El hijo del multimillonario más rico de Europa puede heredar el mayor imperio del lujo del mundo, pero primero tiene que superar un duro examen: volver a convertir a Tiffany en una potencia mundial

Alexandre Arnault
  • Alexandre Arnault, hijo de Bernard Arnault, principal accionista y CEO de LVMH, tiene 29 años y acaba de asumir una gran responsabilidad al frente de Tiffany's.
  • Muchos auguran que este nombramiento puede ser una prueba que, de superarse con éxito, podía convertirle en el heredero del imperio de moda de su padre.
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En 2019, Alexandre Arnault, por aquel entonces CEO a sus 27 años de la marca de equipaje premium Rimowa, anunció durante varias semanas la fiesta navideña de la empresa que tendría lugar en París. La celebración se llevaría a cabo en un lugar lujoso con vistas al distrito de la cima de la colina de Montmartre, en el XVIII Distrito de París. Como parte de la diversión, los empleados iban a competir entre ellos en diferentes juegos para ganar como premio algunas maletas de la marca Rimowa. Un antiguo trabajador explica que el jefe les había pedido a todos que asistieran con sus mejores galas.

Cuando llegó el día de la fiesta, los trabajadores de los servicios de transporte hicieron una huelga en la ciudad, obligando a que muchos empleados de Rimowa tuvieran que asistir a pie a la fiesta. Otro trabajador explica que alquiló una bicicleta para poder ir. Sin embargo en el último minuto, Alexandre decidió que no iría, poniendo la huelga como excusa.

"Sencillamente envió un mensaje como una hora antes para avisar de que no iría", explica otro empleado a Business Insider. "Fue muy raro que no asistiera, porque era uno de los eventos más importantes para los trabajadores de París, y estaban muy contentos de ir a pesar de las huelgas". Otro empleado administrativo que sí acudió a la fiesta constata la sorpresa del personal: "La gente se sintió decepcionada, eso seguro".

El hecho de que Alexandre no se presentara esa noche fue una decepción para todos aquellos que estaban ansiosos por conocer al joven CEO, que resulta ser el hijo del tercer hombre más rico del mundo y posible heredero del imperio del lujo más grande. Su padre, Bernard Arnault, dirige LVMH, que posee marcas como Louis Vuitton, Dom Perignon y Christian Dior. Posee una fortuna de unos 143.000 millones de euros, lo que lo coloca solo detrás de Jeff Bezos y Elon Musk en la lista de personas más ricas del mundo.

A los 72 años, Bernard no muestra signos de querer retirarse. No obstante, a medida que envejece y crece su fortuna, así como continúa expandiéndose el imperio LVMH (el año pasado compró la famosa cadena de joyerías Tiffany & Co. por unos 14.700 millones de euros), la duda de quién será su sucesor es más que obvia. 4 de los 5 hijos adultos de Bernard, todos con responsabilidades en la empresa, compiten por este puesto, según varios analistas.

"Mi opinión es que el padre básicamente los está probando a todos: viendo cómo se comportan, cómo actúan, cuánto éxito alcanzan y cómo de buenos pueden llegar a ser. Y luego, cuando llegue el momento, decidirá quién será el elegido", afirma un veterano de la industria del lujo que conoce a la familia.

La oportunidad de Alexandre se presenta al asumir el liderazgo de Tiffany's. En enero, el joven de 29 años fue nombrado vicepresidente ejecutivo de la compañía. Este rol lo ha posicionado como un fuerte candidato a heredero, aunque ahora enfrenta su mayor desafío hasta ahora: transformar Tiffany's en una potencia global.

Sus 4 años en Rimowa no han dejado ninguna duda de que Alexandre tiene la visión de modernizar una marca hasta ahora rígida. Ha sido descrito como un líder con talento para captar el espíritu de la época y experto en aprovechar las conexiones de la élite, por ejemplo Jay-Z o el jefe de Snap, Evan Spiegel. Sin embargo, algunos ex empleados de Rimowa se han referido a él como alguien distante, inexperto y que no consigue generar confianza con su equipo. Lo que queda por ver es en qué medida su juventud y la falta de una amplia experiencia afectarán a su capacidad para dirigir con éxito Tiffany's y quizás algún día LVMH.

