¿Quiere parte de la industria restaurar Hollywood a la versión anterior a la 'Streaming Wars'? Los movimientos de Warner Bros Discovery parecen ir en esa dirección

Ilustración sobre Hollywood

Samantha Lee/Business Insider

  • Warner Bros Discovery está recuperando el manual de instrucciones del Hollywood previo a la obsesión por competir con Netflix buscando beneficios tangibles y directos en detrimento de retornos indirectos y menos monetizables, como el engagement o la retención.
  • Muchos expertos se preguntan si esta vuelta al paradigma anterior llega demasiado tarde y, sobre todo, si los usuarios lo aceptarán a estas alturas.

Para Warner Bros Discovery 2023 será un año de construcción. Así lo hizo constar David Zaslav, CEO de la compañía, durante la presentación de resultados correspondientes al último trimestre de 2022. Zaslav ya lleva suficiente tiempo al frente de este gran conglomerado mediático como para haber dejado su huella en la hoja de ruta a medio plazo. 

La misma compañía que se transformó a gran velocidad para competir con los titanes del negocio directo al consumidor y que en plena pandemia lideró una de las apuestas más radicales por la distribución digital, protagoniza ahora un cambio de paradigma o, mejor dicho, trata de recuperar el paradigma anterior. 

Y aunque pueda tener sentido financiero, muchos expertos se preguntan si esta corrección llega demasiado tarde y, sobre todo, si los usuarios lo aceptarán a estas alturas. 

Nuevo trimestre, no tantas pérdidas  

2022 fue el año del reset del negocio clásico del streaming en modelo de suscripción. El tsunami que desencadenó Netflix al perder suscriptores y la desconfianza que ello provocó en Wall Street hizo que las mismas compañías que se habían pasado cinco años tratando de emular a Netflix tuviesen que volver a la situación anterior. 

Es posible que, por el camino, como apuntaba Lucas Shaw en Bloomberg, muchas de ellas se den cuenta de que no se puede hacer el giro de 180 grados completo. Pero el caso de Warner Bros Discovery parece distinto. Con casi 50.000 millones de deuda pendiendo sobre su cabeza, es la que mejor ilustra el intento de restaurar Hollywood a la versión anterior a la Streaming Wars. Y las medidas que ha adoptado hasta el momento parecen estar funcionando mejor de lo previsto. 

En el último trimestre las operaciones directas al consumidor de Warner Bros Discovery generaron un 6% más de beneficios que en el período anterior. La división sigue incurriendo en pérdidas (217 millones) aunque es una cifra sustancialmente mejor que los 728 millones registrados hace un año y, además, la acerca al umbral de la tesorería neutra. También han ganado suscriptores. Ya cuenta con 96,1 millones de clientes en todo el mundo, una cifra modesta si se la compara con los registros de la competencia, pero cercana a esa barrera psicológica de los 100 millones.

Esta tímida recuperación en el peor contexto económico parece haber reforzado la fe de Zaslav en la necesidad de terminar con la barra libre pandémica y las demás medidas que sembraron los males que ahora recoge el audiovisual.

Anna Torv en 'Mindhunter'

Tranquilizar a Wall Street 

Zaslav aprovechó la presentación de resultados para decir que 2023 sería el año de la construcción, el tipo de mensaje que quiere escuchar un Wall Street cada vez más impaciente por saber cuándo comenzarán a generar beneficios todas esas compañías que llevan años financiando. La construcción a la que se refiere Zaslav es, en realidad, una reconstrucción

Warner Bros Discovery está recuperando el manual de instrucciones del Hollywood previo a la obsesión por competir con Netflix, buscando la manera de conciliarlo con la emergente demanda del negocio digital. Porque una cosa es que el negocio de la suscripción tal y como estaba planteado sea poco (o nada) rentable y otra muy distinta negar su relevancia dentro del mercado actual. Maridar ambas realidades, en cualquier caso, no parece que vaya a ser tarea fácil.

Esta mirada al pasado se ve con claridad en la forma en la que Warner Bros Discovery está buscando beneficios tangibles y directos, en detrimento de otro tipo de retorno más indirecto y menos monetizable (como el engagement o la retención). La reducción de producción original responde con claridad a esta máxima de apostar por contenidos rentables y evitar que un exceso de producción lleve a la canibalización de títulos propios

La reducción de estrenos, según las directrices de Zaslav, se va a equilibrar sacando músculo con el catálogo. Con la integración de HBO Max con Discovery+, que tendrá lugar a lo largo del año, se producirá un incremento considerable de la oferta al consumidor usando el fondo de armario y evitando incurrir en nuevas inversiones.

Sacrificar la exclusividad y apostar por la explotación comercial en otras ventanas puede sonar a medida de hace una década, pero es otra de las palancas con las que Warner Bros Discovery confía en impulsar un mayor crecimiento. Fue, de hecho, la primera compañía en romper una de las reglas de oro de la Streaming Wars: si se quiere generar engagement y fortalecer la marca el contenido no se puede encontrar en ningún otro sitio. En Estados Unidos originales como Westworld o Love Life han desaparecido de HBO Max y han encontrado en ROKU y TUBI su nuevo hogar. 

Abrir la puerta a las licencias a terceros es un movimiento inteligente, sobre todo teniendo en cuenta el modelo de explotación escogido: los canales FAST (por internet, en abierto y monetizados con publicidad). De hecho, Warner Bros Discovery también ha anunciado su propio canal FAST, WBTV, que va a emplear para monetizar sus propios contenidos con publicidad. Esta medida permitirá conseguir beneficio económico directo de contenidos que prácticamente no generaban rentabilidad alguna como parte de su catálogo. 

Nuevas películas de El señor de los anillos y El hobbit, más Batman y Superman… En el plan maestro de Zaslav existe otra pieza clave: optimizar las propiedades intelectuales con grandes estrenos en cine como piedra angular. El optimismo de la ventana de los cines, impulsado por fenómenos como Top Gun Maverick o Avatar, parece haber dado carpetazo a la experimentación con el premium VOD y a los acortamientos de los tiempos de exclusividad comercial ofrecidos a las salas. 

HBO directivo Casey Bloys. Warner Bros. Discovery

El archivo del proyecto de Batgirl envió un mensaje poderoso: Warner Bros Discovery no está dispuesta a producir grandes películas directas a streaming, aunque esto, como indica Lucas Shaw, “no quiere decir que las películas no se podrán ver en las plataformas de streaming antes de lo que acostumbraban a llegar ni que estas compañías no producirán películas para plataformas“. 

Se quiere generar beneficios y lo lógico es aprovechar las bondades del circuito tradicional para generar beneficios. La estrategia, por tanto, ahora estará orientada a buscar películas que funcionen bien en salas y que luego puedan tener un recorrido económico rentable en alquiler, venta y, por supuesto, también en SVOD.

El negocio de la suscripción, tal y como se lo plantea ahora Warner Bros Discovery, conservará sus prestaciones, pero revisando a la baja la abundancia y la inmediatez del contenido y al alza el precio de derribo al que nos tenía acostumbrados. Ahora bien, si no hay un frente único que convierta este modelo en universal sin más alternativas no parece que vaya a ser tarea fácil.

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