¿Quién paga el 5G? Las nuevas redes exigen inversiones millonarias en su despliegue y eso explica por qué las operadoras están pidiendo repartir gastos con Google, Facebook o Netflix

Mural de 5G en el MWC de Barcelona
REUTERS/Yves Herman

Cada vez más conectados, cada vez usando más datos y cada vez más dependientes de las redes. 

Las telecomunicaciones se han observado como una pieza clave, y decisiva, en la sociedad actual, tanto para el trabajo, como el ocio o la seguridad. En la pandemia, las redes soportaron un fuerte incremento de su uso. 

En el primer fin de semana del estado de alarma, las empresas de telecomunicaciones ya advirtieron de un incremento del tráfico en las redes IP cercano al 40%. Mientras, la voz creció un 50% y los datos un 25%, y que resistieran el envite fue crucial en un momento de limitación de movimientos. 

Más voz, más mensajes, pero también más uso de servicios de streaming o videojuegos en línea. Los retos continúan con la llegada del 5G. Los expertos señalan que esta nueva red no es únicamente un cambio de "G", del 3G al 4G y ahora el 5G; sino que el nuevo contexto conlleva un factor de creación de infraestructuras críticas y de seguridad. 

En este contexto, el debate —avivado por las empresas de telecomunicaciones— es ahora cómo se paga este despliegue. Las grandes operadoras están viendo cómo necesitan millones de euros para seguir haciendo frente a este despliegue de redes; pero estas inversiones no se están viendo reflejadas en mayores ingresos.

Por un lado, la guerra de precios que se vive en toda Europa, pero de forma bastante importante en España, está erosionando la facturación de las operadoras. A eso se suma, que muchos de los servicios que necesitan estas redes no las están prestando las telecos (y por tanto, facturando), sino las grandes plataformas tecnológicas como Netflix, Amazon o Meta (la antigua Facebook es propietaria de WhatsApp). 

El comisario europeo Thierry Breton apuntaba hace unas semanas hacia donde se dirige la política comunitaria al señalar que solo un "puñado de jugadores ocupan más del 50% del ancho de banda mundial. Ahora es el momento de reorganizar la justa remuneración de las redes". 

Los expertos consultados por Business Insider España coinciden en que esta idea tendría sentido.

Rubén Blanco, responsable de Telecom y Media de NTT DATA Europe & Latam, recuerda que este es un debate "recurrente". "Es una realidad, quien carga casi en su totalidad con los costes de infrasestructuras son las operadoras y las empresas de infraestructuras tipo Cellnex o American Towers", señala. 

"Son inversiones millonarias, por no decir milmillonarias, sobre todo cuando empiezan a evolucionar la red hasta ámbitos como 5G. Y además es cierto que las futuras que tenemos en Europa especialmente, son infraestructuras muy nuevas y muy bien desplegadas. Lo hemos visto durante la pandemia", añade. 

"Desde el punto de vista de quién crea la infraestructura de red y la financia, así como la cantidad de servicios que pueden utilizarla, podría tener sentido pensar en alguna forma de compensación por uso. Si esto no es así, el riesgo de colapso de la red por falta de nuevas inversiones podría ser un hecho, pensando en que en el futuro la cantidad de información que se intercambie será cada vez mayor", explican José Antonio Morán, director del Grado de Ingeniería de Tecnologías y Servicios de Telecomunicación, y  Carles Monzo Sánchez, profesor de los Estudios de Informática, Multimedia y Telecomunicación de la UOC. 

En los últimos diez años, las telecos europeas han invertido unos 500.000 millones de euros en redes fijas y móviles, según el informe de la ETNO (ETNO-European Telecommunications Network Operators' Association), recuerdan estos expertos. 

"A pesar de ser una idea interesante, no está exenta de dificultad para su llevarse a cabo. Tampoco hay que olvidar en cómo esto puede afectar a la neutralidad de la red y, en el caso de aplicarse, cómo convivirán ambos conceptos", advierten. 

Qué fórmula se podría utilizar 

Una de las derivadas del debate es cómo se podría llevar a cabo este reparto de pagos en el despliegue de las infraestructuras. 

"No está claro aún la fórmula idónea para materializar este tipo de contribución. Por citar un ejemplo, destaca una reciente propuesta desarrollada por el comisionado de la FCC de los Estados Unidos Brendan Carr 3, vinculada al mecanismo de financiamiento de los Fondos de Servicio Universal", apunta Luis Felipe Jung, profesor de Economía de Comillas ICADE. 

"Tradicionalmente, los FSU han recolectado recursos de la propia industria teleco para financiar las inversiones de despliegue de banda ancha en zonas no rentables para el mercado, por ejemplo, en el medio rural. Ese modelo, para el comisionado Carr, es obsoleto. Así lo manifiesta, argumentando que la red dominante de las telecomunicaciones ya no es la telefonía, sino internet, lo que lleva a la necesidad de repensar como financiar las redes de alta velocidad en entornos no rentables. Carr propone incluir a las plataformas de internet como posibles contribuyentes para ello", explica sobre esta propuesta. 

En esta idea, según explica el profesor, el argumento a favor de estas iniciativas se basa en que, por ejemplo, en los Estados Unidos, solo 5 compañías —Netflix, YouTube, Amazon Prime, Disney+ y Microsoft—representan el 75% del tráfico de internet de banda ancha rural (Layton y Potgieter, 2021 4), y la mayor parte de las inversiones son para agregar capacidad y adecuar las redes para soportar tales servicios de streaming. En el caso de Europa es de esperar que la situación sea similar, apunta.

En el caso europeo, el debate sigue abierto y habrá que esperar a ver hacia dónde evoluciona esta propuesta de compartir gastos. 

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