Business Insider ha hablado con 25 personas, incluidas algunas que han trabajado con Alexandre y analistas de la industria del lujo, para comprender cómo de preparado está el ejecutivo de 29 años para el desafío que tiene por delante. (Muchas fuentes han hablado bajo condición de anonimato para proteger su privacidad. Business Insider conoce sus identidades). Alexandre y el resto de la familia Arnault se han negado a participar en esta historia.

Un representante de LVMH afirma que Bernard no ha considerado todavía retirarse ni ha decidido quién será su sucesor. Sus hijos "están todos enfocados en su posición actual para hacer crecer su negocio y contribuir al grupo", añade el representante.

Para entender a Alexandre, primero se debe comprender el poder de los Arnault. Una forma de medirlo es observar cuántas personas están dispuestas a hablar. Muchos se han negado directamente, mientras que otros han afirmado no sentirse cómodos participando debido a la obsesión de la familia Arnault con la privacidad.

El imperio LVMH emplea a 150.000 personas, y la estrella brillante del grupo, Louis Vuitton, es la marca de lujo más valiosa del mundo.

"Ha construido un conglomerado que no tiene ningún equivalente en la industria del lujo. De lejos, LVMH es más poderoso y tiene más recursos que cualquier otro grupo o marca del sector", opina uno de los expertos.

Bernard Arnault tomó el control de LVMH en 1989 y aumentó el conglomerado de 9 a 75 marcas y un máximo de unos 50.000 millones de euros en ingresos en 2019. El presidente y CEO, que hoy tiene una participación del 47,5% en LVMH, ha sido apodado "el lobo con el abrigo de cachemira" por sus agresivas tácticas comerciales y su comportamiento.

Al menos algo de esto parece habérsele contagiado a Alexandre. Anthony Ledru, CEO de Tiffany's, que se incorporó a la empresa procedente de Louis Vuitton en enero, ha descrito a Alexandre como alguien dispuesto a asumir riesgos y con ambición.

Karl Lagerfeld y Bernard Arnault en París en 2005.
Karl Lagerfeld y Bernard Arnault en París en 2005.

Bertrand Rindoff Petroff/Getty Images

La riqueza de Bernard ha crecido a un ritmo asombroso, incluso para los estándares multimillonarios. Desde enero de 2019, ha más que duplicado su patrimonio y superado a Bill Gates y Mark Zuckerberg para posicionarse como la tercera persona más rica del mundo.

Tiene la riqueza suficiente para comprar una isla privada en las Bahamas, un jet, casas en París, la Riviera francesa y Los Ángeles, y una colección de arte con piezas de Jean-Michel Basquiat y Picasso.

Alexandre es el tercer hijo de Bernard Arnault y el primero con su segunda mujer, la concertista de piano Hélène Mercier-Arnault. Al igual que su madre, Alexandre toca muy bien el piano: el enlace de su biografía de Instagram lo muestra interpretando un concierto de Chopin junto a una orquesta. Y al igual que su padre, le gusta gastar cuando la ocasión lo requiere. Para el Día de San Valentín de este año, Alexandre reservó un restaurante de Manhattan con estrella Michelin, Carbone, para cenar con su prometida, la diseñadora de moda Geraldine Guyot.

Al crecer, Alexandre pasaba los sábados en las tiendas de la marca LVMH, según contó en una entrevista con un medio francés en 2017: "Mis vacaciones incluían a menudo visitas a tiendas en otros países".

De izquierda a derecha: Frederic, Delphine, Antoine, Bernard, Helene y Alexandre Arnault.
De izquierda a derecha: Frederic, Delphine, Antoine, Bernard, Helene y Alexandre Arnault.

Chesnot/Getty Images

Esta proximidad al imperio empresarial que tenía de niño, ha continuado en su edad adulta. Los hijos de Bernard ocupan puestos de responsabilidad en LVMH. Su hija mayor, Delphine, de 46 años, es vicepresidenta ejecutiva de Louis Vuitton. El segundo de mayor edad, Antoine, de 44 años, es el CEO de Berluti, presidente de Loro Piana y jefe de imagen, comunicaciones y medio ambiente de LVMH. El hermano menor de Alexandre, Frederic, de 26 años, fue nombrado el año pasado CEO de Tag Heuer. Y finalmente, está Jean, de 23 años, que todavía es estudiante y aún no se ha unido al grupo.

