las decisiones que crea necesarias: vender, alquilar o simplemente disfrutar del inmueble.