Tu 'guilty pleasure' más adictivo: estos son los quesos con más calorías

Un refrán manchego dice que "con buen queso y mejor vino, más corto se hace el camino". Los estudios comparan el poder adictivo que desencadena este lácteo con el efecto que desencadenan drogas como la heroína: la clave reside en su contenido en casomorfina, una sustancia del queso que se une a los neurotransmisores del cerebro, liberando la placentera dopamina. 

¿Cuántas calorías tiene el queso? El aporte energético de este alimento varía mucho de un queso a otro, al igual que sucede con su materia grasa. Aunque en pequeñas dosis sea un alimento saludable y una buena fuente de proteínas de alta calidad, de minerales como el calcio o de probióticos, no debes pasarte de la raya con las raciones.

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La diferencia es abismal: mientras que los quesos más ligeros y que menos engordan no llegan a las 100 calorías por cada 100 gramos (como en el caso del requesón), o solo tienen unas 200 calorías, como en el caso de la mozzarella, otros como el gorgonzola, el roquefort o el brie pueden alcanzar las 350 calorías por 100 gramos de producto.

Si quieres comer quesos con menos calorías, los más apropiados y recomendados son los frescos como el queso de Burgos, la ricota o el mencionado requesón. Tienen mayor contenido acuoso, menos grasas y son bajos en colesterol. El valor energético es más elevado en los quesos curados y semicurados.

Quesos con más calorías

Queso parmesano

El queso parmesano, el queso rallado más popular en recetas italianas como la carbonara o el risotto, aporta cerca de 427 calorías por cada 100 gramos, aunque su porcentaje de materia grasa está por debajo de otros, quedándose en el 27,8%. 

Su sabor es muy característico y reconocible: dulce y a la vez salado, con un toque intenso a nuez y notas herbáceas. Su textura es granulosa y dura, con pequeños cristales blancos que estallan en tu boca. Aunque sea muy calórico, las raciones no tienen que ser muy abundantes: sírvelo rallado en pizza, pasta, arroz o salsa.

No obstante, hay una mala noticia: 9 de cada 10 quesos que se venden como parmesanos no son auténticos, según la BBC. En la Unión Europea el Parmigiano-Reggiano está registrado y protegido por la Denominación de Origen Protegida desde 1996.

Queso cheddar

Según datos de la web Nutricionix, el queso cheddar tiene 404 calorías por cada 100 gramos de producto. Brinda hasta 26 gramos de proteína, y es muy rico en vitamina A (344 mg) y calcio (740 mg). En contrapartida, contiene bastante sodio (700 mg), colesterol (110 mg) y ,una elevada proporción ácidos grasos saturados (21 gramos).

¿Sabes por qué el queso cheddar es de color naranja? Este queso, que debe su nombre a su lugar de origen —la villa de Cheddar, en Somerset (Reino Unido)— es naranja porque las vacas de la zona producían leche, allá por el siglo XVII, con un ligero tono naranja. La razón era la buena calidad de la hierba, rica en betacaroteno, el mismo pigmento que da su color naranja a boniatos o zanahorias.

Los consumidores empezaron a distinguir el tono naranja del cheddar como un signo de calidad asociada a la buena alimentación del ganado. En otras zonas donde los pastos no tenían esas características, empezaron a añadir tintes naturales como el azafrán para imitar su color. 

Queso de cabra

Hay diferentes tipos de queso de cabra: el curado, como puedes suponer, es el más calórico de todos: aporta unas 460 calorías por cada 100 gramos. El queso semicurado de cabra contiene unas 350, y el tierno, 210.

Su sabor tiene un toque ácido, y en el caso de los rulos de cabra, una textura húmeda y mantecosa que lo hace ideal para tostadas, ensaladas, aperitivos y postres. Es muy común consumirlo caliente, pasándolo previamente por la sartén o parrilla. 

Aunque sea muy calórico y no debas pasarte con su consumo, el queso de cabra puede aportarte nutrientes como vitamina A, D, K, riboflavina, niacina y tiamina. También minerales como potasio, fósforo y hierro. Aporta más calcio y proteínas que la mayoría de quesos de vaca y destaca por su nivel bajo en sodio. Si eliges uno poco curado, tomarás menos grasas saturadas.

Queso manchego curado

Este producto patrio es otro de los quesos más calóricos y requiere un largo proceso de curación. Fabricado con leche de oveja manchega prensada, aporta entre 430 y 476 calorías por cada 100 gramos y cuenta con entre el 36% y el 50% de materia grasa, más de la mitad de ellas saturadas.

Aceitoso y exquisito para los paladares más exigentes, no debes conservar el queso manchego a altas temperaturas para que no se altere su grasa, pero sí mantenerlo fuera del frigorífico entre 20 y 30 minutos antes de su consumo, tal y como recomiendan desde la web de Excelencias Gourmet.

En concreto, lo ideal es almacenar el queso de este tipo entre los 4 y 12 grados de temperatura. Además, la corteza puede comerse y marida con toda clase de vinos.

Queso gruyer

El auténtico queso gruyer, del que también hay múltiples imitaciones, es suizo. En concreto, solamente proviene de la pequeña ciudad de Gruyères y alrededores, en el cantón de Friburgo, y es producido por más de 160 queserías de la zona. Como curiosidad, el gruyer de verdad no tiene gluten ni lactosa... y tampoco agujeros. 

En cuanto a su aporte energético, el queso gruyer puede tener entre 395 y 415 calorías por cada 100 gramos de producto. También 32 gramos de grasa, 18 de ellas saturada. Lo distinguirás por su color amarillo y su aspecto graso, su aroma a nuez y su característico sabor.

En cuanto a sus beneficios, es muy rico en proteínas de alto valor biológico —unas 30 cada 100 gramos—. También recibirás minerales como el calcio o el yodo, este último esencial para el buen funcionamiento de la glándula tiroides.

Queso roquefort 

La fermentación con el hongo del género penicillinum es la que le brinda su característico sabor. Graso y calórico, el roquefort proporciona unas 369 calorías por cada 100 gramos según Nutritionix, ytiene un 30% de materia grasa. 

Es muy rico en vitaminas B2 y B5. También brinda 18 gramos de proteína y 16 gramos de grasa, así como una gran cantidad de calcio y otros minerales como fósforo, magnesio y potasio. 

La web Quesoadictosrecoge una gran particularidad sobre este queso azul francés, que genera amor y odio a partes iguales: solamente hay 7 productores en el planeta, siendo la Roquefort Société la más importante.