La mayoría de los observadores de la industria no tienen ninguna duda de que el próximo líder de LVMH será uno de los hijos de Arnault.

"Bernard Arnault vive y respira lujo. Está obsesionado, en el buen sentido. No creo que sea un hombre que dispuesto a tomar distancia del negocio y dejarlo en mano de alguien que no sea parte de la familia", dice Erwan Rambourg, autor de Future Luxe.

En un documental de 2013, el propio Bernard afirmó de sus hijos que: "Al menos uno de ellos se mostrará capaz de hacerse cargo".

Al preguntarle al representante de la marca si Bernard mantenía este comentario, este ha respondido que: "Como ya dijo el Sr. Arnault en el libro Les Grands Fauves: 'Pongo a mis hijos en el baño. En este momento observo cómo nadan'".

Un maestro en aprovechar la celebridad

Con una vida que ha girado en torno a LVMH, Alexandre ha crecido codeándose con celebridades y magnates de los negocios. Con una imagen impecable, sigue relacionándose con estas celebridades.

En un desfile de moda de Louis Vuitton en París en enero de 2018, Alexandre se sentó en la primera fila con David Beckham. En otro espectáculo en junio, lo hizo entre Rihanna y Bella Hadid. Demostrando que la riqueza realmente aumenta la proximidad a otras riquezas, conoció a Jeff Bezos, a quien se refirió como uno de sus ídolos, y a Warren Buffett.

Rihanna, Alexandre Arnault y Bella Hadid.
Rihanna, Alexandre Arnault y Bella Hadid.

Pascal Le Segretain/Getty Images

"Conoce a todo el mundo. Puede llamar a Pharrell Williams o Jay-Z o a quien sea. Esa es la multitud con la que se codea"

Alexandre está bien relacionado con líderes en el mundo tecnológico, como el fundador y CEO de Snap, Evan Spiegel, quien conoció a la familia Arnault a través del socio de Delphine, el multimillonario tecnológico francés Xavier Niel. Spiegel, de 31 años, opina que no es necesariamente el carisma lo que ayuda a Alexandre a cultivar sus relaciones comerciales.

"Es muy bueno para generar confianza con la gente porque se comunica y opera de una manera realmente honesta. Y creo que eso es algo realmente valorado en el mundo empresarial", ha explicado Spiegel a Business Insider en una llamada telefónica reciente.

Entre los ultrarricos, una amistad bien mantenida puede ser la base de un lucrativo negocio, y viceversa. "Él conoce a todo el mundo. Así que puede llamar a Pharrell Williams o Jay-Z o a quien sea. Esa es la multitud con la que se codea", dice Rambourg.

Y, como lo demuestra uno de los últimos acuerdos recientes de alto perfil, parece ser un experto en aprovechar esta impresionante lista de amigos en las transacciones comerciales. A principios de este año, LVMH anunció que estaba en proceso de adquirir la mitad de la marca Champagne de Jay-Z, Armand de Brignac, por una cantidad no revelada. Alexandre fue quien negoció el trato.

Los 2 se conocieron hace varios años cuando Jay-Z estaba en París con Kanye West, según The Wall Street Journal, y hablan por teléfono al menos una vez al mes, tal como afirmó el rapero a The New York Times en febrero, además de decir que Alexandre "siempre cumple su palabra" y es "muy puntual. 

Modernizando una marca heredada

El talento de Alexandre para aprovechar la celebridad también se manifestó durante sus 4 años al frente de Rimowa.

Después de persuadir a su padre para que adquiriera Rimowa por 606 millones de euros en 2016, Alexandre se incorporó a los 24 años como codirector junto a Dieter Morszeck. En ese momento, su única experiencia laboral fuera de LVMH eran 2 veranos en 2014 y 2015, cuando trabajó en Nueva York en la consultora McKinsey y luego en la firma de inversión KKR.

Su juventud no pasó desapercibida. "Cuando vienes a trabajar para un CEO de 26 años, obviamente tienes que preguntarte cómo te irá", aporta Hugues Bonnet-Masimbert, ex vicepresidente ejecutivo de Rimowa, nombrado CEO cuando Alexandre dejó el cargo. Pero Bonnet-Masimbert también indica que la juventud de Alexandre es una de sus mayores fortalezas: "No acepta la forma tradicional y lujosa de ver las cosas", aclara.

