Qué significa el cierre del Gobierno en EEUU y por qué eso no podría ocurrir en España

Pablo Mayo
Cartel de cerrado

Desde la madrugada de este sábado buena parte de la Administración de Estados Unidos permanece cerrada de forma indefinida después de que el Senado tumbara un acuerdo para mantener la financiación al Gobierno hasta mediados del mes que viene.

Servicios esenciales como los relacionados con la seguridad pública seguirán en funcionamiento, mientras que muchos se verán afectados por la falta de financiación. Por ejemplo, el New York Times calcula que el 95% de los funcionarios de Educación o de la Agencia de Protección Medioambiental se quedarán en casa hasta nuevo aviso.

Las negociaciones hasta el último minuto entre republicanos y demócratas no lograron evitar lo que es ya un episodio recurrente en la política estadounidense.

La Cámara de Representantes había aprobado una medida para extender la financiación a la Administración durante unas semanas, pero el viernes la mayoría de los senadores demócratas y algunos republicanos se opusieron.

Los demócratas se negaban a extender la financiación pública en la ausencia de un acuerdo para proteger a los llamados dreamers, jóvenes indocumentados que llegaron a EEUU en la infancia y han crecido allí, y ahora las culpas vuelan de un lado a otro.

Poco antes de que el Gobierno cerrara, la Casa Blanca lanzaba un comunicado al puro estilo del presidente en el que acusaba a los demócratas de ser unos “perdedores obstruccionistas”. Por su parte, los demócratas han cargado contra Donald Trump y su partido, que controla los poderes Ejecutivo y Legislativo. “Mantener al Gobierno en funcionamiento es su responsabilidad”, señalaba el líder demócrata en el Senado, Charles Schumer, antes de que se le cortara el grifo a la Administración.

Al margen de varios periodos breves en los que el Gobierno se quedó sin financiación, se habían producido tres “verdaderos” cierres de la Administración en la historia reciente de EEUU antes del de este sábado, según la ONG Comisión para un Presupuesto Federal Responsable:

  • Dos de ellos ocurrieron durante el invierno de 1995-1996 bajo el mandato de Bill Clinton ante la falta de acuerdo en torno al gasto público. El Gobierno estuvo cerrado por un total de 26 días.
  • En 2013, la Administración colgó el cartel de “cerrado” durante 16 días por los conflictos acerca de la reforma sanitaria de Barack Obama, popularmente conocida como Obamacare. Unos 850.000 funcionarios se vieron afectados.

La razón por la que el fantasma del government shutdown sobrevuela siempre la política estadounidense es el hecho de que el Congreso rara vez consigue aprobar un presupuesto antes del inicio del año fiscal en octubre, lo que obliga a tener que aprobar pequeñas medidas para ir manteniendo la Administración a flote, explica el National Constitution Center.

¿Podría pasar esto en España?

España, sin embargo, tiene un mecanismo constitucional para garantizar que el Estado siga activo en caso de que no se aprueben los Presupuestos Generales del Estado.

Así, el artículo 134 de la Carta Magna señala en uno de sus apartados: “Si la Ley de Presupuestos no se aprobara antes del primer día del ejercicio económico correspondiente, se considerarán automáticamente prorrogados los Presupuestos del ejercicio anterior hasta la aprobación de los nuevos”. La prórroga se desarrolla después en la Ley general presupuestaria, que indica las limitaciones de esta maniobra.

Los presupuestos se han prorrogado en diversas ocasiones.

El pasado septiembre, sin ir más lejos, el Gobierno anunció la prórroga de las cuentas de 2017 después de que la crisis catalana palarizara la política y el PNV decidiera no apoyar al PP ante la fricción. A día de hoy, sin que la crisis catalana presente signos de abatir, todavía no se han aprobado los presupuestos de 2018.

Pero este mecanismo implica un problema: limita la capacidad del Ejecutivo de emprender nuevos gastos e inversiones y, en definitiva, su capacidad de gobierno.

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