Por qué Goldman Sachs no cree que las materias primas puedan verse afectadas por el menor crecimiento de China

El presidente de China, Xi Jinping
El presidente de China, Xi Jinping
  • 2015 fue un año en el que China vivió una desaceleración de su crecimiento y eso provocó turbulencias en el mercado de las materias primas.
  • Goldman Sachs cree que este año no sucederá lo mismo porque los productores gozan de una mejor situación que entonces.
  • La mejora de los balances de las compañías productoras es un elemento clave, según la entidad, para pensar que no va a producirse un terremoto en esta parte del mercado.

Uno de los mercados más complejos que existe es el de las materias. En muchas ocasiones, sirve como cueva en la que se refugian los inversores cuando vienen momentos turbulentos, pero en otras un lugar del que escapar frente a las adversidades. Los vaivenes son habituales y se magnifican en muchos momentos de una forma tremenda.

La clave es intentar averiguar lo que puede ocurrir en el próximo año. Echando la vista atrás, las materias primas sufrieron un enorme colapso allá por el año 2015, cuando las bolsas descontaron un riesgo de una desaceleración fuerte en China. Eso generó grandes turbulencias en este tipo de activos por la correlación que tienen sobre los mercados emergentes, en su mayoría países productores de commodities.

Este año, la mayoría de las gestoras y el consenso espera que se produzca una congelación del crecimiento chino y por eso se han encendido las luces de alarma sobre estos activos. Sin embargo Goldam Sachs estima que no se va a repetir una situación como la de hace tres años, puesto que “los productores del principal proveedor mundial gozan de una mejor situación” para hacer frente a “la demanda que está disminuyendo en todos los frentes”.

Tras un repunte de tres años en los precios, el sector de materias primas “se pondrá a prueba nuevamente en el próximo año”, tal y como describe Trina Chen, analista de la entidad norteamericana. El banco redujo sus previsiones para 2019 para materiales como el acero, el cobre y el aluminio, amparándose en una demanda de fabricación mayor de la esperada. Para el acero, Goldman prevé una caída de casi el 5% en su demanda.

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No cambia la tendencia en 2019

Sin embargo, el banco de inversión estadounidense piensa que no se reúnen las mismas características que en 2015, ya que pronostica que la mayoría de los sectores “serán rentables”, respaldados por la “mejora de los balances y la disciplina de suministro que protege la utilización de la capacidad estructuralmente más alta”.

La referencia sobre 2015 habla de los temores de que una desaceleración en la demanda china podría desencadenar el colapso de los precios que sumió a las empresas de materias primas en una crisis a finales de ese año. La amplia recuperación desde entonces ha sido respaldada no solo por un reseteo del gasto en infraestructuras, sino también por cierres de plantas y reformas en el suministro que deberían traducirse en que la producción se ajuste más fácilmente a los cambios en la demanda.

La entidad se muestra especialmente positiva con respecto a los productos industriales en los últimos meses, argumentando que la guerra comercial de China con Estados Unidos ha afectado al sentimiento más que a la demanda real. 

En agosto, Goldman Sachs expuso que las acciones de acero chinas podrían repuntar hasta un 70% en el caso del productor Baoshan Iron & Steel, debido a las expectativas de los recortes en el suministro en  invierno y al gasto en infraestructuras.

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