Arnault en una cena para celebrar el 80 aniversario de la maleta de aluminio Rimowa en París en 2017.
Arnault en una cena para celebrar el 80 aniversario de la maleta de aluminio Rimowa en París en 2017.

Bertrand Rindoff Petroff/Getty Images for Rimowa

Tom Nelson, ex vicepresidente ejecutivo y director gerente de Rimowa para América del Norte, cree que Alexandre adquirió la sofisticación de su padre.

"Un niño brillante, muy bien educado, bien acomodado. No habría pensado que tenía 25 años en ese momento", describe Nelson.

Bajo el liderazgo de Alexandre, la marca elevó los precios una media del 20%, lanzó una línea de gafas de sol y mochilas y abrió boutiques en lugares como Soho y Berlín. Pero su mayor revuelo se generó por las colaboraciones, una de las cuales comenzó como un DM de Instagram entre Alexandre y Virgil Abloh, el fundador de la casa de moda Off-White.

La colección resultante Off-White x Rimowa, que incluía una maleta de cabina transparente de unos 1.000 euros, se agotó una semana después de su lanzamiento en 2018. Ese mismo año, la gente hizo cola para conseguir las maletas diseñadas en colaboración con Supreme, una marca de streetwear muy popular entre los jóvenes.

Virgil Abloh con una maleta Off-White x Rimowa en la Semana de la Moda de París en 2018.
Virgil Abloh con una maleta Off-White x Rimowa en la Semana de la Moda de París en 2018.

Tristan Fewings/Getty Images

Para cuando Alexandre dejó su puesto como CEO de Rimowa, alguien que no la conociera podría haber tenido la impresión de que la empresa alemana de equipaje era una startup, no una compañía de 123 años.

"Rimowa siempre ha sido una marca que la gente ha visto como premium, muy práctica y funcional, pero no necesariamente relevante culturalmente hasta que ha empezado a asociarse con otras marcas desde una perspectiva colaborativa", indica Michael Miraflor, estratega de marca.

“El legado es que se pasa de un fabricante alemán de maletas relativamente aburrido, poco conocido y de alta calidad a una empresa diversificada, atractiva e impulsada por la colaboración”, opina Rambourg.

Sin embargo, su tiempo como líder no estuvo exento de críticas. En su renovación de Rimowa, Alexandre eliminó a varios miembros del equipo de liderazgo y los reemplazó por varios ejecutivos de LVMH. Las circunstancias que rodearon la partida del ex-CEO, Morszeck, nieto del fundador de Rimowa que dirigió la empresa durante 45 años antes de la adquisición, son turbias.

Dieter Morszeck y Arnault en París en marzo de 2017.
Dieter Morszeck y Arnault en París en marzo de 2017.

Bertrand Rindoff Petroff/Getty Images

El representante de LVMH afirma que Morszeck y Alexandre dirigieron juntos Rimowa hasta enero de 2020, cuando Alexandre se convirtió en el único CEO tras la "suave" transición que comenzó en enero de 2019. Sin embargo, un ex ejecutivo de Rimowa dice por otro lado que Morszeck esperaba quedarse en el empresa a largo plazo, pero fue expulsado progresivamente de su cargo antes de 2019 porque LVMH no estaba contento con su desempeño. (LVMH se ha negado a comentar nada sobre esta acusación).

Morszeck ha dicho en alguna ocasión que consideraba a Alexandre como a un hijo, pero su relación se torció por los desacuerdos sobre cómo dirigir la empresa (El representante de LVMH dice que esto es "infundado"). Los medios de comunicación se han referido a Alexandre como único CEO desde la adquisición, mencionando a Morszeck como ex CEO.

Un ex empleado, que ha trabajado para varias marcas de LVMH, indica que los empleados de Rimowa sienten una intensa presión para recortar gastos. "Esto es algo que nunca he visto en ninguna otra casa. No te fijas en los gastos cuando trabajas para Louis Vuitton o Christian Dior. Por supuesto que hay un presupuesto, pero si necesitas más dinero porque un producto necesita mejorarse, no les importa", explica.

El representante de LVMH niega esta afirmación: "Las prioridades de Alexandre son claras: ningún compromiso con la calidad y una obsesión por la mejora continua".

Mucho que mejorar en el trato personal con sus empleados

Como muchas estrellas, millonarios y empresarios, Alexandre controla cuidadosamente su imagen.

En su perfil de Instagram, donde tiene 123.000 seguidores, publica fotografías familiares, entre las que hay algunas con sus hermanos menores de vacaciones en Grecia y Sicilia, y de su prometida con un collar de Tiffany de 11.000 euros. Sin embargo, cuando lo entrevisté el pasado mes de noviembre para una historia diferente, las preguntas sobre su familia estaban estrictamente fuera de los límites de la conversación. Incluso las preguntas sobre recomendaciones de libros se consideraban demasiado personales.

Alexandre con su ahora prometida, Geraldine Guyot, en un desfile de moda en París en febrero de 2020.
Alexandre con su ahora prometida, Geraldine Guyot, en un desfile de moda en París en febrero de 2020.

Victor Boyko/Getty Images

Y aunque se comenta que el ejecutivo es capaz de activar su encanto cuando quiere hacer un trato, no siempre se molesta en hacerlo con sus propios empleados, según han comentado algunos de Rimowa.

En Rimowa, algunos perciben al joven CEO como distante, una percepción que quedó reforzada cuando decidió no presentarse en la fiesta de 2019. (El representante dice de esto que él siempre ha hecho todo lo posible por asistir a los eventos sociales de Rimowa y no pudo ir a la fiesta debido a circunstancias imprevistas). 

"A veces veo videos de él en entrevistas y es realmente bueno en la comunicación externa. Pero en la interacción social habitual, creo que tiene mucho que mejorar", opina un ex empleado.

Algo similar parece ocurrir en la oficina de Colonia, donde un ex ejecutivo indica que Alexandre hablaba sólo con "gente que conocía de París o del grupo LVMH". Otra ex empleada administrativa en París tiene la sensación de que Alexandre no sabe cómo actuar con sus empleados.

"Entró en el trabajo muy joven, no tenía ninguna experiencia en la gestión. No sé si tuvo tiempo suficiente para averiguar cuál era su estilo de gestión y cómo actuar con su empleados", opina la mujer.

El representante de LVMH declara sobre esto que Alexandre es un líder accesible, con la puerta siempre abierta. Según él, pasó tiempo con los empleados tanto en las fábricas como en las tiendas, y realizó numerosas visitas a toda la empresa.

Tiffany's es la mayor adquisición de LVMH y el acuerdo más grande jamás realizado en la industria del lujo. El nombramiento de Alexandre como vicepresidente ejecutivo de marca es una indicación de cuán importante es la cadena de joyerías para su padre, según Rambourg, el analista de lujo.

"Desde un punto de vista muy cínico, se ha dado ese cargo como una señal de que su padre considera que este es un activo muy, muy importante para el grupo", reflexiona Rambourg.

Tiffany es en lo que LVMH planea dedicar todos sus recursos, según declaró en abril el director financiero del grupo, Jean-Jacques Guiony, según WWD.

También podría como una prueba para Alexandre. En 2017, The Wall Street Journal se refirió a Tiffany's como una "marca con la crisis de la mediana edad". En 2016, el 45% de las ventas de Tiffany's provinieron de categorías de joyería con un precio medio de menos de 450 euros, lo que, según los expertos en lujo, estaba dañando el aire de exclusividad del joyero, tal y como publicó The Journal.

Una tienda Tiffany & Co. en Londres en abril de 2021.
Una tienda Tiffany & Co. en Londres en abril de 2021.

Kate Green/Getty Images

6 meses después de su papel como jefe de productos y comunicaciones de Tiffany's, el toque de Alexandre en la marca ha comenzado a notarse en los tipos de celebridades que la compañía ha contratado y una nueva y distintiva alegría.

"Alexandre trae este enfoque juvenil, la conexión con la generación joven, muy inclusivo, muy moderno, muy contemporáneo", analiza el veterano de la industria.

En los Globos de Oro en marzo, principales estrellas de Hollywood como Gal Gadot de Wonder Woman y Anya Taylor-Joy de Gambito de dama llevaron joyas de Tiffany's. El Día de los Inocentes, la joyería bromeó con sus clientes en las redes sociales fingiendo que planeaba cambiar el color de la marca de azul Tiffany's a un amarillo brillante.

La compañía está tomando medidas para ganar tracción entre las consumidoras asiáticas, según Rambourg, un área en la que está rezagada con respecto a la competencia, por ejemplo Cartier. Bajo la dirección de Alexandre, Tiffany's nombró a la esquiadora china de estilo libre Eileen Gu y a la popular cantante de K-Pop Rosé de la banda Blackpink, uno de los grupos de K-pop más vendidos de todos los tiempos, como nuevas embajadoras.

Rosé como imagen de la tienda de Tiffany's en la Quinta Avenida de Nueva York en 2021.
Rosé como imagen de la tienda de Tiffany's en la Quinta Avenida de Nueva York en 2021.

TIMOTHY A. CLARY/AFP via Getty Images

Alexandre también parece estar impulsando la reinvención de la estrategia digital de la cadena de joyerías.

En marzo, contrató al ex director creativo de Revlon Ruba Abu-Nimah como nuevo director creativo de Tiffany's, lo que el estratega de marca Michael Miraflor destaca como un movimiento inteligente. 

4 meses después de que Arnault subiera a bordo, Tiffany's canceló su anuncio impreso diario en The New York Times después de 30 años e invirtió en anuncios digitales en el periódico, según WWD.

En junio, la joyería lanzó una nueva y sensual campaña publicitaria. Se trata de una clara desviación de las recatadas y tradicionales campañas de Tiffany's antes de la adquisición de LVMH, ya que los anuncios eran "provocativos, sexis" y no mostraban el azul característico de Tiffany's en ninguna parte, tal y como señala Miraflor.

Ledru, CEO de Tiffany's, afirma que no es solo la juventud y ser un "genio digital" lo que convierte a Alexandre en un exitoso ejecutivo de lujo.

"Realmente creo que él comprende los fundamentos del lujo, que es la importancia de la historia, la herencia, la formación. Ha estado expuesto al negocio durante bastante tiempo y comenzó un poco antes que la mayoría de nosotros", aporta Ledru.

En la batalla por la sucesión del imperio de lujo más grande del mundo, Alexandre podría no ser el "caballo ganador". Es más joven y menos experimentado que sus hermanos Delphine y Antoine, y no forma parte de la junta de LVMH, a la que estos se unieron a los 28 y 27 años.

Sin embargo, otro experto en lujo con quien ha hablado Business Insider sí ve a Alexandre como el favorito, y piensa incluso que el próximo heredero más probable sería su hermano menor, Frederic. La elección de Bernard dependerá de si quiere reemplazarse a sí mismo con su "imagen especular" o si quiere una versión más extrovertida.

"Si quiere que el futuro lo dirija alguien que se parezca en términos de personalidad, ese será Frederic. Si quiere cambiar un poco las cosas y tener a alguien que sea un poco más atrevido, un poco más ruidoso y un poco más visible, ese será Alexandre", asegura.

Bernard con sus hijos Alexandre, Frederic y Jean en el Roland Garros 2018 en París.
Bernard con sus hijos Alexandre, Frederic y Jean en el Roland Garros 2018 en París.

CHRISTOPHE ARCHAMBAULT/AFP via Getty Images

La capacidad de Alexandre para sentir lo que es culturalmente relevante lo convierte en el arma no tan secreta de LVMH, según Miraflor. Además, el hecho de sea lo suficientemente guapo como para figurar en las listas de "herederos más atractivos de las dinastías de la moda", no es del todo desfavorable.

"Alexandre tiene seguidores. Los millennials y la generación Z saben quién es", reflexiona Miraflor.

La responsabilidad de Alexandre en Tiffany's, la compra más importante de LVMH, puede ser la mayor señal de que tiene la confianza de su padre, pero no es la única. De todos sus hijos, Bernard eligió a Alexandre para que lo acompañara a Nueva York para reunirse con el entonces presidente electo Donald Trump en enero de 2017. En 2019, Alexandre asumió el puesto de su padre en la junta directiva de Carrefour, la cadena de supermercados francesa (la octava minorista más grande del mundo).

En cuanto a la propia ambición de Alexandre, puede que se sepa poco sobre ella, pero las señales de que planea llegar muy lejos están ahí. Cuando Alexandre tenía 6 años, asistió a un evento en un museo de París con su madre.

"¿Qué quieres hacer cuando seas mayor?", le preguntaron. "Marinero o gran jefe, como papá", respondió él.

Este artículo fue publicado originalmente en BI Prime.

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